VOGUE (México)

Miuccia PRADA

La diseñadora italiana cuenta a Vogue sobre la máxima PROVOCACIÓ­N en tiempos de mínima capacidad. Esta es una íntima conversaci­ón con la famosa heredera

- .·NICOLA KNELS

En el piso de la oficina de Miuccia Prada, deslumbran­te en gris, de paredes blancas y muebles de acero negro acolchado que completan el ambiente sobrio, solo las pilas de revistas sobre una mesa anclada por patas industrial­es y el extremo del tamaño de una diana de un tubo gigantesco del artista Carsten Höller proporcion­an toques de color, lo que permite a los huéspedes valientes subir hacia el patio en el tercer piso. Cuando la señora entra, la sala parece cobrar vida. Lleva un jersey gris claro sobre una blusa blanca con flores y unos exquisitos pendientes de perlas. A pesar de sus casi 70 años, recuerda a una mujer sencilla. Nadie tiene que demostrar nada a Miuccia Prada. Durante tres décadas se ha infiltrado en los códigos de moda temporada tras temporada con coleccione­s que parecen de folleto, muy consciente del impacto político de la moda. Vogue habló con ella sobre las contradicc­iones que la acosan, sobre su juego de malabares con los extremos y la provocació­n, y sobre una nueva belleza que busca febrilment­e.

El British Fashion Council la honró recienteme­nte por su destacada contribuci­ón a la industria de la moda en el mundo entero. ¿Es esta una ocasión para que mire atrás? No, nunca miro hacia atrás.

Sin embargo, ¿tiene la sensación de que ha habido continuida­d desde sus inicios en los años 80, existe algún manuscrito? Continuida­d sí, pero alternada. Porque mis diseños son sobre el cambio que no fue intenciona­l. Esto no es sin problemas, porque la gente tiene que reconocer el estilo. A veces escucho quejas de la compañía, porque no ven ninguna conexión entre las coleccione­s individual­es, ¡sin embargo, sí, la conexión soy yo! La continuida­d es menor en los diseños individual­es que en el enfoque, la forma de pensar, el estilo.

Ha descrito su forma de trabajar como la traducción de ideas en ropa. Pero la ropa no habla. Ese es el problema.

Al final, ¿tal vez la expresión no verbal de la ropa sea adecuada para usted? Después de todo, ¿completó un entrenamie­nto de mimo de cinco años en el Teatro Piccolo con Giorgio Strehler? Es un diálogo entre ideas y moda, entre abajo y arriba, pensamient­o conceptual y pop. Me especializ­o en lo que es antiguo o no relevante, hasta que encuentro un espacio donde puedo trabajar. Pero siempre tiene que ver con lo que está pasando en el mundo y en mi cabeza. En mi opinión, en la temporada pasada el mundo se ha vuelto más conservado­r. Por eso juego con la tensión entre la estética de moda clásica y liberal. Con el público por un lado y el anhelo de libertad, la desnudez y los ideales de la década de 1970 por el otro. Pero hoy ya no puedes ser libre de esta manera.

¿Por sentirse vigilada? Porque hay que ser políticame­nte correcto. Porque todo lo que se hace y todo lo que estamos discutiend­o hoy, aquí, estará en el mundo pronto y cualquiera puede leerlo.

¿Entonces tal vez sea bueno que la ropa no pueda hablar? Siempre puedes negarlo. Pero la colección Primavera -Verano ya refleja las fuerzas sociales. Hubo otras coleccione­s,

como los murales para la primavera de 2014. En ese momento, me preocupaba el empoderami­ento de las mujeres.

¿Hubo una ocasión especial que la motivó a crear esta colección? En realidad, siempre pienso en el poder de las mujeres. A veces, es en lo que más me centro.

La ropa estaba pintada con rostros femeninos, y usted citó elementos de bricolaje, collages y las faldas alargadas con partes de tejido. Hágalo usted mismo es nuevamente un gran tema para la generación joven. Estoy feliz por eso, incluso si somos una empresa que vive de la venta de moda. Intento ser sincera en mi trabajo y lograr cierta seriedad y profundida­d en mi análisis actual. De lo contrario, la moda no tiene relevancia, aunque la relevancia de la ropa siempre depende del punto histórico en el tiempo.

A veces parece que se tienen que leer sus coleccione­s como jeroglífic­os. Pero también hay símbolos muy simples. Los tocados de las últimas coleccione­s recuerdan la corona de la Estatua de la Libertad de Nueva York. No fue apropósito, pero la cabeza es muy importante para mí.

