Carta de la Directora
Es innegable reconocer que la CULTURA latina se encuentra empapando todas las manifestaciones artísticas de la actualidad. Ahora, es tiempo de la MÚSICA en español, celebrar a sus intérpretes y corear esas contagiosas letras que ponen al mundo a bailar con ¡sabor!
A lo largo de este año de celebración hemos procurado que las estrellas en portada reejen la actualidad y lo que ocurre en América Latina. En la edición de agosto es el turno de la música. Hace dos años, en un taxi en Sicilia, Italia, la única canción que se escuchaba era Despacito, de Luis Fonsi; en realidad, hoy no existe un rincón en el que no se conozcan a intérpretes hispanohablantes. Ahora, el mundo es más receptivo a la música en nuestro idioma, no solo gracias al reguetón, sino a toda la diversidad de estilos como la interpretación amenca de Rosalía o el pop ecléctico de Soía Reyes. Ellas son esa clase de artistas que ponen la música en español en la cima de las listas, dando de qué hablar en diversos festivales de música y colaborando con artistas como J Balvin o Anitta. Tenerlas en nuestras portadas de agosto nos llena de emoción, ya que ambas son el ejemplo perfecto de las musas modernas de Vogue. La sesión que tuvimos con Rosalía en la Ciudad de México, en abril, fue
solo unos días antes de su actuación en el festival Ceremonia. El legendario Salón Los Ángeles, que casualmente coincide con el nombre de su primer álbum, le trajo muchos recuerdos del tiempo en el que iniciaba su carrera musical. La fotografía de Stefan Ruiz, bajo el estilismo de Elissa Santisi, realmente logró capturar su esencia estética. En el caso de Sofía Reyes, el desierto de Landers, en California, fue el escenario para realizar su primera portada bajo la lente de la mexicana Tania Franco Klein y el estilismo de Max Ortega. En un atardecer de junio, la regiomontana se enfrentó a las altas temperaturas vistiendo las claves del armario de otoño: el vestido femme que contrasta con el acento de poder del traje de dos piezas. Haciendo eco a las tendencias de la siguiente temporada, el fotógrafo Alexi Lubomirski retrató en Nueva York a las modelos latinoamericanas y españolas en una gran fiesta de estilo marcada por el sabor latino que, innegablemente, se siente en todas partes.