CALDERÓN... QUE NO NEGOCIÓ CON EL NARCO
La trama se complica en el juicio de Genaro García Luna en los Estados Unidos. Como era de esperar, acabaron implicando a su jefe, el entonces Presidente de México, Felipe Calderón.
A García Luna, ex Secretario de Seguridad Pública, lo están sometiendo a proceso en Nueva York.
Ahí compareció un tal Edgar Veytia, fiscal de Nayarit bajo el mando del gobernador Ney González, y dijo que éste le refirió la supuesta línea dictada por Calderón desde el centro imperial: apoyar al grupo del Chapo Guzmán.
Para pronto, Calderón retiró la copa de sus labios para protestar. Que él, de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia, negoció ni pactó con criminales. Pos éstos.
Es entendible el enojo y la pasión con que se defendió el ex Presidente. Nadie quiere pasar a la historia como el mandatario que pactó con los jefes del crimen. Mucho menos quien ya pasó a la historia como un bravucón e inepto combatiente.
Porque no declaras la guerra y desatas una guerra sin una estrategia para ganar, o al menos para retirarte cuando no sale como esperabas. Las consecuencias las seguimos viviendo casi 20 años después y los muertos siguen aumentando.
Pero no nos engañemos: el juicio tiene mucho de farsa y es difícil que puedan sacar de ahí algo más que raja política. Los juicios con “testigos protegidos” siempre tienen un tinte de poca credibilidad, porque éstos dirán cualquier cosa para justificar el perdón otorgado, y si no hay un soporte de pruebas… todo se puede ir al olvido.
Tal vez me equivoque, pero aunque acaben condenando a García Luna, poco más podrá hacer la justicia gringa. Impensable sería que, por fin, cayera uno de los “inexistentes” amos del narcotráfico en aquel país, que es el mayor mercado de drogas del mundo, porque es el territorio con más drogadictos.
Es decir, los gringos podrán seguir con su actitud santurrona de echarle la culpa del narcotráfico a un puñado de campesinos semiletrados mexicanos y su ejército de sicarios, apoyados por delincuentes de cuello blanco en nuestro gobierno o en las esferas empresariales… pero de los jeques del crimen en su país, ni hablar del peluquín.
¿Qué más da si enlodan a un ex mandatario mexicano? De por sí no gozan de mucho prestigio ni de este lado de la frontera. Eso, en caso de que el hombre sea ajeno a las acusaciones, porque siempre queda espacio para la duda.
Ahora mismo, que vivimos en una era dorada sin corrupción y con unos funcionarios que se acercan a la santidad en su ejercicio de la función pública, ¿de verdad sería de extrañar que con el tiempo empiecen a surgir las manzanas podridas?
El problema no es que haya uno o más elementos corruptos, sino que todo el sistema, el interno y el que nos imponen desde Washington… es corruptor.