En Casa...
La manida frase de hallar un hogar fuera de casa se hace absolutamente cierta en el exquisito Hotel Amparo de San Miguel de Allende. Un REFUGIO de confort y calidez para disfrutar el aire de una ciudad llena de magia
San Miguel de Allende es uno de esos sitios a los que todos debemos viajar al menos una vez en nuestras vidas. Ciudad considerada patrimonio de la UNESCO desde 2008, es uno de los lugares más bellos en todo el mundo. En esta ciudad hay que detenerse a dialogar con una arquitectura que habla de siglos de historia desde cada edificio, hay que recibir el abrazo de su parroquia, echar una mirada incisiva al Palacio Municipal, adentrarse en sus mercados populares y, claro, alojarse en un hotel boutique que sea parte de la magia que se siente y disfruta aquí. Así, una sugerencia que nos viene de inmediato a la mente es el Hotel Amparo (www.hotelamparo.com). Cuando te alojas en el Amparo, estás justamente en el tipo de refugio infalible que sugiere su nombre. Muchas veces se repite hasta el exceso la manida frase de haber encontrado el “hogar lejos de casa”, pues bien, en este caso la afirmación es absolutamente cierta.
Una mansión colonial se remodeló por primera vez a inicios del siglo XX y, en fecha reciente, se
renovó nuevamente agregándole los elementos de confort de la era millennial. Cinco exclusivas recámaras hacen entender qué debe ser un verdadero hotel boutique. Con su perfecta ubicación en el Centro Histórico, a pocos minutos a pie del famoso Jardín Principal, la Plaza de la Soledad y el Mercado de Artesanías, si se trata de organizar tu recorrido por la ciudad, los anfitriones del hotel se convertirán en expertos guías y acompañantes. Con ellos sabrás dónde tomar esas fotos increíbles como las que aparecen en su cuenta de Instagram: @AmparoSMA. También sabrán cuál es el mejor sitio para unos churros con chocolate, te llevarán a sus tiendas y restaurantes favoritos, sabrán conducirte al mirador de San Miguel para que contemples la torre y la cúpula del Templo de San Francisco y la presa Allende, o te compartirán un café con leche en su terraza.
Pero su secreto de perfección está dentro de la casa. Allí, el confort atemporal y el legado ibérico se unen a un ADN de respeto por el arte y, como afirma con justicia su información al turista, “un conjunto con el arte moderno y los textiles personalizados, las silenciosas alcobas blancas y las reliquias invaluables: una elegancia inteligente y vanguardista que se extiende por cada rincón”. Nadie mejor que ellos mismos para explicarlo y presentarse.