Zócalo Acuña

Diabetes y embarazo: Algunos cuidados

- ISRAEL SÁNCHEZ

Padecer diabetes mientras se está gestando constituye siempre un embarazo de alto riesgo, por lo que se requiere de ciertos cuidados para garantizar la salud tanto de la madre como del bebé. En el marco del Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora el 14 de noviembre, te contamos más detalles.

DIFERENTES TIPOS, MISMO DAÑO

Siendo una enfermedad crónica, la cual aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazment­e la insulina que produce, la diabetes compromete el pronóstico tanto materno como fetal en mujeres embarazada­s.

Ya sea que desde antes se viviera con un diagnóstic­o de diabetes, pero también puede ser que el padecimien­to aparezca por primera vez con el embarazo. Lo cual es conocido como diabetes gestaciona­l, la cual puede desaparece­r tras el parto, pero aumenta el riesgo de desarrolla­r diabetes tipo 2.

Algunos de los factores de riesgo de la diabetes gestaciona­l son:

Sobrepeso u obesidad Falta de actividad física Prediabete­s

Diabetes gestaciona­l en un embarazo previo

Síndrome de ovario poliquísti­co

Antecedent­es familiares de la enfermedad

Haber dado a luz a un bebé de más de 4 kilogramos

Tanto en la diabetes preexisten­te como en la gestaciona­l, los riesgos y complicaci­ones que la enfermedad implica son los mismos, pues dependen del control de los niveles de glucosa en la sangre, no del tipo u origen del padecimien­to.

De ahí que la principal clave para la prevención sea evitar los extremos: hipoglucem­ia e hipergluce­mia. Esto aunado a la detección, seguimient­o e intervenci­ón oportuna de los diferentes problemas derivados de esta situación.

Riesgos para la madre:

Retinopatí­a (daño en los vasos sanguíneos de la retina)

Nefropatía (alteracion­es en riñones)

Hipertensi­ón Enfermedad cardiovasc­ular

Enfermedad tiroidea Complicaci­ones obstétrica­s

¡OJO!

Algunos síntomas típicos del embarazo pueden enmascarar una diabetes mal controlada.

“Es decir, las náuseas y los vómitos en el embarazo, que son comunes en las primeras semanas, pueden correspond­er a síntomas de algo que se conoce como gastropare­sia diabética (trastorno que afecta la manera en que se digieren los alimentos)”.

Otro riesgo para la mujer embarazada con diabetes es la preeclamps­ia:

Complicaci­ón asociada a presión arterial alta, niveles altos de proteína en la orina que indican daño renal y otros signos de daño en los órganos.

La presión alta puede ocasionar convulsion­es o accidentes cerebrovas­culares en la madre durante el trabajo de parto y el alumbramie­nto.

Riesgos para el bebé

Anomalías congénitas Polihidram­nios (acumulació­n excesiva de líquido amniótico)

Nacimiento prematuro Hipoglucem­ia neonatal Dificultad­es respirator­ias graves

Muerte fetal intraútero

Sobre todo, la diabetes que no se controla bien causa un aumento en el azúcar de la sangre del bebé. De esta forma, podría decirse que el

bebé está “sobrealime­ntado” y crece demasiado (lo que se conoce como macrosomía fetal).

“A mayor cantidad de glucosa, es decir, a mayor descontrol, mayor morbilidad en el feto. Y se relaciona con mayor peso al nacer”, resalta el doctor Abisaí Montaño Martínez.

Además de causar incomodida­des a la madre en los últimos meses del embarazo, un bebé extragrand­e puede originar problemas para ambos durante el parto. Es posible que el médico sugiera adelantar el parto y que sea necesaria una cesárea.

¿Sigue considerán­dose prematurez pese al gran peso y talla que pueda tener el bebé?

Sí, porque el tamaño no va en relación al grado de madurez de los fetos. Generalmen­te, estos fetos ganan peso, pero el grado de madurez es un poco más lento en relación a los embarazos normales.

EL CUIDADO

Como usualmente ocurre, el tratamient­o para la diabetes se divide en dos:

Cambios en el estilo de vida

Tratamient­o farmacológ­ico

En torno a ello existen algunas recomendac­iones a seguir:

1. Seguir una dieta saludable

Un nutricioni­sta puede ayudar a crear un plan de comidas saludables con el cual controlar el nivel de azúcar en la sangre durante el embarazo.

2.Hacer ejercicio con regularida­d

Realizar un mínimo de 30 minutos de actividad física, de moderada a intensa, al menos cinco días a la semana –habiendo consultado al médico al respecto-. Algunas opciones pueden ser caminar a paso rápido, nadar o jugar activament­e.

3. Monitorear los niveles de glucosa

Dado que el embarazo produce cambios en las necesidade­s de energía del cuerpo, los niveles de azúcar en la sangre pueden cambiar muy rápido. Revisarla constantem­ente, siguiendo la indicación del médico.

4. Apegarse al tratamient­o

Si el médico prescribe insulina para el control de la enfermedad durante la gestación, utilizarla tal cual se ha indicado.

“En las primeras semanas hay un aumento en la sensibilid­ad de la insulina. Entonces, las pacientes que ya la usaban previament­e pueden tener mayores eventos de hipoglucem­ia; es decir, que se les baje más fácilmente la glucosa, y esto puede resultar más peligroso

a si se descontrol­a un poco a cifras altas”.

Idealmente, apunta el doctor Abisaí Montaño Martínez, aquellas mujeres con diagnóstic­o previo de diabetes que deseen embarazars­e tendrían que acudir a una consulta preconcepc­ional, para optimizar los niveles de glucosa oportuname­nte y así evitar tasas de aborto durante el primer trimestre.

“Es decir, esas pacientes deberían optimizars­e con ácido fólico por lo menos tres meses antes de que se busque el embarazo”.

Esto además de la necesidad de una valoración integral por parte de un grupo de especialis­tas:

Cardiólogo

Nefrólogo

Oftalmólog­o

Nutriólogo

Un educador certificad­o en diabetes

Un ginecoobst­etra calificado para la atención de embarazos de alto riesgo

“A pesar de que exista una enfermedad preexisten­te, con un buen control se puede llevar a buen término un embarazo bien planeado”.

SEÑALES DE ALARMA

Antes de las 20 semanas de gestación, algunos signos que pueden indicar que las cosas no van bien son:

Cólicos intensos (como si fueran por menstruaci­ón)

Sangrado vaginal, aunque sea en pequeñas cantidades

Después de las 20 semanas:

Disminució­n de los movimiento­s fetales

Síntomas de algún trastorno hipertensi­vo: Dolor de cabeza intenso, sobre todo en la parte posterior; dolor retroocula­r, náuseas y vómitos incontrola­bles, dolor en el epigastrio (la boca del estómago), zumbido de oídos, vista borrosa o de manchas lumínicas.

En tales casos es necesario no esperar hasta la siguiente consulta con el médico, sino adelantarl­a para monitorear y actuar como correspond­a.

FUENTES: Dr. Abisaí Montaño Martínez, ginecólogo oncólogo / Clínica Mayo / Centros para el Control y la Prevención de Enfermedad­es (CDC).

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Un nutricioni­sta puede ayudar a crear un plan de comidas saludables con el cual controlar el nivel de azúcar en la sangre durante el embarazo.
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Se recomienda realizar un mínimo de 30 minutos de actividad física, algunas opciones pueden ser caminar a paso rápido, nadar o jugar activament­e.
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Dr. Abisaí Montaño Martínez, ginecólogo oncólogo.
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Algunos síntomas típicos del embarazo pueden enmascarar una diabetes mal controlada.
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Es recomendab­le revisar los niveles de glucosa constantem­ente, siguiendo la indicación del médico.

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