Sin filtros entre obra y público,
La democratización se posiciona sobre la SUBJETIVIDAD como una nueva forma de ARTE, gracias a Alejandra Martínez y su proyecto Anónimo
Alejandra Martínez se ha posicionado como una de las grandes promotoras del arte mexicano. Anónimo es su nuevo proyecto.
¿Alguna vez se han preguntado cuánto cuesta un nombre? O, ¿qué sería de las grandes leyendas de la historia si su rúbrica fuera borrada de su creación? En un mundo que reivindica la eliminación de etiquetas, la democratización del arte se alza sobre la subjetivación de la industria con un esquema tan sencillo como contundente: el anonimato.
Alejandra Martínez se ha logrado posicionar como el mesías del arte made in Mexico con un proyecto, de nombre Anónimo, basado en la supresión de ltros entre una obra de arte y su público objetivo. “Pretende generar un espacio totalmente libre de protocolo”, arma la licenciada en Marketing sobre una subasta en la que los compradores eligen pujar por diferentes piezas, sin conocer el nombre del autor, hasta pagar el importe prometido. “Desde la primera edición, en el marco de Art Basel Miami, hicimos sold out.
Hubo una respuesta muy positiva, y un poco de morbo detrás de tratar de adivinar quiénes eran los artistas”.
Con tres nuevas fechas jadas en el calendario, una de ellas llevará a Alejandra de vuelta a sus orígenes, concretamente al Museo Tamayo donde, coincidiendo con Gallery Weekend, celebrará, en septiembre, su primera Collectors Edition, que cuenta con donaciones de varias colecciones privadas y cuyos fondos irán destinados a la fundación Olga y Runo Tamayo. Al mismo tiempo, es una oportunidad única para fomentar el arte mexicano que, según Alejandra, está en su mejor momento: “Por todos lados está sorprendiendo y la Ciudad de México, en concreto, está considerada el Berlín del momento”.
Aprovecho para preguntarle si cree que el cambio de gobierno afectará a ese auge nacional y su respuesta es esperanzadora: “Van a ser unos cuantos años de incertidumbre económica que, por supuesto, afectará al mundo del arte pues, al nal, es lo más superuo y lo primero en lo que la gente deja de gastar. No va a ser fácil, pero es algo que nunca se sabe. A veces en épocas de incertidumbre es cuando se abren las puertas a otras cosas que no tenías ni pensado, porque te sacan de tu zona de confort. No podemos dormirnos ni victimizarnos. Lo que venga vamos a estar bien”. Además de una nueva fecha para Anónimo en Miami, Alejandra, quien se declara admiradora de Gabriel Orozco, José Dávila, y quien considera a Pedro Reyes “una oda a lo mexicano contemporáneo”, colaborará con la fundación DesertX, ubicada en el desierto de Palm Springs, para lograr que el siguiente artista en tener una pieza en ese espacio sea de origen mexicano. El amor platónico de Alejandra con esta industria viene de sus años de estudiante en Miami, donde tuvo su primer acercamiento con el arte contemporáneo. En 2010 fundó Arte Careyes junto a Alejandro Serratos y cinco años después vendió su parte para dedicarse exclusivamente a Anónimo. Y, aunque asegura estar conforme con su realidad, arma que “tener esa hambre insaciable” no le gusta, su
ilusionada .· AMELIA subconsciente la traiciona cuando le pregunto sobre su siguiente sueño por cumplir: “Quiero hacer una bienal de civilización”, concluye