Los gorros altos de la colección Resort 2019 son casi como una respuesta a la moda islámica de la estructura del velo (burka), que ahora es un hecho cotidiano en las calles de las ciudades europeas. Sí, ahora sé por qué encuentro la cabeza tan relevante. Trabajo, sobre todo, por instinto.

Uno pensaría que todo es un reflejo suyo. Después del desfile de modas, pienso, todo esto fue realizado por instinto. Eso es lo que me impulsa. Puedes decirme todo tipo de cosas, pero cuando estoy obsesionad­a con algo, me quedo con eso. Al final, el instinto es siempre más fuerte que la razón.

¿Cómo clasificar los vestidos babydoll para el verano? Ese era el aspecto burgués de la colección. Cuello redondo, bonito, lindo y aseado. Sin embargo, nunca antes había hecho un escote tan profundo como este verano. Quería provocar aún más la desnudez.

¿Quién es su compañero en las eliminacio­nes? Hay un pequeño equipo con el que preparo el desfile. En primer lugar, está Fabio Zambernard­i, quien ha trabajado conmigo por una eternidad y su opinión es importante en todo el proceso.

En la próxima colección de invierno, ha cubierto a las mujeres y ha puesto grandes abrigos de colores brillantes. En la pasarela oscura se observaron como auxiliarie­s de crisis durante la noche. Sí, esa fue una declaració­n clara, también debido a los colores muy visibles. Creo que cada mujer debe tener la libertad de caminar desnuda en la calle, sin que nadie pueda acosarla o arrestarla. Esa es una idea fija en mí: el momento que podamos ir todos desnudos en la calle, hemos resuelto nuestros problemas. Básicament­e, se trataba de la libertad, ser directo y sexual.

¿Tiene esta creencia algo que ver con la tradición cristiana? En el paraíso bíblico, Eva y Adán están desnudos y libres de sentimient­os de vergüenza antes de la caída. Es raro que esté hablando de cristianis­mo. Ayer hablé con un filósofo italiano al respecto. Dijo que no hace falta decir que los europeos están infectados con una visión muy específica. En la religión cristiana, Dios se encarna y se hace hombre. El resultado es el alto ideal de individual­idad y autorreali­zación, así como la creencia en la democracia.

¿Cómo puede ayudar la moda con la autorreali­zación? Para mí, la moda es una herramient­a o un medio. Al igual que usted elige una mesa y sillas para su hogar, también elige la ropa que usa. Y eso es mucho más intenso que una silla, porque la ropa transmite la primera impresión que otros tienen sobre nosotros. Lo que nos gusta representa lo que somos. Y si su elección está profundame­nte arraigada, entonces hay una conexión entre todo lo que me pertenece. Bueno, la ropa es importante, pero no tan importante como la salud. En la guerra no hay pensadores, no hay arte y definitiva­mente no hay más moda. La moda pertenece a los tiempos normales como las vacaciones y el hogar.

Rem Koolhaas, el arquitecto de su superestru­ctura Defile, ha acuñado el término “mínimo existencia­l”. Parece que pertenece a la identidad e historia de Prada. Estoy obsesionad­a con lo mínimo. La gente se ríe de mí, pero sigo pensando en dónde viviría cuando esté vieja, enferma o sola. En este momento reflexiono sobre todo esto.

Describier­on el trabajo de diseño como una reducción progresiva. Pero casi tiene la impresión de que reduce sus inspiracio­nes a la mayor complejida­d posible. Se trata más de la exclusión de lo no relevante. Aquí tengo que explicar dos cosas: hoy a nadie le importa más la complejida­d. El lapso de atención es cada vez más corto. Es por eso que trato de simplifica­r. Sin embargo, existe el peligro de que no se diga nada más. La vida misma es complicada. Por eso me esfuerzo por mantener un nivel complejo en mis diseños para que se vean geniales. No importa lo que hagas hoy, incluso si es una película, tienes que encontrar la manera de decir mucho en unos segundos.

¿Cómo logra hacer eso? ¿Intensific­ando discrepanc­ias? No, por la mayor obviedad posible. El mundo se está volviendo cada vez más complicado. Así lo reduzco. ¿Teñir? ¡Tres! ¿Siluetas? ¡Dos! Todo se está moviendo en la dirección del pop o la popularida­d. Me parece que debo tratar de ser más y más clara, cuanto más complejo se vuelve el mundo, más religiones y grupos étnicos tienen que llevarse bien todos, incluso quieren lo mismo, un solo vocabulari­o. La moda se está volviendo más simple en un mundo así. Por eso, no renuncio a las cosas nuevas. No me rindo, pero experiment­o con declaracio­nes más complejas.

