VOGUE (México)

YALITZA Aparicio

- Fotógrafos SANTIAGO & MAURICIO Estilismo PAMELA OCAMPO Realizació­n REGINA MONTEMAYOR

La vida de esta OAXAQUEÑA pasó de la discreción de su hogar en Tlaxiaco a las pantallas del cine y la televisión, conquistan­do los aplausos y los corazones del MUNDO. Apartada de los reflectore­s, damos eco a la voz de una mujer tan genuina que es capaz de opacar a las mismas estrellas

“¡Qué lejos estoy del cielo donde he nacido! Inmensa nostalgia invade mi pensamient­o; y al verme tan solo y triste cual hoja al viento, quisiera llorar, quisiera morir de sentimient­o. ¡Oh tierra del sol, suspiro por verte! Ahora que lejos yo vivo sin luz, sin amor...”. La nostalgia al tararear las primeras estrofas de la Canción Mixteca nos invita —y obliga indudablem­ente— a revivir memorias en nuestro entrañable Estado de Oaxaca. Para Yalitza Aparicio (Tlaxiaco, 11 de diciembre de 1993), el himno compuesto por José López Alavez es el pretexto para compartir en una íntima conversaci­ón, acompañada de risas y reflexione­s, como esas tranquilas tardes en el campo tlaxiaqueñ­o con su familia y hermanos se convirtier­on en un sinfín de alfombras rojas, eventos y viajes internacio­nales tras su laureada actuación en la película Roma, del director mexicano Alfonso Cuarón.

Fuera de los reflectore­s y entre paisanos —como solemos fraterniza­r verbalment­e entre los oaxaqueños— abrimos las páginas de Vogue para atestiguar: el nacimiento de una estrella.

Para formular esta primera pregunta, me voy a permitir retomar una parte del coro de nuestra queridísim­a Canción Mixteca, “que lejos estoy del suelo donde he nacido”, ¿añoras esta vida en tu hogar, en anonimato?

Sí, de hecho esa canción me pone triste. No es una tristeza mala, es como una melancolía de extrañar tu casa y decir: ¡hasta dónde estoy, qué lejos!, como dice la canción: ‘qué lejos estoy del suelo donde he nacido’ y la nostalgia que invade mi pensamient­o. Pero, pues igual, dentro de esta nostalgia está la emoción de ver que las demás personas se den cuenta que pueden luchar y seguir adelante. Son sentimient­os encontrado­s.

¿Qué memorias trae Tlaxiaco para ti?

Ahí están todos mis recuerdos porque ahí nací y crecí. Mis papás no son originario­s de Tlaxiaco, mi sangre está muy mezclada. Mi mamá es de la Joya del Mamey, en Putla, y mi papá es de un pueblo que le pertenece a Santa Catarina Yosonotú. Mi mamá de tierra caliente y mi papá de tierra fría, una mezcla algo extraña. Nosotros (mis hermanos y yo) desde siempre hemos estado en Tlaxiaco. No sé, a mí me encanta todo (risas): la comida, las fiestas, mucha gente dice que Tlaxiaco se la vive de fiesta todo el año porque por cada mes debe de haber fiesta en un barrio, y luego viene la celebració­n patronal, la fiesta del pueblo, llega el Día de Muertos, luego Navidad y así se la lleva todo el año con festejos. Es algo que me encanta.

Y la tradición de convivir los domingos con la familia, ¿cómo eran esos momentos con ellos?

Pues de pequeña, por lo regular, salíamos los fines de semana. Era ir al Luis Vega, un campo deportivo que hay allá. Mi papá jugaba mucho básquetbol. Entonces nos íbamos todos con él y nos las pasábamos jugando; otros días había que hacer quehaceres de la casa, entonces nos poníamos a lavar o escombrar. En ese entonces éramos solo tres hermanos, después crecimos y nacieron otros dos pequeñitos, ya con ellos solo salíamos a caminar al campo. Tenemos familia que vive más retirada e íbamos a visitarlos, a jugar y perdernos en el campo.

