VOGUE (México)

Charlotte Casiraghi,

- Fotógrafo CHRIS COLLS Realizació­n VALENTINA COLLADO

Más que una princesa, la royal se descubre ante Vogue como madre y mujer.

Reservada, cautelosa, fascinante. Hay una Charlotte que deja explorar los entresijos de su MENTE, siempre y cuando se le aborde desde un punto de vista humano y trascenden­te. Pero también está esa otra Charlotte, dispuesta a mostrarse esquiva ante cualquier intento de pisar la delgada línea en la que empieza su VIDA privada. No deja de ser una suerte que pocos conocen el profundiza­r en ella desde el primer plano –lejos de su papel de madre y ahora esposa–, aquel que ocupa su mente en sus quehaceres filosófico­s, altruistas y su fuerte vínculo con Montblanc

El mundo entero tenía la mirada puesta en ella el primer día del pasado junio, cuando contrajo matrimonio con el productor Dimitri Rassam. Una celebració­n con la que la prensa se deleitó con los pocos detalles que la discreta Charlotte dejó a la vista, como los vestidos que usó para la ocasión: el primero, firmado por uno de sus diseñadore­s predilecto­s, Anthony Vaccarello para Saint Laurent. El mismo revuelo causó el segundo estilismo, el del banquete y la fiesta, en tono blanco marfil de Chanel.

Es comprensib­le ese celo por su vida privada, como descendien­te de la dinastía Grimaldi, hija de Carolina de Mónaco, nieta de los príncipes Rainiero III y Grace Kelly, la han marcado experienci­as como la constante intromisió­n de la prensa. Mucho más marcó el sentido de su vida la temprana muerte de su padre, Stefano Casiraghi, cuando ella tenía solo cuatro años de edad. Hoy está por cumplir 33, es madre de Raphaël Elmaleh, de seis años, y de Balthazar Rassam, que nació el pasado 23 de octubre. Y aunque está acostumbra­da a la mirada pública, prefiere que la atención en ella se dé por las razones correctas.

Hoy atrae por igual su lado intelectua­l que el interés que despierta por pertenecer a la familia real de Mónaco. Es la Charlotte filósofa, la que se licenció en La Sorbona y escribió el libro Archipiéla­go de pasiones junto a su mentor Robert Maggiori, la que nos revela en exclusiva algunas de sus profundas reflexione­s sobre la vida. Esa musa que se envuelve en el poder de las palabras –también presidente honoraria de Les Rencontres Philosophi­ques (los encuentros filosófico­s que se llevan a cabo en el principado)–, quien nos atrapa más que por su obvia belleza por su lado humano.

Para muchos la vida se trata de satisfacer las expectativ­as de los demás, pero has podido escribir tu propia historia… Todos nos enfrentamo­s a las expectativ­as de otras personas, y a veces se necesita una vida entera para liberarse y vivir la vida bajo tus propios términos. No es una tarea fácil para nadie en este mundo. Se necesita mucha introspecc­ión y paciencia para comprender dónde hemos construido barreras o, a veces, incluso mentiras que nos impiden seguir nuestro verdadero deseo. En ocasiones pensamos que sabemos lo que realmente queremos, y suele pasar que descubrimo­s años más tarde que secretamen­te fue para satisfacer una norma o el deseo de alguien más.

¿De dónde sacas la fuerza y el coraje para definir tu propio camino? La literatura y la filosofía me han dado la fuerza y el coraje para ser yo misma. Encontré compañeros, me sentí comprendid­a en las dificultad­es de la vida. Mientras tuviera la posibilida­d de expresarme, y pudiera estar en

contacto con grandes mentes, me sentía segura. Es por eso que quizá me parece tan importante dar acceso a la cultura. Leer y escribir me han ayudado mucho en la vida. Cuando era muy joven, recuerdo haber estado muy enojada por alguien que me lastimó, y me dije a mí misma que aunque estuviera en la cárcel o sola, siempre que tuviera una pluma y un papel, y pudiera expresarme, podría liberarme. Ser incapaz de expresar lo que está pasando, ya sea por censura o por no tener las palabras para hacerlo, puede ser muy violento.

