El ‘riesgo alto e inminente’ de perder Coahuila que anticipa Morena
El lunes pasado, faltando 125 días para la jornada electoral del 4 de junio en Coahuila, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, lo dijo claramente: “Esta división que provocó el Partido del Trabajo, a partir de una traición, puede costarnos la gubernatura”.
Y refiriéndose a Mejía Berdeja como “esquirol”, se curó en salud. No obstante sólo se pierde lo previamente ganado, y en este caso no aplica.
Días antes, por escrito, en el expediente CNHJ-COAH-015/2023 suscrito por el Comité Ejecutivo Nacional y dirigido a la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, quedó constancia de un diagnóstico similar: “un riesgo alto e inminente de afectación sobre los resultados del proceso comicial, en perjuicio de este instituto político”.
Llama la atención la palabra utilizada: “inminente”, o sea que está a punto de suceder y es prácticamente irreversible, lo cual tiene lógica considerando las diferencias irreconciliables, agudizadas con el paso de las semanas. En la entidad el encono es real entre militantes y simpatizantes de Morena y en sentido amplio de la 4T (lo que sea que eso signifique para ellos), no se trata de simuladas posturas para negociar prebendas.
El resentimiento tampoco es soterrado, sino patente. Como si fueran a ganar algo desacreditando con publicaciones en redes sociales al que consideran su adversario, a la sazón Armando Guadiana, todos los días descargan su frustración en la palestra digital, ahondando la brecha.
Luego del 12 de diciembre, fecha en que concluyó su peculiar competencia para designar candidato a Gobernador, no hubo ‘operación cicatriz’ entre adversarios, sino cirugía de extirpación. Sin embargo la metástasis no cede, por el contrario, a casi dos meses de distancia se profundiza. Por ello si avanza el calendario y persiste la división, es decir, el problema identificado, es natural que subsista también el pronóstico: perder Coahuila.
Lo irónico es que todo el proceso ha sido conducido por el Comité Ejecutivo Nacional: la convocatoria para designar coordinador de la 4T en el estado, la que sirvió para seleccionar precandidato, las encuestas, y hasta los métodos para neutralizar a la disidencia. Ha sido centralizado de principio a fin, convirtiendo al Comité Directivo Estatal en convidado de piedra.
En ese tenor, mediante una relatoría de 133 páginas donde documentan con videos y fotografías presentadas ante Notario -principalmente publicaciones de redes sociales- el apoyo público y notorio de 22 militantes de Morena, virtual y en eventos, al precandidato del PT, “Acapulco” Berdeja, el Comité Ejecutivo Nacional representado por Mario Delgado emprendió contra ellos un recurso de queja cuyo destino final es la “cancelación de la afiliación a Morena consistente en la pérdida definitiva de derechos y obligaciones”, bajo el argumento de que “los hechos constituyen una transgresión, ponen en riesgo el funcionamiento, y afectan la organización” del partido.
El 19 de enero sesionó el Comité Ejecutivo Nacional, el día 24 se presentó el instrumento jurídico, y el 27 del mismo mes fue admitido y notificado a la parte acusada. El documento primordialmente va dirigido contra Laila Yamille Mtanous Castaño, actual edil del Ayuntamiento de Ciudad Acuña, quien a su vez fungía como presidenta del Consejo Estatal de Morena hasta el 27 de enero que fue notificada por estrados electrónicos de las medidas cautelares acordadas, consistentes en “la separación inmediata del cargo y las funciones que ostentan como miembros de los órganos internos, así como la suspensión provisional de sus derechos como militantes y simpatizantes de Morena”.
La lista incluye a Lucía Inés Zorrilla Cepeda, secretaria de Finanzas del Comité Ejecutivo Estatal, y 20 personas más, entre diputados locales (2), un legislador federal (Borrego Adame), regidores, consejeros y ex dirigentes.
Es, básicamente, una formalidad para quitárselos de en medio como rebeldes. Atípica para una Comisión, la de Honestidad y Justicia de Morena, cuyo lema es “conciliación antes que sanción”.
Cortita y al pie
No es que alguna vez hayan permanecido cohesionados en torno a un fin común, pero la descomposición se hizo evidente a partir de agosto 2022, con las elecciones de consejeros distritales. Ahí se rompió Morena en Coahuila. La eventual designación de candidatos a diputados locales en próximos días, de mayoría y plurinominales, apunta para otra fractura sobre la fractura.
Por lo demás, parece mentira que se tengan que repetir obviedades. “Si un colectivo de dirigentes de Morena expresa abiertamente su respaldo a una candidatura postulada por un partido que competirá en contra de Morena en el proceso electoral constitucional que se encuentra desarrollándose, es
claro que tales actos generan incertidumbre, presión y manipulación sobre el resto de las personas protagonistas del cambio verdadero al adherirse a un proyecto que no emana de Morena”, dice el citado expediente CNHJ-COAH-015/2023.
No tiene mayor ciencia: si ocupas cargos directivos o de representación en un partido, y saboteas a ese instituto desde adentro apoyando a otro sin separarte del cargo, amerita expulsión. No es tan difícil entenderlo. Es un razonamiento elemental. No así para los fundamentalistas enajenados, adscritos de manera unánime a la precampaña de Sóstenes.
La última y nos vamos
Un juicio promovido ante el Tribunal Electoral de Coahuila y un incipiente reclamo agrupado en la etiqueta #Yosoy23 (en alusión al movimiento estudiantil #Yosoy132 ocurrido en 2012) conforman la defensa de los 22 referidos defenestrados.
Aunque, sinceramente, interesan e influyen más los 22 reos de alta peligrosidad que llegaron al penal federal de Mesillas, en Ramos Arizpe, el lunes pasado.