Más que vencedoras en Cristo
¡EN ABUNDANCIA!
Hoy en día la palabra más común es “escasez”. No hay suficiente agua potable, combustibles, dinero en el hogar para solventar las necesidades básicas, seguridad, valores éticos y morales, etc.
Cada día nuestros recursos naturales son afectados por la mano del hombre principalmente y las especies en peligro de extinción aumentan.
La falta de armonía en las relaciones humanas es consecuencia de la ausencia de paz en los corazones.
Estas situaciones se resumen en las palabras de Jesucristo que nos advierten acerca de las señales de los últimos tiempos:
“Mirad que nadie os engañe, porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores”. Mateo 24:4-8
Jesucristo nos exhorta a no considerar como cosa extraña las condiciones difíciles que existen en el mundo que habitamos y a guardar nuestro corazón del desaliento y la turbación.
Los suicidios en nuestra región aumentan cada día y la familia, fundamento de los valores y principios que rigen a nuestra sociedad, se debilita.
No hay cambios externos que puedan detener todas estas calamidades, pero hay esperanza para ti y para mí: Jesucristo lo hizo posible al morir en la cruz, triunfando sobre todo aquello que nos separa de Dios.
El temor y la ansiedad, la persecución, la escasez, los vicios, la enfermedad y la muerte ya han sido vencidas por Jesucristo:
“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Juan 10:10
Una vida abundante aquí en la Tierra representa la paz que hay en el corazón al saber que estamos seguros en Cristo.
Que ya somos libres de la condenación eterna y de la culpa por nuestros pecados y estamos confiados porque estamos con el vencedor.
Abundancia de misericordia y paz hay en quienes confían en Él:
“¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.
Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, y tú los abrevarás del torrente de tus delicias”. Salmo 36:7-8
El apóstol Pablo refiere de su vida, dando testimonio de la gracia de Dios:
“..Habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad”.
“Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús”. 1 Timoteo 1:13-14
Querido lector(a), ya no sigas esclavizado a las circunstancias y al pecado que nos asedia. Hoy puedes ser libre para disfrutar de una vida abundante en Cristo.
En Él hay abundancia de paz, gracia, satisfacción, salud, esperanza, amor y vida eterna.