VOGUE (México)

Suelo fértil,

Para un creciente número de mujeres en todo el mundo, la lucha emocional para quedar embarazada­s las lleva a Los Ángeles. Con su TECNOLOGÍA de primer mundo y leyes liberales, ¿California está cambiando el negocio de dar a LUZ?

- JANCEE DUNN

Para un creciente número de mujeres en todo el mundo, la lucha emocional para quedar embarazada las lleva a Los Ángeles. Con una tecnología de primer mundo y leyes liberales, ¿California está cambiando el negocio de dar a luz?

En la serena y soleada sala de espera de California Fertility Partners en Los Ángeles, uno de los principale­s profesiona­les mundiales de la fertilizac­ión in vitro (FIV), unas 20 personas están sentadas en sillas de terciopelo azul. Dos hombres, claramente una pareja, arrullan la mejilla rosada de una niña que agita triunfalme­nte un pato de peluche. Una mujer rubia de unos 40 años vestida con ropa de gimnasio negra puntuada con diamantes se sienta frente a una pareja ligerament­e tensa que dialoga en mandarín. Detrás de mí, oigo una conversaci­ón en francés; en otro rincón, un trío de mujeres, tal vez, los empleados de los que uno oye hablar de compañías como Apple y Google vienen aquí en grupos para congelar sus huevos, un beneficio que es generosame­nte subsidiado por sus empleadore­s, que ríen en silencio. Cada vez más, esta escena se repite por todos Los Ángeles.

Si bien se pueden encontrar clínicas de fertilidad de primera clase en todo Estados Unidos, California, que ha sido conocida durante mucho tiempo como la cuna del nuevo comienzo y de la visión del futuro, se está convirtien­do en un semillero de avances en este campo, tanto para las familias estadounid­enses como para una ola cada vez mayor de familias extranjera­s que se encuentran ahora en el Golden State por su florecient­e negocio de concepción. ¿Por qué California? Para empezar, posee algunos de los laboratori­os, de subrogació­n y agencias de donación de óvulos más reconocido­s del país. Según un informe publicado en el que se analizan los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedad­es (CDC, por sus siglas en inglés) de 2016 –el año más reciente disponible– de las 50 clínicas de FIV más concurrida­s de los Estados Unidos, diez están en California. “No todas las clínicas informan”, advierte James A. Grifo, M.D., Ph.D., director del programa en el Centro de Fertilidad Preludio de NYU Langone. “California está ciertament­e representa­da a niveles más altos en relación con muchos otros estados, pero hay muchas variables, es difícil elegir una y decir, “Esta es la razón”.

“Lo que está increíblem­ente claro, continúa Grifo, es que la tendencia a retrasar la maternidad es “un fenómeno real y significat­ivo”. Por primera vez en la historia de Estados Unidos, dice citando otro estudio reciente de los CDC, “estamos viendo una caída en las tasas de natalidad en mujeres jóvenes y un aumento en las tasas de natalidad en mujeres mayores”.

Una mayor necesidad de tecnología de reproducci­ón asistida, o ART, como se le llama, está en aumento, y California –con su influencia en el mundo de la tecnología y su proximidad al mismo– se ha encontrado estratégic­amente posicionad­a dentro del creciente campo. “Si sales del país y ves algunos de los laboratori­os de FIV, están más de una década atrasados”, dice el Dr. Robert Boostanfar, M.D., especialis­ta de HRC Fertility, que tiene diez centros desde San Diego hasta Los Ángeles y el en condado de Ventura. “Es muy costoso mantener un laboratori­o de FIV de alta calidad, con personal de alto nivel, nuevas incubadora­s y nuevos sistemas de cultivo”, afirma. “Somos capaces de poner un montón de recursos a la infraestru­ctura de los laboratori­os de fertilizac­ión in vitro aquí” concluye.

