Talismanes para un Desastre
En su más reciente exposición en la galería kurimanzutto, Miguel Calderón explora TRAUMAS relacionadas con el temblor del 2017 en la Ciudad de México y la centra alrededor de JOYERÍA de plata con croquetas para perros
Las supersticiones se entretejen con la vida diaria en la Ciudad de México, cambiando y evolucionando para adaptarse a la precariedad y el caos cotidiano. Incluso para un antiguo habitante de esta ciudad, aquellas que emanan del trauma, las celebraciones y los miedos pueden resultar sorprendentes. En su más reciente exposición en kurimanzutto, El placer después, el artista mexicano Miguel Calderón explora la ironía, el humor y la sinceridad de un comportamiento supersticioso a raíz del sismo del 19 de septiembre del 2017. Para esta exposición, Calderón creó una experiencia multimedia compuesta por un video, acuarelas y joyas hechas de croquetas para perros y plata.
Calderón explica que, poco tiempo después del temblor de septiembre, paseaba por la colonia Roma cuando se percató de una columna de humo que surgía de la Fuente de la Cibeles. Gobernado por la curiosidad, el artista descubrió un pequeño
grupo de trabajadores de mantenimiento asando salchichas adentro de la estructura de la fuente, con quienes estableció una amistad. Conversando sobre sus experiencias en el terremoto, los trabajadores le contaron a Calderón que, a partir de esa fecha, llenaban sus bolsillos con croquetas de perro. La razón: en caso de quedar sepultados, los perros rescatistas serían capaces de oler las croquetas y los rescatarían rápidamente. Las croquetas se convertían entonces en una especie de amuleto; un talismán secular contra la muerte. Inspirado por esta historia, Calderón realizó una película sobre uno de los trabajadores de mantenimiento de la fuente (que se interpreta a sí mismo) y su ambivalente relación con los perros. El filme se sitúa en el vértice entre realidad, ficción y fantasía.
La inspiración para las joyas es el resultado de la película. Según Calderón, la idea de trabajar con croquetas surgió repentinamente y fue creciendo hasta llegar al concepto de la exposición. “Colaboré con gente de la UNAM para ver cómo podríamos hacer las croquetas. Inicialmente pensamos en hacerlas de una resina, pero al final decidimos tratar croquetas verdaderas con un proceso químico que permitiera endurecerlas y esculpirlas”. Las joyas de croquetas son una representación muy clara del trabajo del artista pues fungen como puentes entre el etéreo mundo del arte contemporáneo y el día a día, tejiendo sutilmente una combinación de humor, crítica social y genuina emotividad para crear una imagen que resuena en muchos niveles. Incluso para aquellos que no experimentaron el sismo de septiembre, la historia de las
·MILLER enigmáticas joyas posee un humor negro palpable. Calderón explica que “en México, puede ser difícil confrontarse con la violencia y la fragilidad. Es más fácil hablar de estos temas con sentido del humor”. SCHULMAN