¿Revivir la pesadilla? «
Los peligros asociados al COVID-19 no terminan, aun cuando las medidas de seguridad se hayan relajado en México y el resto del mundo», advierte el periodista Édgar London en el bisemanario Espacio 4 (705). «Para muchos expertos, como Jennifer Nuzzo, directora del Centro Pandémico de la Facultad de Salud Pública de la Universidad Brown, la llegada repentina del coronavirus fue una advertencia a la humanidad, pues nuevas amenazas infecciosas están en camino, principalmente debido a los incrementos de los viajes a nivel mundial y la reticencia a las vacunas mostrada por gran parte de la población.
»La realidad es que la mayoría de las naciones siguen sin estar verdaderamente preparadas ante una nueva contingencia sanitaria. La reacción por parte de los gobiernos suele ser lenta y desordenada. A eso hay que agregarle el desplome de la confianza pública, la desinformación reinante y las profundas diferencias que existen entre las naciones más pobres y las del primer mundo al momento de acceder a los recursos médicos disponibles. Afecta, además, la creencia archivada en el imaginario colectivo de que la pandemia por coronavirus fue un evento singular y fortuito que no habrá de repetirse.
»Jennifer Nuzzo, directora del Centro Pandémico de la Facultad de Salud Pública de la Universidad Brown, advierte que este tipo de razonamiento es una equivocación. “En la mente de la gente quizás esté la idea de que todo esto del COVID-19 fue un fenómeno de la naturaleza, una crisis única en el siglo, y que después de eso estaremos a salvo por los próximos 99 años. (…) Esta es la nueva normalidad. Es como si hubiéramos construido unos diques para esa crisis única en cien años, pero luego seguirá habiendo inundaciones cada tres años”.
»Los efectos mortales del
COVID-19 se dejaron ver con claridad el año pasado cuando, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), este padecimiento encabezó la lista de las principales causas de muerte a nivel nacional, seguida por enfermedades del corazón, diabetes mellitus, tumores malignos e influenza. De acuerdo con el informe, publicado por el organismo el 26 de octubre, el año pasado se contabilizaron un millón 122 mil defunciones, 35 mil más que en 2020 y 374 mil más que en 2019. Diez años antes, en 2011, la cifra apenas llegaba a 590 mil.
»La tasa de muertes por cada 10 mil habitantes pasó de 59, en 2019, a 88 el año pasado. La entidad con mayor incidencia fue la Ciudad de México, con 138; mientras que la menor se registró en Quintana Roo, con 59. Coahuila mostró un índice de 75. Por rango de edad, las personas entre 35 y 64 años encontraron en la COVID-19 la primera causa de muerte; quienes alcanzaron o superaron los 65 fueron más propensos a las enfermedades del corazón. Un dato llamativo es que el principal motivo de fallecimiento para los jóvenes de 15 a 34 años fueron los homicidios.
»Desde su aparición en 2019, en la ciudad china de Wuhan, hasta el 9 de noviembre de 2002, el virus SARS-CoV-2 ha sumado 633 millones de infectados y 6.6 millones de muertes alrededor del mundo. En el caso de México la cantidad de contagios ya supera los 7.11 millones y 330 mil los fallecidos y aunque la curva promedio se mantiene a la baja desde mediados de julio de este año, no es razón para caer en el exceso de confianza. La última semana de octubre el país reportó 4 mil 110 casos nuevos y 61 muertes por COVID-19. Por primera vez en semanas, la tendencia de muertes, casos activos y contagios fue al alza. (…)
»Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) llama la atención sobre la posibilidad de un nuevo brote de casos de COVID-19 en México para noviembre y diciembre, derivado de la temporada de fiestas por Día de Muertos, Navidad y Año Nuevo. El director de emergencias de salud de la organización, Ciro Ugarte, dijo el 21 de septiembre en una conferencia de prensa que “cada vez que se han flexibilizado las medidas contra el COVID-19 ha habido un incremento de casos, y cuando esa transmisión es muy alta en ciertas zonas lleva a un aumento en hospitalizaciones y muertes”».