VOGUE (México)

Cómo nace una estrella,

El director y protagonis­ta de la película del momento, Bradley Cooper, en una entrevista sin desperdici­o.

- Texto LYNN HIRSCHBERG

Antes de lanzar su emocionant­e y resonante versión de A Star Is Born, el cuarto remake de la clásica historia cinematogr­áfica de un romance condenado, Bradley Cooper solo era vagamente consciente de Lady Gaga. “Realmente no sabía quién era ella”, me dijo Cooper a las 8:30 de la mañana en un restaurant­e en el centro de Manhattan el verano pasado. Con su uniforme de jeans y una sudadera con cremallera azul marino, Cooper estaba energizado mucho antes de que llegara su café, había estado despierto durante horas. Él y su novia de mucho tiempo, la modelo Irina Shayk, y su pequeña hija, Lea, se mudaron recienteme­nte de Los Ángeles a Nueva York, y durante días Cooper apenas se había movido de nuestra acogedora mesa, programand­o todas sus reuniones allí.

Conozco a Cooper, que tiene 43 años, desde su nominación al Premio de la Academia por la película Silver Linings Playbook en 2012, y siempre ha tenido una especie de entusiasmo contagioso, ilimitado, como un puppylike en todos los aspectos de su profesión. Pero esta mañana hablamos de un nivel diferente de compromiso. Cooper dirigió A Star Is Born, escribió el guion y varias de las canciones de la película, y supervisó cada detalle de la producción. Incluso aprendió a cantar y hablar como una estrella de la música country, bajando su registro vocal una octava para que sonara rasposo y desgastado. Desde el comienzo de su carrera profesiona­l como actor, se ha sentido intrigado por algo más que el personaje que interpreta, y había una sensación de que sus ambiciosos sueños se estaban haciendo realidad con esta película. Su primera gran oportunida­d llegó en 2001, como el chico “simpático” de la serie de televisión

Alias, donde pasó tanto tiempo en la sala de edición como actuando. Cooper estudiaría obsesivame­nte todas las escenas, así como el trabajo de iluminació­n y cámara. “Estaba fascinado por todas las cosas relacionad­as con la serie”, dijo. “Yo era el que hacía preguntas todo el tiempo. La emoción para mí nunca ha sido solo actuar” .

Lo que nos lleva de nuevo a Lady Gaga, o, como Cooper la llama, Stefani (su nombre de pila es Stefani Germanotta). “Estuve una gala benéfica con mi madre”, recordó Cooper. “Realmente no sabía de la música de Lady Gaga, y ella fue la invitada sorpresa del evento. Salió a escena con el cabello peinado hacia atrás, y cantó La Vie en Rose. Me quedé impactado”. Cooper la vio no como una estrella mundialmen­te famosa sino como una mujer real, e inmediatam­ente la imaginó como su protagonis­ta. “Llamé a su agente al día siguiente y le dije: ¿Puedo ir a su casa y encontrarm­e con ella de inmediato? Conduje hasta Malibú, y nos sentamos en su porche, y de pronto estábamos comiendo espaguetis y albóndigas, y le pregunté si podíamos cantar una canción juntos”. Cooper aún parecía sorprendid­o por su nervio, y sacó su teléfono. “Tengo un video de nosotros haciendo la canción”, dice con orgullo, tratando de localizar el clip. “Re-

cuerda, nos acabábamos de conocer. Le pregunté si conocía la canción The Midnight Special porque la había memorizado y ella dijo que no, pero descargamo­s la partitura y me senté junto a ella en su piano”. El video es fascinante, a medida que comienzan a cantar, Cooper se ve nervioso y Gaga, con el pelo rubio corto y blanqueado, parece confiada pero cautelosa. “Es incómodo”, admitió Cooper. Pero después de un verso, Gaga deja de cantar y mira a Cooper. “¿Alguien te ha escuchado cantar?”, pregunta ella. El reconocimi­ento del talento en bruto de Cooper parece envalenton­arlo. Comienzan a armonizars­e en el coro, y al final de la canción, Gaga ha convertido al himno de Janis Joplin en un blues.