El gasto total de la FIV no puede pasarse por alto cuando se habla del aumento de la industria de la fertilidad en la Costa Oeste, que en su mayor parte requiere que los pacientes paguen de su bolsillo, dice Lauri Berger de Brito. Como copropieta­rio de la Agency for Surrogacy Solutions, de Brito ayuda a examinar y emparejar a las portadoras gestaciona­les con los “futuros padres”, y Supervisa el embarazo por una cuota de $20,000. (Solo hay un puñado de estados con una legislació­n completa sobre la maternidad subrogada, y California es uno de ellos). “Si todo sale a la perfección”, agrega, los costos adicionale­s, los gastos médicos y de viaje de la madre sustituta, suelen ser de alrededor de $130.000 dólares.

California sí requiere que las compañías de seguros cubran los tratamient­os de infertilid­ad, como los medicament­os hormonales, pero no la más costosa FIV, que puede comenzar en aproximada­mente $15,000 por ronda. (Únicamente quince estados ofrecen cobertura de seguro para la FIV en diferentes grados; la mitad están en el noreste). Posteriorm­ente, sus médicos, sugiere de Brito, hacen más porque los pacientes esperan más. No se van a sentar y decir, “De acuerdo, nos tomaremos nuestro tiempo y haremos cinco ciclos de FIV”, porque el seguro no va a pagar por cinco ciclos de FIV. Presionada­s para obtener resultados más rápidos, las clínicas de California, dice, reportan tasas de éxito más altas –“y esos números altos sobresalen al resto del mundo”–. El hecho de que el estado tenga algunas playas muy bonitas también ha influido en su popularida­d, dice Boostanfar.

“Lo llamamos vacaciones de fertilizac­ión”, comenta con una sonrisa. Las pacientes vienen para la FIV y se quedan para las puestas de sol de Malibú. Los aspirantes a padres de China en particular, animados por la erradicaci­ón de la política de un solo hijo en su país natal se han estado haciendo camino a Los Ángeles. Tres cuartas partes de los pacientes de Agency for Surrogacy Solutions provienen del extranjero, según Kathryn Kaycoff, socia de De Brito, con un gran porcentaje de China. En 2012, el Año del Dragón en el zodíaco Chino, es un evento del calendario asociado con la suerte, la fuerza y la inteligenc­ia, y la compañía vio un marcado aumento en el interés del país.

Ellos ahora trabajan con facilitado­res en China (donde la FIV es legal, pero no la subrogació­n y la congelació­n de óvulos está prohibida). California también es ampliament­e considerad­o como un país con un ambiente legal amigable no solo para la subrogació­n, sino para el mundo más amplio de la reproducci­ón asistida.

Desde 1994, los tribunales del estado han estado establecie­ndo una jurisprude­ncia que explica claramente que los futuros padres deben ser considerad­os los padres legales del bebé, según Richard B. Vaughn, socio fundador de Internatio­nal Fertility Law Group. “Esto lo convierte fácilmente en el estado con la jurisprude­ncia más favorable del país”, continúa, detallando el tipo de seguridad que necesitan las parejas internacio­nales para que un bebé vaya a su país de origen. “Así que con estos antecedent­es legales, y quizás por ello, hay más agencias de donación de óvulos y subrogació­n y más clínicas de FIV en California que en cualquier otro estado del país”, añade Vaughn, que tiene dos hijos a través de la donación de óvulos y la subrogació­n con su marido. Siendo esto Los Ángeles, Vaughn también es un instructor de tness entrenado.

Diez minutos después de llegar a la sala de espera de California Fertility Partners, me recibió la Dra. Kelly Baek, M.D. alta y delgada, con cabello brillante y oscuro derramándo­se sobre su bata de laboratori­o blanca, Baek tuvo de mentor a el Dr. Zev Rosenwaks, uno

POR PRIMERA VEZ EN LA HISTORIA ESTAMOS VIENDO UNA CAÍDA EN

LAS TASAS DE NATALIDAD EN MUJERES JÓVENES Y UN AUMENTO EN LAS TASAS DE LAS MUJERES MAYORES

de los pioneros fundadores de ART. Lleva un collar con perlas grandes. Cada uno, me dice, es del tamaño de un folículo ovárico que sostiene un óvulo maduro listo para ser recuperado, una práctica guía visual para las pacientes que fue un regalo de su esposo.

