Marcha ciudadana histórica
Una fecha,13 de noviembre del 2022, quedará marcada para la historia. El día que miles de ciudadanos decidieron salir a la calle para defender al INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL y por consiguiente nuestra libertad de elegir gobernantes y representantes.
Una concentración ciudadana en la cual ha quedado demostrado que los mexicanos, cuando nos lo proponemos, podemos unirnos en una causa común como lo fue el histórico domingo 13.
Fue algo muy emotivo darnos cuenta de lo que estaba sucediendo en diferentes ciudades del país; el llamado a defender al INE causó un efecto esperanzador por una razón, al grito de “El INE no se toca” los ciudadanos estaban defendiendo a la institución electoral que es de todos los mexicanos.
Y la defensa, por supuesto, es porque ha dado buenos resultados garantizando elecciones confiables; que inicia con la capacitación a quienes formarán parte activa el día de la jornada electoral, es decir, el día de las elecciones.
Fue muy emotivo observar videos de la marcha en la CdMx, la más numerosa de todas, miles de voces entonando el Himno Nacional. “Un soldado en cada hijo te dio”. Y ahí estaba ese ejército de ciudadanos, hijos de la patria defendiendo al INE, institución que nos garantiza la libertad de sufragar, de acudir a las urnas y depositar nuestro voto que debe ser por decisión propia.
Sí, sin presiones o amenazas de ninguna índole, sin chantajes, sin ofertas económicas ni acarreos que violentan uno de los derechos constitucionales más bellos del ciudadano: su libertad.
La marcha ciudadana nos ha dejado una excelente enseñanza, que la unión hace la fuerza y esa fuerza interior debe prevalecer de aquí en adelante porque no está dicha la última palabra.
Se ha querido minimizar el número de asistentes a la marcha ciudadana en cuanto a asistencia se refiere. El ridículo que hizo Martín Batres solo muestra su falta de seriedad y también de que carece de libertad para actuar. ¿Diez mil? ¿Doce mil asistentes? ¡Por favor! Si tan solo en Monterrey se contabilizaron VEINTICINCO MIL personas.
El presidente calculó “sesenta mil o mejor cincuenta mil”. Poco después su “corcholata” favorita repetía la misma frase en forma despectiva: “como cincuenta mil”.
Sin embargo, no se puede tapar el sol con un dedo, y afortunadamente existen personas o grupos especializados y confiables que los hacen quedar en ridículo al mostrar cifras que se acercan más a la realidad.
Esos grupos contabilizaron más de OCHOCIENTOS MIL personas en la marcha, en la CdMx. Hay que sumar los cientos y miles de otras ciudades.
No hay que olvidar que el presidente un día expresó que, a la primera marcha de CIEN MIL personas, dejaría el cargo. ¿Cumplirá su palabra? O ¿Será que para no cumplirla ha tratado de ignorar el número real de ciudadanos que acudieron a defender al INE? ¿Teme que se le exija que cumpla lo ofrecido?
Sabemos que no cumplirá; él no se irá. Por el contrario, ama el poder como pocos y desea perpetuarse en el cargo. Por eso ahora inventa su marcha de acarreados, al viejo estilo del pasado. Inventa, insulta a quienes no están de acuerdo con su política errónea que ha ido destruyendo a las instituciones y por ende al país. Por eso compra conciencias con nuestro dinero para tener a sus súbditos arrodillados.
Se siente Rey por eso se fue a invadir nuestro Palacio Nacional. Y sí lo es, pero rey del cash.
La marcha ciudadana del 13 de noviembre se quiera o no, ha sido una marcha que pasará a las páginas de nuestra Historia. Una llamada de atención para los partidos políticos, para individuos que se consideran líderes y están muy lejos de serlo. Para quienes aspiran a perpetuarse en el poder al costo que sea y pisotean la dignidad de los ciudadanos y no respetan las instituciones ni nuestra Carta Magna.
Un éxito, sí, pero no hay que dormirse en los laureles; por el contrario, hay que mantenerse firmes y seguir defendiendo a nuestro México amado para las presentes y futuras generaciones.