VOGUE (México)

TRAGEDIA americana

Nació marcado por un misterioso DESIGNIO que lo convertirí­a en un hombre poderoso, admirado y destinado a heredar el aura de tragedia que siempre acompañó a la DINASTÍA. Veinte años después, el mundo aún no se recupera de la partida de John F. Kennedy Jr.

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16 de julio de 1999. 20:38 horas. John-John — como lo bautizara la prensa—, despegó en su avioneta modelo Piper Saratoga. Tenía 38 años, le encantaba ser piloto y hacía poco había obtenido su licencia. Con él, viajaban su esposa Carolyn Bessette y la hermana de esta, Lauren; se dirigían a la boda de su prima Rory Kennedy, nadie imaginaba lo que sucedería pocas horas después. Y aunque hay varias versiones, la más extendida es que debido a la neblina y la oscuridad, John perdió el control al descender y la aeronave se estrelló contra el mar. Les faltaban doce kilómetros para llegar a la isla Martha’s Vineyard y hacer una escala previa a Cape Cod, donde se llevaría a cabo la ceremonia nupcial. Los restos fueron encontrado­s días después, él permanecía aún en el asiento con su cinturón de seguridad ajustado. “Ojalá estuviera en Carrickfer­gus y por las noches en Ballygrand, nadaría sobre el océano más profundo para mi amor encontrar. Pero el mar es ancho y no puedo nadar, tampoco tengo alas para volar”, reza la letra de la que fuera la canción favorita de John F. Kennedy Jr., un tradiciona­l tema irlandés que se escuchó en su propio funeral mientras América aún se enjugaba las lágrimas. ¿Qué habrá pasado por su mente en los momentos finales? Tal vez pensó en su madre Jaqueline Kennedy Onassis, fallecida cinco años antes, o quizás en aquel momento en que siendo tan solo un niño a punto de cumplir tres años, protagoniz­ara una de las estampas más tristes y emotivas de la historia de la cultura popular al ser captado despidiénd­ose con un saludo mi

litar de la carroza que transporta­ba el ataúd de su padre, el presidente John F. Kennedy, asesinado en 1963. John Jr. había nacido un 25 de diciembre de 1960 —tan solo dos días después de que su padre tomara posesión como primer mandatario de Estados Unidos—, y el mundo lo cobijaría en medio del luto del posterior magnicidio. La figura del hijo sobrevivie­nte representa­ba la capacidad de sanar las heridas y dejar el pasado atrás. Pero a diferencia del atentado que marcara al mundo y al mismo JFK Jr. privándolo de su figura paterna, tras la muerte del heredero no hubo teorías de conspiraci­ón asolando alrededor y aunque se avistó la sombra de la supuesta maldición sobre la dinastía Kennedy —que involucra asesinatos, suicidios y otros fatales percances aéreos—, la opinión pública aceptó la versión oficial, ésa que dictaminó que en nuestra era moderna no hay héroes que desentierr­an espadas de una piedra, ni príncipes de sangre azul que derrotan a los dragones, sino tan solo la certeza de que los humanos no somos invulnerab­les ni a las balas ni a un accidente fatal. “Nada es nunca tan bueno o tan malo como parece cuando sucede”, era su frase favorita según RoseMarie Terenzio, quien fuera su asistente personal. Hoy, lo seguimos idealizand­o —pese a libros como el recién publicado The Kennedy Heirs, que lo tacha de mal esposo y asiduo consumidor de éxtasis y co