A una edad temprana entraste en contacto con la poesía y la filosofía. ¿Cómo han influido en tu vida?

Bueno, es difícil analizarlo, ya que está profundame­nte arraigado en la persona que soy. Baudelaire, Rimbaud, Rilke, Auden, Balzac, Shakespear­e, Pascal, Montaigne, Platón, Séneca y muchos otros son simplement­e parte de mi sensibilid­ad, y me han educado, me han dado forma. Enfrentar el paso del tiempo, enfrentar la posibilida­d de la muerte es difícil, incluso anteponers­e a la pérdida de los que uno ama. La literatura y la filosofía me han ayudado a poner las cosas en perspectiv­a.

Háblanos acerca de tu noción del amor. Para algunos se trata de una decisión de cada día, para otros el cumplimien­to de un ideal. ¿Cómo lo concibes?

Odio dar definicion­es que las personas puedan asumir como una forma de sabiduría o directriz. Aunque el poeta Rainer Maria Rilke lo define muy bien en pocas palabras: “El amor de un ser humano por otro es posiblemen­te la prueba más difícil para cada uno de nosotros. Es el más alto testimonio de nosotros mismos, la prueba suprema para la cual, todo lo demás no son sino preparativ­os”.

Tu relación con firmas de moda y lujo no cesa, ¿cómo es y cómo ha evoluciona­do? He tenido la suerte de llevar una relación privilegia­da con los diseñadore­s. Karl Lagerfeld era un amigo muy querido y cercano a mi familia. Siempre he tenido ese tipo de relación personal con las mentes detrás de las marcas con las que he trabajado. Poder entender su visión, compartir ideas, tener una conversaci­ón que va más allá de la ropa y que conecta con su percepción de las mujeres. Cuando era más joven, tal vez era demasiado tímida para compartir mis ideas. Es lo mismo con Montblanc, habiendo desarrolla­do una colección juntos, fue una conversaci­ón más profunda sobre los valores de la marca, me dio mucho placer desarrolla­r una línea de joyería con ellos y ser parte de un proceso creativo.

¿Cómo surgió la asociación con Montblanc?

Montblanc siempre ha apoyado fuertes iniciativa­s culturales, y sus instrument­os de escritura son únicos y atemporale­s, solo escribo con plumas estilográf­icas. Fue un encuentro perfecto. Montblanc también me ha apoyado en el desarrollo de Les Rencontres Philosophi­ques, que creó desde el principio un deseo común de apoyarnos mutuamente.

La colaboraci­ón con Montblanc reveló un poco de tu relación con estas piezas. ¿Cuál fue la primera joya que recuerdas usar? Realmente tengo una pasión por las joyas y especialme­nte porque suelen tener un valor simbólico y se transmiten de una generación a la siguiente. Una joya es algo íntimo, que cuenta una historia que llevas en la memoria. También he empezado a colecciona­r piezas vintage. La primera pieza de joyería que usé fue una hermosa medalla con la Virgen María hecha en madre perla que me fue entregada en mi bautizo, todavía la tengo y uso.

Eres madre y también diste luz a un libro, además de tu aportación con Les Rencontres Philosophi­ques y tu apoyo a las mujeres. ¿Cuáles serían otros objetivos para trascender? Tal vez escribir una novela algún día. La protección a las madres con niños pequeños que se encuentran en un estado de vulnerabil­idad, es una emergencia absoluta. Cualquier forma de violencia contra los niños es algo que debería ser una preocupaci­ón vital para todos nosotros. Me gustaría involucrar­me más en iniciativa­s que den soporte a estas causas. Actualment­e apoyo a mi madrina (Albina du Boisrouvra­y) en la Fundación François- Xavier Bagnoud, soy testigo de sus maravillos­os resultados.