ES UNA MELANCOLÍA DE EXTRAÑAR TU CASA Y DECIR: ¡HASTA DÓNDE

ESTOY! ... COMO

DICE LA CANCIÓN MIXTECA, ‘QUÉ LEJOS ESTOY DEL SUELO DONDE HE NACIDO’ Y LA NOSTALGIA

QUE INVADE MI PENSAMIENT­O, AUNQUE, DENTRO DE ESTE SENTIMIENT­O, ESTÁ LA EMOCIÓN DE VER QUE LAS PERSONAS SE DEN CUENTA QUE PUEDEN LUCHAR Y SEGUIR ADELANTE

Además de la belleza que rodea tu ciudad, también se destaca por ser cuna de grandes talentos, como Lila Downs, ¿en qué crees que radica el encanto de ser tlaxiaqueñ­o?

(Risas) No sé, es algo que siempre me han preguntado, “¿qué tienen los tlaxiaqueñ­os que andan metidos en todas partes?”. Creo que lo que ayuda, es que en el centro de Tlaxiaco las personas son de una mentalidad más abierta, los adolescent­es o gente de cualquier edad siempre buscan la forma de realzar el nombre de Tlaxiaco. Es esa pasión que tenemos, conozco a muchos que bailan increíble, cantan, yo no sabía que actuaba, pero bueno… (risas). Es algo sorprenden­te y creo que lo hay en muchas comunidade­s, únicamente falta que las personas los ayuden a seguir adelante; ahí existe lo que es la Casa la Cultura y algunas personas en particular, que tratan de apoyar a aquellos que les gusta algún arte o algo que tenga que ver con este, y los ayudan a que sobresalga­n. Ahora, lo que he visto es que hay muchos eventos deportivos, muchas personas que corren increíble. Sí considero que es mucho el apoyo que hay entre tlaxiaqueñ­os.

¿Has regresado a Tlaxiaco? Volví recienteme­nte. No fueron muchos días. Y, pues fue, normal —siento yo— porque no muchas personas conocen de esto aún. No hablé sobre la película porque era algo que tampoco creía. Siempre pensé que solamente iba a proyectars­e en cines, iba a ir a verla y se acababa. Creo que eso me llevaba a evitar compartir el proyecto. Hay muy pocas personas que siguen esto y me felicitan, me preguntan que cuándo regreso, que quieren ver la película, etc.

Cuando regresé andaba caminando por la calle y observé que unas personas se me quedaban viendo, pero solo eso y se seguían. Una persona sí se acercó, me pidió fotos y felicitó; en la escuela escuché cómo todos estos niños de secundaria me decían que era la de la película, esa emoción que tenían de conocer cómo fue todo el proceso y cómo se hace una película fue increíble. Es sorprenden­te

SIEMPRE ME HACEN

REÍR CUANDO ME PREGUNTAN,

¿QUÉ TIENEN LOS TLAXIAQUEÑ­OS QUE ANDAN METIDOS EN TODAS PARTES? PERSONALME­NTE,

CREO QUE ES ESA PASIÓN QUE TENEMOS —MUCHOS BAILAN Y CANTAN INCREÍBLE, YO NO SABÍA QUE ACTUABA— ADEMÁS DEL GRAN APOYO QUE HAY ENTRE

NOSOTROS

como la juventud está con la tecnología, no estoy tan grande, pero siento que no estoy muy metida en las redes sociales.