LA FIGURA DEL HIJO SOBREVIVIE­NTE REPRESENTA­BA LA CAPACIDAD DE SANAR LAS HERIDAS Y DEJAR EL PASADO ATRÁS. (...) SU MUERTE AVISTÓ LA SOMBRA DE LA SUPUESTA MALDICIÓN SOBRE LA DINASTÍA KENNEDY

caína— como un predestina­do, como un rey sin corona al que no le hizo falta habitar en un castillo para convencern­os de que perteneció a cierto tipo de realeza, aunque él mismo tratara —en ocasiones— de sacudirse el peso de su linaje. Abogado, periodista, editor de George —su propia revista— hasta el fin de sus días, amigo de Mike Tyson y Robert de Niro y, además, El Hombre más Sexy sobre la Tierra según lo nombró la revista People en 1988 (cuando el entonces codiciado soltero tenía 27 años), Johh Jr. nunca mostró un interés genuino por la política pese a que mucha gente tenía fincada sus esperanzas en ello. Sin embargo, el documental de 2016 dirigido por Derik Murray, I am JFK Jr ahonda en el tema y presenta testimonio­s que aseguran que entre sus intencione­s estaba convertirs­e en gobernador de Nueva York (donde ya había sido abogado auxiliar de distrito) y posteriorm­ente brincar hacia una candidatur­a presidenci­al en 2020. Sus conocidos aseguran que fue un tipo elegante y emprendedo­r, un casanova fiel a su época pero a la vez un tradiciona­lista que tomaba muy en cuenta la opinión de su madre Jackie, como cuando esta desaprobó su supuesto affair

ochentero con Madonna (que según el libro American Legacy no se consumó porque no tenían un preservati­vo a la mano) por considerar que la artista se burlaba de la iconografí­a católica en sus videos (¿Qué pensaría ahora si la viera besándole el dedo del pie a Maluma?). También se rumoraron romances con Cindy Crawford, Sarah Jessica Parker, un truncado y probable matrimonio con la actriz Daryl Hannah y un inverosími­l encuentro secreto (según The Sun) con Lady Di. Inolvidabl­e el episodio de la serie Seinfeld en el que el personaje de Elaine Benes está a punto de iniciar un amorío con el mismísimo John-John (interpreta­do por un actor), quien finalmente se decide por una virginal chica que frecuenta el mismo gimnasio. En junio pasado, se inauguró en el John F. Kennedy Hyannis Museum de Massachuse­tts, la muestra titulada Cape Cod Remembers JFK Jr. Sin duda, las fotografía­s que acompañan la exhibición son muy emotivas, especialme­nte la imagen de un pequeño John Jr.

·ALEJANDRO

caminando de la mano de su padre, sonriente, feliz, sin adivinar lo que les deparará el futuro. Y en ese sentido, todos somos John F. Kennedy Jr. MANCILLA

“YO SOY EL HIJO Y EL HEREDERO, SOY HUMANO Y NECESITO SER

AMADO”, CANTABA EL ARTISTA INGLÉS MORRISSEY AL FRENTE DE THE SMITHS EN “HOW SOON IS NOW?” Y AUNQUE SE ANTOJA IMPROBABLE QUE JFK JR. HAYA SIDO FAN DEL GRUPO BRITÁNICO, SIN DUDA, ESAS PALABRAS BIEN PODRÍAN HABER SALIDO DE SU BOCA

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 ??  ?? Arriba: La pareja fue generalmen­te fotografia­da caminando y paseando a su perro por la ciudad de Nueva York, su lugar de residencia; arriba derecha: Carolyn Bessette-Kennedy. En página opuesta: John F. Kennedy Jr. y su esposa llegan a la cena anual de la Fundación de la Biblioteca John F. Kennedy y Profiles in Courage Awards en honor al 82º cumpleaños del ex presidente, en 1999.
Arriba: La pareja fue generalmen­te fotografia­da caminando y paseando a su perro por la ciudad de Nueva York, su lugar de residencia; arriba derecha: Carolyn Bessette-Kennedy. En página opuesta: John F. Kennedy Jr. y su esposa llegan a la cena anual de la Fundación de la Biblioteca John F. Kennedy y Profiles in Courage Awards en honor al 82º cumpleaños del ex presidente, en 1999.
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Arriba: John F. Kennedy Jr. en portada de la revista TIME en 1999; más arriba: en un homenaje post mortem, Carolyn Bessette-Kennedy aparece en la revista Vanity Fair en 1999; derecha: la pareja es captada en las calles de Nueva York. En página opuesta: los Kennedy asisten a un evento de beneficenc­ia en 1998.
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