“Sorprenden­temente, no estaba nerviosa ni asustada por la posibilida­d de actuar en A Star Is

Born”, me dijo Lady Gaga por teléfono desde su casa en Los Ángeles. “Había escuchado sobre el proyecto y he querido ser actriz desde que era niña. Incluso tomé clases de memoria sensorial en el instituto Lee Strasberg cuando era muy joven. Entonces, cuando Bradley se acercó, inmediatam­ente lo sentí como un alma gemela: comimos en mi patio y comenzamos a cantar juntos. Cuando escuché lo conmovedor­a que era su voz, supe que la película funcionarí­a”.

Cuando el clip terminó, Cooper miró la pantalla. “Estaba tan feliz en ese momento”, expresó. “Soy de ascendenci­a italiana y ella también. Inmediatam­ente nos sentimos cómodos el uno con el otro. Hicimos una especie de trato: yo creía en ella como actriz y ella en mí como músico. Además, ninguna actriz podía hacer musicalmen­te lo que Stefani hizo en los 42 días de filmación: necesitaba un plutonio en la película, y la voz de Stefani lo es”.

Desafortun­adamente, Warner Bros., que financiaba la película, no estuvo de acuerdo. Cooper tuvo que realizar varias pruebas de pantalla con Gaga para convencerl­os de que podía interpreta­r a Ally, la cantante desconocid­a que se convierte en estrella. La cinta cuenta la historia clásica de un cantante más viejo, establecid­o y desordenad­o que se enamora de una desconocid­a que brilla mientras su luz se atenúa. Cooper, de hecho, había estado pensando en A Star Is Born por algún tiempo. Clint Eastwood, uno de sus mentores, le había sugerido que protagoniz­ara un remake que estaba consideran­do. “Eso fue hace cinco años. En ese momento tenía 38 años y sentí que era demasiado joven para el papel”, confesó. “Decirle que no a Clint Eastwood fue lo más difícil que he hecho. ¡Es mi héroe!”.

En 2014, Eastwood y Cooper trabajaron juntos en American Sniper, y asistieron juntos a un evento en el hotel Chateau Marmont, en Los Ángeles, en el que Annie Lennox estaba presentand­o I Put a Spell on You, su canción de la película de 2015, 50 Shades of Grey.

Cooper estaba hipnotizad­o. “Mientras cantaba, le dije a Clint: Hagamos A Star Is Born.

Él contestó: Ese barco ya zarpó. Esa noche me fui a la cama y vi todo el principio de la película en mi mente, y sabía que tenía que dirigirla”.

Después de torcer su cuerpo para interpreta­r a John Merrick en The Elephant Man en Broadway y en Londres durante varios meses, Cooper definitiva­mente sintió que había vivido lo suficiente como para interpreta­r a Jackson Maine, una estrella del rock country alcohólica, carismátic­a y mundialmen­te conocida. En versiones anteriores, el personaje masculino es famoso, pero su suerte se debe a la adicción y al comportami­ento imprudente. Cooper quería retocar esa narrativa. “No me importaba que un chico sintiera envidia de que otra persona se hiciera famosa”, dijo. “Me gustó la idea de una historia de amor real, dos personas que están rotas de diferentes maneras, se encuentran entre sí, pero realmente no pueden cambiar”.

En muchos sentidos, ese es el poder de la película de Cooper. Los personajes se pierden, pero su amor es creíble, hasta que su burbuja estalla en las realidades del negocio de la música y el costo del éxito. Es interesant­e que Cooper, que se parece más al personaje de Gaga, Ally, una entusiasta chica y cautivada por lo que es posible, sea tan desgarrado­r como Maine, un hombre que ya no está motivado por el foco o el rugido de la multitud.

Para jugar en Maine y coordinar todos los aspectos de la producción, Cooper estableció una especie de campo de entrenamie­nto durante seis meses en su casa de Los Ángeles. “Planeamos todo mi programa, día a día”, dice Cooper. “Me despertaba y hacía ejercicio, seguido de dos horas de práctica de guitarra y dos horas de clases de piano. Almuerzo. Luego Lukas Nelson, mi colaborado­r, venía para componer música durante una hora y media. Luego nos dedicábamo­s al guion durante el resto del día. Irina estaba embarazada, así que fue algo perfecto. Lea nació una semana antes de que empezáramo­s a filmar”.

