Amor Natural
Un espacio con una BELLEZA única fue el escenario de la ecowedding protagonizada por Fernanda Caballero y Aldo Chaparro. Una celebración diferente y llena de VIDA
Un auténtico amor del siglo XXI es lo que resume la historia de amor de Fernanda Caballero y Aldo Chaparro, pues a pesar de que nunca habían cruzado una sola palabra, gracias a las redes sociales ellos ya se conocían sin conocerse, bastando un solo mensaje para darse cuenta que eran el uno para el otro, “estaba enamorado de su universo, su gusto y la energía tan bonita que proyectaba”, dice Aldo.
Desde el primer momento es evidente que la boda de esta pareja artística marcaría la diferencia, empezando por los zapatos de la novia –unas botas Isabel Marant color rojo–, el vestido de novia diseñado por Kris Goyri, especialmente para ella, la inspiración visual de la boda – Paradiso Perduto– entre uno y mil detalles más. “Lo más importante fue mantenernos reales y honestos a quienes somos... Nos involucramos tal vez hasta más de lo que debíamos. En cada detalle, en cada parte del proceso, pero todo terminó siendo justo como lo queríamos”, dice la
pareja. Para ellos, una de las cosas más importantes era casarse en la naturaleza sin causar desperdicio alguno, lo que implicaba ciertos retos porque debía ser un lugar en el que la jardinería fuera una propuesta y que al mismo tiempo tuviera la infraestructura para que su boda sucediera a la perfección y, en tiempos en los que la conciencia ambiental es más fuerte que nunca, Fernanda Caballero y Aldo Chaparro apostaron por la tendencia en la cual el amor y la naturaleza se mezclan para hacer la combinación perfecta, las ecoweddings. “Para mí, la naturaleza es la iglesia más real, siempre fue importante para los dos sentirnos rodeados y acogidos por lo que más nos da felicidad y donde nos sentimos más nosotros mismos”, afirma la novia.
Las bodas ecológicas se basan en el ahorro y uso eficiente de todos los recursos, lo que va no solo en beneficio del planeta, sino que también del bolsillo. La ceremonia estuvo orientada en favor de lo orgánico y lo natural, celebrando al mismo tiempo el momento más especial de sus vidas. Agua Viva fue el lugar de elección ubicado en Xochitepec, Morelos. Un lugar con una belleza impresionante, lagos vivos, árboles centenarios, bordeado por ríos y bajo la sombra del cerro Colotepec, que ofrece preciosos jardines, fue el escenario perfecto que contribuyó para que el amor y energía se sintieran en todo momento. “Fue increíblemente real”, dice la pareja.