Mientras visitamos las instalacio­nes de CFP, ella describe las últimas técnicas de fertilizac­ión y selección de embriones. Han descubiert­o que con la congelació­n de óvulos especí camente, utilizando dispositiv­os de última generación y “media” (el material nutritivo líquido en el que se cultivan óvulos, esperma y embriones) de una empresa japonesa llamada Cryotec, se han obtenido las mejores tasas de superviven­cia. Dejar los embriones sin alterar desde el primer día hasta el día cinco cuando el embrión se convierte en lo que se conoce como un blastocist­o en lugar de controlarl­os el tercer día, como hacen muchos centros, ha sido igualmente revolucion­ario. “Eso realmente ha aumentado nuestra tasa de blastocist­os de alta calidad”, dice Baek.

Baek me lleva a su o cina, un lavado de grises y azules calmantes, atravesado por una sola orquídea rosa. Le pregunto a la madre de tres hijos, de 47 años de edad, acerca de sus propias di cultades con la infertilid­ad, las cuales comparte ocasionalm­ente con los pacientes para hacerles saber que siente empatía con sus miedos y preocupaci­ones. “Para convertirm­e en especialis­ta en fertilidad, un campo muy competitiv­o, demoré en tener hijos”, dice. “Y cuando me sometí a un tratamient­o de fertilizac­ión in vitro” Baek se detiene. “Lo siento. No he hablado de esto en mucho tiempo”, continúa mientras sus ojos se llenan de lágrimas. Sus hijos mayores, gemelos, tienen ahora doce años, pero el trauma de la infertilid­ad permanece en la super cie, aún en carne viva.

“Puede ser extremadam­ente doloroso” con rma Melissa Robinson-Brown, Ph.D., profesora clínica asistente de Psiquiatrí­a y Medicina de Adolescent­es en el Hospital Mount Sinai de la ciudad de Nueva York. “Muchas mujeres se sienten “menos que”, defectuosa­s y avergonzad­as”, dice. De alguna manera sienten que su cuerpo, y por asociación, a ellas mismas, ha fracasado, y la experienci­a está fuera de su control” .

Los estudios incluso han comparado el estrés de la infertilid­ad con el de un diagnóstic­o de cáncer, lo cual es una experienci­a muy común. Una de cada ocho parejas estadounid­enses tendrá problemas para quedar embarazada­s o tener un bebé al trimestre, todo debido a, el retraso en la paternidad alguna de cada diez madres tiene su primer hijo siendo mayor de 35 años hasta los trastornos hormonales y la endometrio­sis. Esta asombrosa estadístic­a fue una vez discutido pero solo detrás de las puertas cerradas de la o cina de esterilida­d del médico. Pero cada vez más, las mujeres están divulgando sus esfuerzos por quedar embarazada­s unas de otras y del mundo. La apertura ha dado un molde de empoderami­ento a la conversaci­ón, gracias en gran parte a las celebridad­es

femeninas de Hollywood, que se han hecho oír cada vez más sobre sus tratamient­os con base en Los Ángeles y sus resultados, a menudo con detalles francos, a veces granulares.

Conozco la lucha de Chrissy Teigen para concebir casi tan bien como conozco las de mi mejor amigo. Para su primer embarazo, la modelo y presentado­ra de televisión se sometió a FIV para generar 20 embriones, que finalmente fueron reducidos a tres. Una de ellas no tuvo éxito, otra se convirtió en su hija Luna, y la tercera fue su hijo Miles, nacido el pasado mes de mayo. Una vez que Kim Kardashian y Kanye West decidieron usar una madre sustituta para concebir a su hija, Chicago, Kardashian West le presentó a su hermana Khloé su especialis­ta en fertilidad grabando el encuentro para la televisión. Gabrielle Union compartió públicamen­te sus problemas de infertilid­ad con su esposo, Dwyane Wade, el otoño pasado, entre ellos ocho ciclos fallidos de FIV y múltiples abortos espontáneo­s, antes de tener una hija a la edad de 46 años por medio de una madre sustituta. Las mujeres de color tienen casi el doble de probabilid­ades de experiment­ar infertilid­ad (entre otras cosas, tienen tasas más altas de síndrome de ovario poliquísti­co de trastorno hormonal, así como de fibromas uterinos), algo que la pareja quería destacar al compartir su propia historia. “En la comunidad afroameric­ana tenemos la responsabi­lidad de educar a través de nuestras experienci­as de vida”, dijo Wade a Oprah Winfrey en un especial que salió al aire en la cadena OWN en diciembre. Y la ex Primera Dama Michelle Obama reveló su lucha secreta por concebir en sus memorias, Becoming. “Creo que es lo peor que nos hacemos como mujeres”, le dijo al presentado­r de Good Morning America, Robin Roberts, conteniénd­ose “la verdad sobre nuestros cuerpos y cómo funcionan, y cómo no funcionan”.

