VOGUE (México)

Ecos del talento auténtico

Amy Winehouse nos recordó que aún existe la música durante su corta, pero INTENSA y enrevesada vida. Un nuevo libro ilustra en imágenes la relación del fotógrafo Blake Wood con la DIVA del neo soul, según la registró con su propia lente durante los dos

-

“Mi mayor miedo es morir sin que nadie conozca alguna contribuci­ón que haya realizado a la música”... Amy Winehouse no debió temer jamás que eso le sucediera. Cuando parecía imposible que el mundo escuchara una voz y un enorme cúmulo de emociones traducidas al lenguaje de la música, ella llegó para devolverno­s la fe en que el arte es más que portar el narcisismo ilimitado, en un intento por disimular la mutilación indefectib­le del talento. Ella fue y sigue siendo una de las pocas en el selecto club de las auténticas, aunque para eso tuvo que pagar el saldo de una vida delineada con trazos trágicos y enrevesado­s. Quienes conocieron de cerca a la mujer que nos decía que

Tears Dry On Their Own, fueron afortunado­s. Uno de ellos fue el fotógrafo Blake Wood. Cuando voló con rumbo Este desde Norteaméri­ca a Londres, Wood tenía 22 años y todas las ganas del mundo de hacer carrera. Fue ahí cuando una amiga le presentó a Amy. En un gran momento profesiona­l y cinco premios Grammy por Back to Black, la vida privada de la cantante, sin embargo, era un torbellino letal, agravado por el siempre mal servicio de llevar la fiesta ante el ojo público. En esa circunstan­cia, Wood y Winehouse comenzaron una sólida amistad de apoyo cómplice, que fue inviolable por, al menos, dos años. Ahora, cuando Winehouse hubiera cumplido apenas 35 años y a siete de su muerte, el testimonio del tiempo de esos momentos se convierte en un libro memorable de la casa editorial Taschen.

Con la apoyatura de textos de la autora y periodista Nancy Jo Sales, el libro trae 176 páginas en las que la lente de Wood regis-

tra 85 imágenes en blanco y negro de Winehouse, desde en una actuación en París hasta otras en las que toca la batería en el estudio de su casa en Camden Town, en Londres. La estética del fotógrafo se desdobla en retratos muy elaborados e instantáne­as que depende de la espontanei­dad para dar su certero golpe de efecto. Tenemos el privilegio de que se nos comparta la visión de una diva relajándos­e en Santa Lucía, la intensidad de los gestos de quien se diluye en el cauce de una canción atemporal o más de un momento que Amy nunca supo quedaría guardado.

Karl Lagerfeld se refirió a ella como “un ícono de estilo”, por la manera absolutame­nte desenfadad­a de llevar un indescifra­ble caos de elementos de cualquier tendencia imaginable. Nunca negó sus lados endebles a la hora de juzgarse, y compartió la receta para sobreponer­se a los escollos: “Cuanto más insegura me siento, más grande es el moño y más llena está la copa de vodka”. Incluso, en la música, sabía que quería dejar un legado importante, pero no supo nunca a ciencia cierta que ya lo estaba creando. Es trágico e innegable que la mujer fue víctima de sus demonios internos y sus adicciones, pero la artista nos hizo, para siempre, adictos a ella, a su manera de reinterpre­tar lo que parecía imposible desde los días en que Billie Holiday cantaba Body and Soul en una fusión que no desdeñó la manera libre

Wood.·J. de cantar de Janis Joplin. Ese es el antídoto para el dolor por la ausencia de Amy, además de la profundida­d de su imagen en cada retrato que nos comparte ahora Blake

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico