Hacen brujería en el panteón
Rituales de brujería a plena luz del día continúan llevándose a cabo en los panteones municipales principalmente en el Guadalupe, dejando quienes incurren en esas prácticas monitos de cera con alfileres, plumas negras de gallinas, fetiches y otros enseres que ingresan por la puerta principal ocultos entre sus ropas.
José González Ortiz, jefe de Panteones Municipales, añadió que también se han incrementado los robos de cruces de fierro en tumbas con fines de venta, por lo que planteará aumentar la altura de la barda del camposanto por donde ingresan adolescentes de barrios aledaños a robar o cometer actos vandálicos con daños en capillas y tumbas.
De los ritos, indicó que se llevan a cabo furtivamente durante el día porque las instalaciones son cerradas a las 19:00 horas; “llegan y argumentan que van a visitar alguna tumba, posteriormente los jardineros descubren los restos del ceremonial, los cuales son incinerados”, externó el funcionario municipal.
Mencionó que desconoce si esos ritos son para hacer bien o el mal porque ignora lo relacionado con esas actividades, pero subrayó que los empleados que llevan a cabo tareas de limpieza en el camposanto tienen instrucciones de quemar todos esos objetos utilizados en actos o prácticas de brujería, además de aumentar la vigilancia al interior.
Es una práctica común recalcó José González, “siempre han ocurrido, mientras que el robo de cruces de fierro y daños en tumbas han registrado aumento, las personas que visitan los sepulcros donde yacen los restos de sus seres queridos, nos reportan los daños estamos planteando más altura en la barda del Panteón Municipal Guadalupe, estudiando el presupuesto”.
“Las cruces las quieren los adolescentes de entre 12 y 16 años que ingresan al panteón por encima de la barda, para venderlas en el fierro viejo, han llegado a amontonar muchas en algún rincón para luego regresar por ese material, por eso necesitamos subir la barda al menos tres carreras de bloques”, recalcó José González.
Las cruces las quieren los adolescentes de entre 12 y 16 años que ingresan al panteón por encima de la barda, para venderlas en el fierro viejo”.
José González
Jefe de Panteones