En pie de LUCHA
Nos remiten a las DIOSAS de los 90 pero hay algo distinto en ellas... La nueva generación de active models camina al compás de las masas activistas para hacer de su imperio, un EJEMPLO a seguir
¿Cómo olvidar a las emblemáticas supermodelos que protagonizaron los revolucionarios años 90? Naomi, Cindy, Linda, Tatjana y Christy, también conocidas como The Big Five, estrenaron la década en la portada de British Vogue. Cuatro de ellas sorprendieron en el video musical de George Michael cantando Freedom! ’90. Luego apareció Claudia Schiffer, quien reinó sobre las pasarelas de la época junto a Kate Moss, que propuso un nuevo estereotipo de belleza con el andrógino waif look en la campaña de jeans para Calvin Klein. Y en 1999, mismo año en el que Vogue desembarcó en México, se convirtió en la cara de Burberry.
Mientras la vida personal de las nineties girls era casi un misterio, actualmente a través de Instagram, podemos saber todo lo que hacen en su cotidianidad quienes desfilan para las firmas más renombradas. Esto permite a miles de jóvenes identificarse con las cover girls que aparecen en las revistas más prestigiosas, bajando el nivel de idealización, lo cual resulta sumamente estimulante.
Las modelos de hoy se enfrentan, con menos de veinte años, a una desmedida fama reflejada en millones de seguidores en sus redes sociales, lo que les genera vértigo e implica un gran desafío personal. Como decía Uncle Ben en Spiderman: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.
Así es como esta nueva generación de modelos encara tanta popularidad: con compromiso, un espíritu activista y ánimo de generar un cambio significativo.
El empoderamiento femenino, la aceptación de la diversidad, la celebración del cuerpo con sus imperfecciones, la colaboración con causas filantrópicas y la oposición a la violencia, son solo algunos de los temas que la nueva camada de modelos de portada embandera para hacer de su influencia una semilla de revolución.
Gigi Hadid, la homenajeada en la portada de esta edición, promueve el feminismo estableciendo que se trata del apoyo entre mujeres y habla abiertamente acerca de su tiroiditis de
Hashimoto, determinando que no se debería juzgar a una per
sona por su cambio de peso. En 2017, participó junto a Bella, su hermana menor, de una protesta contra el veto migratorio en Estados Unidos a países de mayoría musulmana. También una musa del momento, Bella padece la enfermedad de Lyme y en 2016 habló acerca de su afección con el fin de recaudar fondos para ayudar a otros que sufren lo mismo.
La exótica belleza de Adwoa Aboah trasciende su apariencia. Después de superar enfermedades como la depresión y la drogadicción, la británica decidió lanzar The Gurls Talk Podcast, un espacio de profundas conversaciones entre mujeres que no le temen al tabú y que apunta a ser un apoyo para quienes estén transitando un momento difícil. El activismo transgénero, los desórdenes alimenticios y la autoaceptación son solo algunos de los temas que trata con frescura y sensibilidad.
Otro podcast que vale la pena conocer es Pretty Big Deal with Ashley Graham. La modelo encabeza el movimiento que propone la diversidad de talles en el mundo del modelaje, sin embargo, en una entrevista con Amy Schumer, enfatiza la necesidad de eliminar la etiqueta plus-size model sobre cada una de sus fotos, para que la integración sea total y no segmentada como un caso especial.
Winnie Harlow, con su falta de pigmentación en la piel, demuestra que todo “defecto” puede ser visto como una virtud y que la belleza también se manifiesta en la diferencia. Emily Ratajkowski, por su parte, defiende sus ideales feministas como nadie. El año pasado llegó, incluso, a ir presa por protestar en contra del ascenso político de un abogado, denunciado por acoso sexual reiterado. Hailey Baldwin Bieber se asoció a UNICEF con el fin de juntar fondos para niños con necesidad de atención médica, agua potable, comida y educación. Y Kendall Jenner, entre otros actos de caridad, se ocupa de vender la ropa que no usa y recaudar dinero para un hospital de niños en Los Ángeles.
La nueva generación de top models demuestra que sus caminatas a paso firme ya no se remiten a la pasarela, sino que protagonizan marchas de revolución, y prueba que es en vano sostener un megáfono si no hay nada que decir. Con sus rostros, no únicamente buscan hacer de una portada una memorable edición, sino ser la cara visible de una buena causa. ·CAMILA GALFIONE