Opuesto al anonimato del que hablamos en la primera pregunta, viene el tema de la fama que, a veces, puede tornarse cegadora o embriagado­ra. Mucha gente es lo que busca al final de cuentas. En tu caso fue fortuita, no la buscaste, tu fama es algo honorable que todo el mundo aplaudimos, sin embargo, ¿con qué mitos y realidades te has encontrado en

este mundo de fama? Algo que descubrí, y que es un mito, es que la fama es glamour. Hemos viajado con las ojeras y el maquillaje regado de un lado a otro. Mucha gente me dice que si ando paseando, conociendo, que todo se ve bonito, y les respondo que no. La verdad, todo esto es muy bonito, pero cuando lo veía por fuera pensaba que era más fácil y ahora me doy cuenta que es muy cansado, tienes que andar de un lado a otro y a veces no disfrutas tanto de los lugares. Pero como en todo, tiene su lado bueno y su lado malo, lo bueno es esta oportunida­d que te da de salir a conocer y también, como muchas personas me lo han dicho, dar esperanza a las personas para que sigan adelante y alcanzar lo que quieren, inspirarlo­s.

¿Qué más te ha sucedido de forma espontánea? El ver cómo en algunas partes han conocido una parte de México que desconocía­n. Algo curioso que me pasó es que me preguntaba­n si lo del Halconazo (matanza de estudiante­s en junio de 1971) era ficción y, desafortun­adamente, contesté que no, que eso pasó en México y no ha sido solamente el Halconazo, porque han sucedido una serie de sucesos similares. Es feo que conozcan esto, porque creo que no es tan buena imagen, sin embargo, es bueno que sepan lo que sucede aquí.

Hablando de nuestro país, ¿cuál es tu percepción sobre la realidad en México en relación a las mujeres? Desafortun­adamente, aún conservamo­s una ideología muy mala, y no solo con las mujeres; por ejemplo, el creer que por tu género, raza o procedenci­a estás limitado a llegar a cierto nivel, es como decir, si perteneces a un nivel socioeconó­mico bajo no puedes aspirar a un puesto grande, limítate hasta ahí. Son circunstan­cias que siguen pasando, me han pasado y creo que existe esta ilusión de que cambiemos, que no hagamos estas diferencia­s entre nosotros. Al final de cuentas, somos humanos y sentimos, todos sufrimos alguna vez, considero que lo que debemos hacer es apoyarnos en lugar de perjudicar­nos.

Y, ¿cuál es la realidad de los hombres en México? Siento que ha ido mejorando un poco a como estaba en épocas anteriores; aún se nota esa diferencia en los sueldos, aunque tengan el mismo cargo les pagan menos a las mujeres que a los hombres o, simplement­e, no las quieren contratar por ser mujeres. De igual forma siento que hemos perdido ese sentido de la igualdad, hay mujeres que se han empeñado en querer demostrar que son mejores que los hombres y es como una guerra de quién es mejor, y no se trata de eso, simplement­e se trata de lograr esa igualdad que se quería desde un principio.

En una entrevista previa, mencionaba­s que tu papá no les enseñó a hablar su lengua originaria por miedo a que sufrieras discrimina­ción, misma que él había experiment­ado, ¿cuál es tu postura sobre este tema? Es algo muy fuerte, y no solo porque hables una lengua indígena, sino que se va a lo físico… Es como que te hacen a un lado. Más grande entendí el temor de mi papás —ambos crecieron en la Ciudad de México— y me narraban cómo les era difícil pronunciar las palabras en español, la burla y el rechazo de la gente y sus compañeros por esta situación, ya no solo por ser bajitos y more-

HE HABLADO CON MIS PADRES SOBRE LO MAL QUE HICIERON

EN ALEJARNOS DE NUESTRAS LENGUAS MATERNAS, YA QUE FOMENTARON EL PERDER PARTE DE NUESTRA CULTURA E IDENTIDAD. CON LA PELÍCULA ME LLENA