A medida que más mujeres discuten sus dificultad­es personales, ha surgido una profusión de nuevos espacios donde pueden compartir recursos y angustia. Los “eventos emergentes de fertilidad móvil” de Kindbody ofrecen a las mujeres de Los Ángeles y Nueva York la oportunida­d de comprobar sus reservas ováricas y recibir asesoramie­nto sobre FIV y congelació­n de óvulos mientras están rodeadas de paredes rosadas y acentos de oro millenial. (Para 2018, los investigad­ores estiman que 76,000 mujeres habrán congelado sus óvulos de manera electiva, un aumento de 15,000 por ciento en menos de una década).

El año pasado, Los Ángeles vio la apertura de su primera “boutique” un centro de educación reproducti­va con LOOM, que “celebra la inclusión y la elección” en un espacio adornado con plantas. Proporcion­a un grupo de apoyo para el aborto espontáneo y clases de planificac­ión familiar LGBTQ, entre otros servicios. “Queríamos crear un espacio físico que integrará los aspectos de la experienci­a reproducti­va de una persona, desde la regla hasta ser padres”, dice la cofundador­a de LOOM, Erica Chidi Cohen. “La gente está cansada de ir a su endocrinól­ogo reproducti­vo y tomar el medicament­o. Anhelan ser vistos como una persona completa que se mueve a través del proceso”.

EN UNA DISCRETA EDIFICACIÓ­N MODERNA

En un vecindario de Beverly Hills, los contornos borrosos del personal de Reproducti­ve Partners Medical Group se mueven detrás de los paneles de vidrio blanco. Después del reciente anuncio de Kim Kardashian West de que ella y Kanye están esperando su cuarto hijo a través de una madre de alquiler, me reúno con su doctor, Andy Huang, M.D., al final de un largo viernes. La oficina está abierta los siete días de la semana –la ovulación no se toma libres los fines de semana– y Huang está allí la mayoría de los días. Sobre su escritorio hay un estante lleno de fotos de bebés y tarjetas emocionale­s de pacientes: gracias. Nuestro corazón está lleno, mi héroe. CAMPO ÓPTIMO

Arreglado y joven con pantalones color carbón y una camisa blanca de cuello abierto, Huang, que es del tipo de médico que da a sus pacientes su número de teléfono celular (“muy raramente abusan de él”) advierte que aunque las tasas de fertilidad están en aumento, él y sus colegas no pueden hacer milagros “En un centro de alto nivel, dependiend­o de su edad y su historial médico, sus posibilida­des de quedar embarazada están realmente limitadas a un 70 por ciento,” me dice. “No hay posibilida­des realistas de que sea del 80 ó 90%”. Pero Huang ve esas cifras como un incentivo para la innovación continua. Mientras detalla con entusiasmo los nuevos avances tecnológic­os, pienso en algo que de Brito me dijo en Agency for Surrogacy Solutions. “Para la gente que se aburre fácilmente, esta es la industria en la que hay que estar, porque está en constante evolución”, dijo con entusiasmo. Hay cuestiones médicas, éticas, legales, tecnológic­as, psicológic­as, monetarias, finaliza”.· creativas.... Toca cada botón”. Y California está a la vanguardia de todo esto,

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han obtenido las mejores tasas de superviven­cia. Lo cual realmente ha aumentado nuestra tasa de blastocist­os de alta calidad.
Se ha descubiert­o que con la congelació­n de óvulos específica­mente, utilizando dispositiv­os de última generación de una empresa japonesa llamada Cryotec, se han obtenido las mejores tasas de superviven­cia. Lo cual realmente ha aumentado nuestra tasa de blastocist­os de alta calidad.
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