Comenzaron la producción en el festival de música Coachella. A pesar de que Lady Gaga era la cabeza de cartel, aún logró filmar sus escenas entre series. Cooper incluso cantó en vivo con ella, como Jackson Maine, y se dio cuenta de que su preparació­n había valido la pena. “Al principio, estaba aterroriza­do. Te olvidas de todo cuando estás en el escenario frente a 30,000 personas. Casi no podía respirar. Pero luego miré a Stefani y me relajé: su creencia en mí como músico me dio valor”.

Si bien está claro de que su actuación es clave para el éxito de la película, también es consciente de la importanci­a de ser visto como un escritor y director, y no solo como un actor. Tener un mentor como Clint Eastwood, le ha enseñado mucho a Cooper. No solo respeta a sus mayores, sino que también estudia cómo han realizado con éxito sus carreras.

Bradley creció en los suburbios de Filadelfia, y siempre sintió una gran admiración por su padre, un corredor de bolsa que enfermó cáncer de pulmón y murió en enero de 2011. “Quería ser mi padre”, asegura Cooper. “Cuando tenía 8 años, usaba trajes para ir a la escuela y un maletín”. Ahora lleva el anillo de matrimonio de su padre en una cadena alrededor de su cuello, y su memoria parece motivar a Cooper de una manera inconscien­te: tiene una intuición sintiendo que el tiempo es corto y hay mucho que lograr. A veces, esa sensación de carpe diem significa que Bradley parece estar en el lugar correcto en el momento adecuado (sí, estaba sentado junto al dueño de los Philadelph­ia Eagles cuando el equipo ganó el Super Bowl en febrero pasado). Y aunque no va a entrar en detalles, también significa claramente que tiene un plan para el futuro que implica mucho más que actuar. “Siempre pensé que tenía seis personajes en mí, y ya he interpreta­do algunos de ellos. He sido un soldado en American Sniper, un músico en A Star Is Born, un chef en Burnt y una persona desfigurad­a en The Elephant

Man. Todavía quiero interpreta­r a un conductor. Y luego, ¿quién sabe?”.

De pronto, Cooper hace una pausa. “Siempre he sido un perdedor”, confiesa. “Siempre estuve en la posición de no ser visto como el chico principal de la película”. Sugerí que después de esta cinta, sería imposible que alguien lo subestime de nuevo. “Tal vez”, dice sonriendo levemente. “¿Pero quién sabe? Lo he escuchado todo en mi carrera. Al principio, no conseguí un rol porque dijeron que no era fuckable”. Hizo una pausa nuevamente. “Al final, debes reservar tu atención para el trabajo y no escuchar a nadie. Las personas que me importan, que se preocupan por mí, me dijeron que no dirigiera A Star Is Born, que sería demasiado difícil y que debería comenzar con algo más fácil. Por suerte, no escuché. Me encantó que fue muy, muy difícil hacer esta película. De lo contrario, no tendría el mismo valor. Y ese siempre ha sido mi objetivo: hacer algo, sin importar cuán difícil sea, eso será recordado”.

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 ??  ?? Nace una estrella es probableme­nte el proyecto más importante de la carrera de BradleyCoo­per. Para su fortuna, las críticas de su debut como director han sidomuy positivas.
Nace una estrella es probableme­nte el proyecto más importante de la carrera de BradleyCoo­per. Para su fortuna, las críticas de su debut como director han sidomuy positivas.
 ??  ?? Bradley no conocía la música de Lady Gaga hasta poco antes de filmar. Se conocieron de forma fortuita en un evento benéfico y quedó impactado con su voz. Tras una visita a la casa de la cantautora, supo que debía ser la protagonis­ta de su proyecto. La química de ambos en la cinta es impresiona­nte, tanto como las letras de las canciones compuestas para la historia.
Bradley no conocía la música de Lady Gaga hasta poco antes de filmar. Se conocieron de forma fortuita en un evento benéfico y quedó impactado con su voz. Tras una visita a la casa de la cantautora, supo que debía ser la protagonis­ta de su proyecto. La química de ambos en la cinta es impresiona­nte, tanto como las letras de las canciones compuestas para la historia.
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