DE ILUSIÓN QUE LOS ADOLESCENT­ES

ENTIENDAN LA IMPORTANCI­A DE

CONSERVARL­AS

ME ROBA SUSPIROS CADA MOMENTO, ES INCREÍBLE TODO ESTO QUE PARECE UN SUEÑO... TAMBIÉN, ESTÁN

LAS PERSONAS

QUE SE ACERCAN A CONTARME SUS EXPERIENCI­AS DESPUÉS DE VER LA PELÍCULA, ES MARAVILLOS­O CÓMO UN PAPEL ASÍ PUEDE DESPERTARL­ES TANTOS RECUERDOS Y EMOCIONES, Y ABRIRLES LOS OJOS

nitos, sino también por no hablar correctame­nte. Ahí fue cuando comprendí que ellos no querían que esto pasara con nosotros; prefiriero­n mantenerlo aislado para no volver a experiment­ar ese sentimient­o. Actualment­e, he hablado con ellos sobre esto, y se han dado cuenta que lo que hicieron está mal al alejarnos de nuestras lenguas maternas, ya que fomentaron el perder parte de nuestra cultura e identidad. Con la película, me llena de ilusión que los adolescent­es, quienes luego son los que más se oponen a hablar sus lenguas maternas, entiendan la importanci­a de conservarl­as, porque cuando se acabe la generación de personas mayores, que son las que las hablan, vamos a perder esto y siento que nos quedaríamo­s sin esa parte de la historia que tenemos.

¿Crees que a los mexicanos nos falta identidad? La estamos perdiendo, precisamen­te por estas cuestiones que se presentan hemos dejado de valorarla. Sucede que las personas de otros países o mexicanos que ya no viven aquí son los que más valoran nuestra cultura, incluso más que nosotros. Claro que es bueno que ellos lo valoren, lo malo es que nosotros no lo hagamos.

En diversas conversaci­ones te refieres al dolor que expresas a través de tu papel como Cleo, en la película Roma, ¿por qué tenemos esta idea de hermanar al dolor con la mujer? No creo que el ser mujer implique sufrir, los hombres también sufren. Tengo hermanos y me doy cuenta que ellos también lo hacen; sin embargo, tenemos esta absurda idea de que los hombres no lloran y que las mujeres sí podemos expresar nuestros sentimient­os. En la película, la soledad hace que afrontemos la ausencia del padre o la pareja, siendo más notable que ellas solas se esfuercen por sacar a sus hijos adelante que un hombre que simplement­e los deja y se va. He conocido uno que otro hombre que se encuentra en la situación de ser padre soltero, y en ambos casos es muy difícil las oportunida­des que tienen solo por el hecho de ser únicamente él o ella y sus hijos.

En aquel elenco compartes con mujeres increíbles, ¿qué mujeres rodean la vida de Yalitza? Mi mamá principalm­ente, quien es madre soltera. Mi papá vive y nos acompaña en diversas cosas, siempre he creído que el hecho que estén separados no implica que estés solo con tu mamá o tu papá, sino ambos deben de estar para sus hijos y uno, como hijo, entender que ellos tienen su vida. Es ella principalm­ente y mi hermana, ella también es madre soltera y siempre hemos estado juntas para apoyarnos, ese es el ejemplo que tengo para seguir adelante.

Aparte de tu rol en Roma, ¿cuál es el papel más importante que estás desempeñan­do en tu vida? Esa no me la habían preguntado (risas). Creo que es seguir dando esperanza a las personas, el papel que muestro en la película siento que le va a dar visibilida­d a todas estas mujeres que trabajan en los hogares, empleadas domésticas en general, porque son personas que siempre las tenemos ahí —bueno yo no, nunca tuve una nana o empleada doméstica— pero considero que a pesar de estar en los hogares no les dan ese valor siendo personas tan importante­s como cualquier otra.

Finalmente, retomemos la Canción Mixteca con la que iniciamos esta entrevista, ¿qué te roba suspiros hoy en día? Me roba suspiros cada momento, es increíble todo esto que parece un sueño. Me roba suspiros estar lejos de casa, y cuando las personas

suspiros.·ENRIQUE se acercan a contarme sus experienci­as después de ver la película, es maravillos­o cómo un papel así puede despertarl­es tantos recuerdos y emociones, y abrirles los ojos… Eso es algo que te roba totalmente los TORRES MEIXUEIRO

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