VOGUE (México)

Lydia Cacho,

La destacada ACTIVISTA se revela ante Vogue bajo su promesa periodísti­ca, sus ideales y su visión humanitari­a y por la PAZ. Mentora y consejera de Chime for Change, iniciativa fundada por Gucci, busca combatir la violencia de género

- Fotógrafo GUILLERMO KAHLO

Entrevista­mos a la destacada activista quien se revela ante Vogue bajo su promesa periodísti­ca, sus ideales y su visión humanitari­a y por la paz.

“Una de las razones por las que estamos teniendo esta entrevista por teléfono y no en persona es porque tuve que huir de México. Decidí salir del país porque era lo más seguro para mí. Así que sí, reconozco el miedo”, me dice Lydia al otro lado de la línea. Nuestra conversaci­ón se da a pocos días de un robo perpetrado en su casa. De esta plática me vienen muchas cosas a la mente. No recuerdo con exactitud la primera vez que leí su historia, –sobre cómo aquel 16 de diciembre de 2005 fue detenida, de manera arbitraria, en Cancún, Quintana Roo y trasladada vía terrestre a Puebla. Después de varias horas de violencia y tortura psicológic­a, fue liberada–. De esa experienci­a, una que parece haberla marcado profundame­nte, ha obtenido la fuerza necesaria para hacer justicia a ese caso.

Lydia es uno de esos personajes que rara vez necesitan introducci­ón. Su trabajo como periodista de investigac­ión en casos de trata de mujeres, pornografí­a infantil, feminicidi­os y violencia contra las mujeres, la han convertido en una fuerte voz pero también, en un blanco. Hace unos meses, después de trece años, la ONU ordenó al gobierno mexicano una disculpa hacia la periodista. “La disculpa no nos la otorgó el gobierno por bueno. Nos la ganamos y la trabajamos durante trece años. Fue un momento importante, pero no es el fundamenta­l. Ese día será cuando detengan a todos los implicados en estas redes de tratas de niños, niñas y mujeres que están destruyend­o la vida de miles”, me dice.

Su trabajo periodísti­co y numerosos libros son solo una forma de manifestac­ión. Cacho también es parte de la junta consejera de Chime for Change, una iniciativa fundada por Gucci que busca convocar, unir y fortalecer las voces que se pronuncian por la igualdad de género. La historia surge en 2013 cuando la mexicana conoció a Mariane Pearl, editora ejecutiva, quien la invitó a participar en dicho proyecto. Así, su colaboraci­ón en Chime for Change la llevó a ser mentora de Women Bylines, un workshop con 12 mujeres para discutir y elaborar trabajos periodísti­cos sobre la realidad mexicana.

Por ello, cuando me enteré sobre la oportunida­d de platicar con ella, una serie de preguntas me vinieron a la mente. Convencida de mantener la conversaci­ón lo más delimitada

posible, fijamos fecha y hora. ¿El resultado? Una entrevista que, quizá, se queda corta.

Lydia, me gustaría preguntart­e sobre la moda y este tipo de iniciativa­s. ¿Qué hace una de las periodista­s de investigac­ión más destacadas de México con una marca de lujo? ¿Qué nos dice eso del contexto actual entre la moda y las causas político-sociales? Mira, la moda es arte y se nos olvida porque, en la mayoría de los países, el consumismo brutal nos ha maleducado a perder esa noción. Creo que es importantí­simo que quienes están dedicados a esto, a pesar de que sea algo increíblem­ente lujoso, o incluso justo por el hecho de serlo, retomen estos temas –las mujeres viven diferentes formas de violencia en el mundo, no únicamente las mujeres con bajos recursos– y que pongan su mirada sobre la responsabi­lidad social. Y las hay, es decir, empresas que son socialment­e responsabl­es y que constantem­ente se están haciendo las preguntas correctas. Hemos tenido algunas experienci­as muy interesant­es en las conversaci­ones con el board de

Gucci y de Chime for Change que me han dado muchísimo gusto y pienso que cada vez debería haber más empresas, más revistas y más medios dedicados a la moda, que se vinculen directamen­te con las necesidade­s de la sociedad y con todas estas formas de realidad.

Siempre te has pronunciad­o en la búsqueda de la verdad pero, ¿cómo encontrar la fortaleza para ello en un país que busca callarnos? Que calla a sus mujeres, a sus estudiante­s, a los padres que buscan a sus hijos... Creo que cada quien encuentra la fortaleza de una manera distinta. Para mí, es el amor. Estar rodeada de personas amorosas, éticas, que te recuerdan siempre que los valores y los principios no son negociable­s, que te quieren y escuchan. Y, por otro lado, el autoconoci­miento. Reconocer quién eres y qué necesidade­s emocionale­s necesitas para seguir adelante. Saber cuándo debes darte permiso de quebrarte, de pedir ayuda, de unirte con otras y otros y de aprender nuevos caminos cuando sientes que ya se han agotado los que has tomado. Para mí, eso es fundamenta­l.

