Rei vsYohji
Kawakubo y Yamamoto son dos visiones disruptivas al margen de las tendencias, pues su FILOSOFÍA parte de un trabajo de introspección y reflexión que subraya una dinámica constructiva, así como la dicotomía del ESPACIO y su relación con el cuerpo
En la tradición japonesa, kintsukuroi es la técnica para restaurar con oro los objetos cerámicos que se han roto para resaltar cómo se han fragmentado. Un concepto clave que permite adentrarnos en el Wabi–Sabi o la belleza de lo imperfecto. Esta idea ancestral encuentra su aproximación en los diseños de Rei Kawakubo e Yohji Yamamoto, dos talentos con una percepción particular de la relación entre el cuerpo y el vestido. Transgresores o posmodernistas, como los ha definido la crítica, lo que ha caracterizado su trabajo es un proceso de abstracción e introspección para transformar las ideas en algo físico y sólido.
Puntualmente, en Rei Kawakubo la reflexión se centra en el intersticio, ese pequeño espacio entre dos cuerpos o dos partes de un mismo cuerpo; mientras que para Yohji Yamamoto los materiales son un punto expresivo en el que intervienen lo tradicional y vanguardista. En declaraciones de la curadora Valerie Steele, del Fashion Institute of Technology, su aportación se centra en el establecimiento de una dimensión distinta entre el cuerpo y la indumentaria, que se resumen en una nueva actitud frente a la belleza de la imperfección y la apreciación de la moda como arte. En la aproximación de Kawakubo e Yamamoto se cubre el cuerpo, más que mostrarlo, a la vez que se realiza una impronta de individualidad, porque cada cuerpo es distinto. Al repasar sus colecciones se reafirma una postura desafiante frente a la dinámica del sistema de la moda, que paradójicamente los ha adoptado como el epítome de la
obra. Wabi-Sabi, vanguardia. Si regresamos a los conceptos del en los que nada dura, nada está completo, y nada es perfecto, encontraremos un poderoso argumento para dialogar y embelesarse con su