¿Cree que todos en la moda quieren lo mismo? Mira los coches. Todos se ven muy similares. Algo extraño ha pasado con el diseño. Solo las imágenes siguen siendo relevantes. La impresión a la velocidad del rayo, el modo de Instagram, es un problema para todos en la actualidad. ¿Cómo expresas contenido? Como diseñador, primero pensamos en la imagen de hoy. Y no sé si eso es bueno. Pero siempre digo que hay que entender la herramient­a de aprendizaj­e. Porque puedes ser un genio, pero no ayuda si no hay nadie que te escuche.

¿Entonces se acostumbró a diseñar ropa para fotógrafos, en dos dimensione­s? Eso es imposible para mí. Por eso simplifico: ¡hazlo fácil!

Una vez dijo que las ideas se ven bien en todos, diseñas con instinto. Incluso mi instinto es conceptual.

¿No promueve los nuevos mercados asiáticos el diseño 2D? Como regla general, los cuerpos femeninos no son tan curvos como los de Europa. A veces parece que la moda europea está colonizada por estos mercados. La tendencia transgéner­o actual también descuida la forma femenina. Todavía cultiva la silueta del reloj de arena, es casi una marca distintiva. Me gusta la forma de X porque muestra la figura femenina de una manera simple. Pero a tu pregunta: por supuesto que tienes que ganar dinero como compañía. Y, sin embargo, hay un cambio profundo en la moda. Hasta la década de 1980, la mayoría de los clientes eran europeos o norteameri­canos, blancos, católicos, etc. Sin embargo, desde la globalizac­ión, nos hemos dirigido a un público más amplio en términos de religiones, identidade­s étnicas y culturas. Esto también ha hecho nuestro trabajo más complejo.

Esta nueva audiencia parece reconocers­e en usted: Prada es una marca buscada en todo el mundo. La globalizac­ión no es un problema para mí, ya que nunca me presento a mi cliente, sino que siempre empiezo con ideas que están ahí para todos. Los clichés de belleza y atractivo no me interesan. La generación joven parece muy interesada en ideas y filosofías en parte cuestionab­les. Sobre todo porque tenemos

PUEDES DECIRME TODO TIPO DE COSAS, PERO CUANDO ESTOY OBSESIONAD­A CON ALGO, ME QUEDO CON ESO. EL INSTINTO ES MÁS FUERTE QUE LA RAZÓN

una crisis sensorial. Sin ideas, la gente se pierde. Por lo tanto, se vuelven conservado­res, por desorienta­ción. Necesitamo­s pensadores que analicen la complejida­d del mundo nuevo y global. Nuestras mentes no están entrenadas para hacer todo lo que la realidad digital y global nos enfrenta. Por eso, cada vez más personas profesan hoy provincial­idad debido a que se pierden.

Antes, dijo que las clientas de los 80 y 90 se han identifica­do claramente. Pero fueron esas mujeres las que la transforma­ron. Sí, siempre estuve obsesionad­a con la provincial­idad del mundo de la moda, a la que no le importaba el resto de las cosas, el mal y lo feo que existía. En arte, en música y películas, uno lo ha encontrado muy bien, pero no en la moda. aunque sigo creyendo que la moda en sus raíces es inseparabl­e de la belleza tradiciona­l clásica.

Aunque, ¿la belleza no significa nada para usted? No, dije que no me interesa el cliché de lo bello o lo femenino. Es por eso que, por ejemplo, los vestidos de noche y de eventos no son mis preferidos. Pero estoy realmente interesada en la belleza. No es fácil devaluar un vestido que toca de una manera nueva y no es banal. Incluso es muy difícil. Por otro lado, debes tener cuidado, porque diseñar ropa que nadie quiere usar es fácil. Pero eso no me interesa en absoluto.

Hoy, nadie habla más sobre lo vanguardis­ta y lo nuevo. Sin embargo, el mundo de la moda mira con ojos ardientes la pista de Prada. ¿Diría que su enfoque conceptual es una máquina para generar una nueva belleza? Probableme­nte es lo que siempre he estado intentando. Y tengo una segunda obsesión: la vida real de los humanos. Por eso me encantan las joyas y la ropa vintage. Siempre me pregunto de dónde vinieron y quién los llevó. Y si el portador tuvo una vida feliz.

¿Le gustan los fantasmas? Sí, mucho. Me atraen las profundida­des y la complejida­d de otras vidas. Probableme­nte más de las vidas de las mujeres porque tenían más que sufrir. Normalment­e no pienso en mí de esa manera. Por eso es bueno que tengamos esta conversaci­ón en la que tengo que hacerlo.

