HITO DE LA 4T: EN ZACATECAS HIZO SU CAMPAÑA
Qué ocurrentes son los diputados. Aquí va un notición espectacular: que van a multar a quienes osen insultar al Santo Padre, perdón al Señor Presidente Andrés Manuel.
La iniciativa es de la bancada de la 4T. Es la zacatecana Bennelly Jocabeth Hernández quien pretende hacer historia en el recinto legislativo… o amarrar su siguiente hueso. Seguro la desecharán por estúpida (la iniciativa, digo, no la diputada), pero no sería de extrañar que acabe inscrita en la ley con letras de oro. No sería la primera vez.
Ahí está otra iniciativa genial que acabó expresada en la Ley Antitabaco: nos enteramos que un par de policías de Puerto Vallarta fueron acusados de extorsionar a turistas luego de encontrarlos fumando en la vía pública. O sea, en la calle.
Y es que la ley no intenta reducir el consumo, pues quien va a encender un cigarrillo lo puede hacer aquí o a 20 metros de distancia. Tampoco de volverlo ilegal, ¿verdad?, porque el tabaco no lo es.
Entonces, si el tabaco no está fuera de la ley, ¿por qué los fumadores, sí? ¿Que no tienen derechos? ¿Qué vericueto legal tuvieron que crear para que no se pueda fumar en la vía pública, que es... pública?
La respuesta es muy sencilla: se trata de darle a los agentes de la ley más oportunidades para aumentar sus exiguos salarios.
México es uno de esos países con un folclor muy profundo y pintoresco, donde las leyes no están pensadas para el beneficio de la gente, sino para el beneficio de quienes las aplican. No es lo mismo.
Que conste: está prohibido fumar “en bares, restaurantes y otros sitios de concurrencia colectiva, como los estadios, plazas, parques, playas y hasta hoteles”. En la calle sí se puede fumar. Pero no en toda la vía pública. “Debe tratarse de vías que no estén catalogadas como espacios 100% libres de humo o no ser calles conglomeradas”.
¿Y qué es una “calle conglomerada”? Pues la que diga la autoridad en turno. Mire: “No es que no se pueda fumar en la calle, claro que se puede fumar, pero siempre y cuando no sea un espacio reducido y que conglomere gente”, dice
Diana Cedillo, subdirectora de la Oficina Nacional para el control del Tabaco de la Conadic.
En ese terreno lodoso es cuando aparecen las multas. Por fumar o encender cualquier producto de tabaco y nicotina en los espacios libres de humo alcanzan hasta los 10,374 pesos. O puede acogerse a las multas de arresto, que es irse a chirona por 36 horas.
Pero eso sí, y que quede claro: el tabaco no es ilegal. Los que están cada vez más fuera de la ley y los derechos humanos son los fumadores. Qué bueno. Quién les manda.
Señores, mejor fumen mota: ya hasta la venden por apps y la entregan en la puerta de sus casas.
Para que luego digan las autoridades que no hay pacto alguno con los narcos. Puf.