Revitalizar el PASADO
Eduardo Sarabia, uno de los artistas más INFLUYENTES del momento, inaugura el próximo 12 de mayo la exposición El Toro y otros relatos, que podrá verse en el Museo Universitario del Chopo de la Ciudad de México. Una REGRESIÓN a la infancia en la que el hu
Cuando era niño, Eduardo Sarabia (Los Ángeles, 1976), era bueno en Matemáticas, un dato que observado con la perspectiva del tiempo puede interpretarse como su personal e intransferible magdalena proustiana; esto es, un niño hijo de inmigrantes mexicanos nacido en Boyle Heights, un duro barrio de la megalópolis californiana, que descubre que la pintura y el arte pueden convertirse en un sendero hacia la salvación personal. “Cuando era niño algunos maestros notaron mi destreza para el dibujo y con el fin de apoyarme hablaron con mis papás para hacérselo saber. Gracias a la concentración y al apoyo de estas personas y mis padres logré ganar una beca para estudiar pintura en la Unión Soviética, algo muy inusual para un niño de Boyle Hights”, relata Sarabia a Vogue.
Eduardo Sarabia, que desarrolla su creatividad en su estudio de Guadalajara, regresa a la CDMX con la exposición El Toro y otros relatos, que podrá verse en la Galería Sur del Museo Universitario del Chopo desde el próximo 12 de mayo. Una muestra que, entre otros análisis, rinde homenaje al Toro Valenzuela, estrella de los Dodgers de la década de los 80 y referencia imprescindible de las ligas mayores de béisbol al norte del Río Bravo. “Ver a los Dodgers con mi papá es algo que recuerdo mucho de mi infancia. Esos acontecimientos sutiles que suceden en la realidad pero que la configuran desde una alta potencia, aparecen con frecuencia y distintas formas en la exposición”, explica. La muestra, según el propio Sarabia, está conformada “por una serie de tibores de cerámica producidos en Guadalajara que evocan mis propias dimensiones físicas”.
La relativización y el humor, dos constantes en la carrera de un artista que ha expuesto en España, Italia, Japón o Estados Unidos, también estarán presentes en El Toro y otros relatos; especialmente el segundo, sutil arte que no deja de recibir el maltrato de censores y ofendidos en todo el mundo. “El sentido del humor es muy importante en mi trabajo porque me permite abordar temas que pueden llegar a ser muy complejos desde un punto de vista alterno que reduce la tensión. Es una constante en el desarrollo de mi trabajo. Siempre va a estar ahí”, matiza.
Centrado en su inminente exposición en el Museo Universitario del Chopo, Sarabia mira al futuro desde la incertidumbre de la coyuntura actual, marcada por la desigualdad económica y la reticencia hacia el ecologismo que puede adivinarse en muchos gobiernos. “Creo que el mundo se está enfrentando a la necesidad de acudir a una era más consiente con respecto a nuestra relación con la naturaleza, a los derechos humanos, a la manera en que nos encontramos con los otros. Debemos darnos una oportunidad concluye.· de estar más receptivos, sensibles sobre lo que pasa en nuestro entorno y nuestras comunidades, nuestras tradiciones y culturas”,