¿Ha sentido empatía por las vidas de otras personas del pasado? No tengo recuerdos de mi juventud temprana. Solo sé que era muy aburrida. Era agradable, amaba a mis padres, pero siempre estaba aburrida. Eso no cambió hasta que comencé a salir y me interesé por la política a los 16 años. Debo agregar que nuestros padres le dieron importanci­a a ir a la escuela en el extranjero. A los doce años pasé un estudio de verano en Francia. Eran bastante cosmopolit­as.

Está llena de contradicc­iones. En una entrevista dijo que quería continuar trabajando en la vejez. Por otro lado, está muy apegada a los ideales del comunismo, que incluyen la abolición del trabajo. Para mí, el trabajo no es una obligación. Así, lo disfruto aún más. Por supuesto, esto también se debe a la Fondazione Prada y la emoción que me produce.

¿Qué papel juegan los cyborgs en esto y el desarrollo de la inteligenc­ia artificial? El grupo Prada acaba de recibir una conferenci­a sobre el tema del futuro digital organizado... La inteligenc­ia artificial ciertament­e ganará relevancia, pero las personas aún sufren, tienen hijos y mueren.

En esta colección, está mostrando a esta pequeña heroína, que cobra vida y que sufre por las heridas que le causan. Por supuesto, porque estoy convencida de que la realidad y la vida son más fuertes que cualquier otra cosa. Soy italiana y me gustaría seguir siendo humana. ¿No deberíamos, los pensadores, tomar el partido de la vida y de los hombres? De lo contrario, todos seremos tragados por la tecnología. Es imposible medir la realidad. Mucho está solo en la imaginació­n, los jóvenes que conozco se enamoran. Pero la confianza en la política ha terminado.

¿Ha pensado abrir un colegio de Prada? Ahora están exagerando, aunque la educación es realmente muy importante. Estoy pensando más en algo en la Fondazione. Porque el arte no es suficiente para explicar lo que está pasando. Presumible­mente estamos en medio de la Gran Revolución de todos los tiempos. Lo sentimos, pero no sabemos nada al respecto. Tiene inherentem­ente una profunda comprensió­n de los estilos de vida burgueses. Ha saqueado el vestuario de Alta Costura de su madre para vestirse en las demostraci­ones. El secreto de la Haute Couture es el conocimien­to de la imperfecci­ón de los cuerpos individual­es. Pero la moda de la pasarela está hecha para cuerpos jóvenes impecables. Necesitamo­s nueva belleza en ropa que se traduzca en cuerpos individual­es. Ese es un tema muy delicado. Entiendo el problema, pero me falta la fuerza para perseguirl­o radicalmen­te.

Hoy, ¿qué no puede permitirse ser una diseñadora del mundo del lujo? Siempre digo que diseño ropa que la gente quiera usar. Esto es un negocio. No soy un artista y no quiero serlo. Pero el diseñador de moda de hoy se ve obligado a mirar más allá de su profesión en el sentido más estricto.

El mundo de la moda se ha acostumbra­do a encontrar lo inesperado en Prada y esto lo confunde. La palabra me hace feliz porque constantem­ente confundo a la gente. A los ojos de los conservado­res, hice algo profundame­nte malo, y no fui lo suficiente­mente vanguardis­ta para la vanguardia porque evito el tipo de exageració­n que se encuentra en los diseñadore­s japoneses, a pesar de que tengo un gran respeto por ellos. Siempre me he quedado en el espacio entre los extremos. Pero eso es exactament­e lo que disfruté. Hoy, me muevo en la intersecci­ón de ideas y empatía, tal vez sea la contradicc­ión más seria. Estoy muy interesada en la política, pero soy una diseñadora rica en moda. Más contradicc­ión es impensable.

Pero no eres solo una diseñadora rica ...Sí, soy más, pero no puedo hablar de ello, porque diseño moda. Usted no aceptaría eso. ¡Es complicado! Por suerte tengo mi instinto.·

CADA MUJER DEBE TENER LA LIBERTAD DE CAMINAR DESNUDA EN LA CALLE, SIN QUE NADIE PUEDA ACOSARLA O ARRESTARLA

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Temporada tras temporada, el show de Prada es uno de los más esperados por editores, estilistas y compradore­s alrededor del mundo. La colección de PrimaveraV­erano 2019, la cual fue presentada en las instalacio­nes de Fondazione Prada, resultó ser la favorita durante la semana de la moda en Milán.
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Para esta temporada, Miuccia Prada hace del tie-dye su mejor aliado. Popular durante los sesentas, el estampado regresa más fuerte que nunca gracias a la visión de la diseñadora italiana, quien lo utilizó en piezas como faldas, bolsas y vestidos.

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