No eres ajena a los más vulnerable­s. Hace unos meses hablabas de la importanci­a de acoger a los demás y de lo que la posibilida­d no es mío o de no “reaccionar”sin es como yo . México hostilidad enfrenta hacia tiempos complicado­s en cuanto a políticas migratoria­s y la propuesta de un muro fronterizo… A lo largo de la historia se han levantado muros para detener a las tribus o los extranjero­s no deseados con la intención de proteger a una comunidad de las invasiones… Los chinos construyer­on la Gran Muralla para frenar a los invasores o rivales. Pero las personas tienen derecho a buscar asilo cuando huyen de la violencia, la pobreza y la corrupción política. La verdadera crisis comienza mucho antes de que la gente llegue a la frontera. Centrarse en construir un muro es demasiado simplista, cuando tenemos que enfrentar la complejida­d de los problemas de inmigració­n con un debate más matizado.

¿Qué piensas de estas separacion­es físicas y humanas? Construir muros puede socavar a una comunidad al crear aún más antagonism­os y evitar la resolución de problemas. Hay una crisis de inmigració­n en Europa y en los Estados Unidos, pero no debemos olvidar que también hay una crisis humanitari­a que afecta a miles de niños que necesitan apoyo y asistencia.

Esta es la Charlotte que merece las miradas: profunda y humana, enemiga de los prejuicios.

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 ??  ?? En página opuesta: look de Saint Laurent by Anthony Vaccarello; brazalete de la colección Les Aimants by Charlotte Casiraghi, de Montblanc.
En página opuesta: look de Saint Laurent by Anthony Vaccarello; brazalete de la colección Les Aimants by Charlotte Casiraghi, de Montblanc.
 ??  ?? Conjunto de Saint Laurent by Anthony Vaccarello; anillo y brazalete de la colección Les Aimants by Charlotte Casiraghi, de Montblanc.
Conjunto de Saint Laurent by Anthony Vaccarello; anillo y brazalete de la colección Les Aimants by Charlotte Casiraghi, de Montblanc.
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 ??  ?? Gabardina, medias y zapatos de Saint Laurent by Anthony Vaccarello. En página opuesta: saco de Saint Laurent by Anthony Vaccarello.
Gabardina, medias y zapatos de Saint Laurent by Anthony Vaccarello. En página opuesta: saco de Saint Laurent by Anthony Vaccarello.
 ??  ?? Gabardina de Saint Laurent by Anthony Vaccarello; anillo y pendientes, todo de Montblanc.
Gabardina de Saint Laurent by Anthony Vaccarello; anillo y pendientes, todo de Montblanc.
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 ??  ?? Perfume Lady Emblem, de Montblanc. En página opuesta: vestido de Saint Laurent by Anthony Vaccarello; anillo de Montblanc.
Perfume Lady Emblem, de Montblanc. En página opuesta: vestido de Saint Laurent by Anthony Vaccarello; anillo de Montblanc.
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 ??  ?? Vestido de Saint Laurent by Anthony Vaccarello; brazaletes Les Aimants by Charlotte Casiraghi, de Montblanc.
Vestido de Saint Laurent by Anthony Vaccarello; brazaletes Les Aimants by Charlotte Casiraghi, de Montblanc.
 ??  ?? Saco de Saint Laurent by Anthony Vaccarello; aretes de Montblanc. En página opuesta: saco de Saint Laurent by Anthony Vaccarello; brazaletes y anillo Les Aimants by Charlotte Casiraghi, de Montblanc. En este reportaje: peinado, Odile Gilbert/L'Atelier 68; maquillaje, Tom Pêcheux/Callisté; manicura, Isabelle Valentin; asistentes de foto, Daniil Zaikin y Hugo Fazi; asistente de peinado, Fanny Fraslin; asistente de maquillaje, Aya Fujita; asistente de moda, Alex Acero; producción, Pascal Deplechin.
Saco de Saint Laurent by Anthony Vaccarello; aretes de Montblanc. En página opuesta: saco de Saint Laurent by Anthony Vaccarello; brazaletes y anillo Les Aimants by Charlotte Casiraghi, de Montblanc. En este reportaje: peinado, Odile Gilbert/L'Atelier 68; maquillaje, Tom Pêcheux/Callisté; manicura, Isabelle Valentin; asistentes de foto, Daniil Zaikin y Hugo Fazi; asistente de peinado, Fanny Fraslin; asistente de maquillaje, Aya Fujita; asistente de moda, Alex Acero; producción, Pascal Deplechin.
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