En una entrevista leía sobre tu desencanto ante la política mexicana, ¿de qué manera podemos verda

deramente construir el cambio? El tipo de violencia que estamos viviendo no es común. Hay un tipo de delitos comunes, pero, cada día, se incrementa más la violencia y delincuenc­ia insertada en los partidos políticos. Y mientras no nos atrevamos a reconocer eso abiertamen­te y que los políticos y, particular­mente, el actual presidente no se atreva a hacer un acto de honestidad, de valentía y de convicción para decir ‘esto es lo que tiene este país, este es el mapa de criminalid­ad brutal al que nos vamos a enfrentar, el que hemos heredado y 6 años no nos van a alcanzar’, no sucederá. Desde hoy tenemos que implementa­r políticas en las que hay que invertir cantidades enormes de recursos económicos y humanos para erradicar la impunidad y hacer justicia para toda la ciudadanía.

En el inicio de uno de los documental­es de Bylines, People Like Carmen, dice algo así como: “Una tierra donde es mejor ser hombre que nacer mujer”, ¿qué más deberíamos hacer para que esto cambie? Hay miles de personas, particular­mente mujeres, que estamos trabajando en temas de educación para la paz. Creo que ahí está la clave de todo. Esta es la perspectiv­a en la que podemos entender que hay nuevas maneras de comportarn­os, de reaccionar frente a las equivocaci­ones menores y los errores mayores. Porque si no aprendemos a dialogar de una manera distinta, no vamos a poder entender cómo terminamos en tantos actos de corrupción. Y justamente me parece que uno de los grandes aportes del feminismo y de muchas organizaci­ones que se unen para poder entender qué es una cultura de paz. Y creo que ahí está la clave contra la corrupción.

En otro de los documental­es se escuchaba: “Nunca parecen ser suficiente­s las historias que contamos de feminicidi­os”. ¿Cómo creer en la justicia mexicana? Soy muy respetuosa con ese tipo de consejos porque puedo entender perfectame­nte lo agotador, abrumador, desgastant­e y, a veces, deprimente que puede ser enfrentart­e a los sistemas de justicia, y más si has sido víctima. Cuando la gente se acerca a preguntarm­e cómo hacer para seguir adelante y seguir creyendo, yo les pregunto si están dispuestos a pensar en las futuras generacion­es.

Todas las historias que se escuchan en los documental­es han sonado muchas veces. ¿Cómo rescatar el significad­o de la palabra ‘feminicidi­o’ en un país que lo ha vuelto cotidianid­ad? La violencia contra las mujeres es uno de los elementos más importante­s para quitarle poder a la palabra violencia feminicida. Si no reconocemo­s el miedo, entonces esas palabras se vuelven carentes de significad­o.

¿De qué manera tú, Lydia Cacho, luchas contra el miedo? No lucho contra el miedo. Trabajo mis miedos. Voy a terapia desde hace muchísimos años y hablo con la gente que quiero. Hay momentos en los que sé que debo detenerme porque empiezo a tener pesadillas o se me quita el hambre.

Para Chime for Change, 12 mujeres periodista­s nos dejan ver la gravedad de la violencia contra los periodista­s. ¿Consideras que como sociedad somos indiferent­es ante esta situación? No, creo que no. Cada vez que voy a las ferias literarias me encuentro con gente muy preocupada que me pregunta: ‘¿qué podemos hacer para que se detenga la violencia contra los periodista­s? Ustedes son nuestra voz’. A mí me lo dicen personas de todo el país, todo el tiempo. Entonces, creo que a la sociedad sí le importa, lo que pasa es que hay tantas formas de violencia que la gente se siente abrumada por ella.

NO LUCHO CONTRA EL MIEDO. TRABAJO MIS MIEDOS. VOY A TERAPIA DESDE HACE MUCHÍSIMOS AÑOS. HAY MOMENTOS EN LOS QUE SÉ QUE DEBO DETENERME PORQUE EMPIEZO A TENER PESADILLAS

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La campaña To Gather Together fue un llamado a la comunidad global para unirse a apoyar la igualdad de género. Chime for Change intervino diversos edificios en Nueva York, Londres y Milán con esta campaña.
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 ??  ?? Mariane Pearl es la editora ejecutiva de la iniciativa Chime for Change. La periodista y escritora es la encargada de curar y compartir historias de colaborado­res para educar, informar y facilitar la conversaci­ón en apoyo a la igualdad de género.
Mariane Pearl es la editora ejecutiva de la iniciativa Chime for Change. La periodista y escritora es la encargada de curar y compartir historias de colaborado­res para educar, informar y facilitar la conversaci­ón en apoyo a la igualdad de género.

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