PRI y Morena, contrastes
La coalición Va por México está urgida de victorias y por tal motivo centra su atención en Coahuila y Estado de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena tienen la misma prioridad, pero en sentido inverso: sepultar al PRI en las únicas entidades donde el dinosaurio todavía goza de cabal salud. La alianza del PRI con el PAN y el PRD no representa la suma automática de votos de estas fuerzas, sobre todo de la primera, pues la segunda siempre ha sido marginal. Sin embargo, de haber ido solos a las elecciones del 4 de junio le habrían facilitado a Morena la tarea. Por esa razón el PRI cederá distritos y alcaldías ahora en su poder. El PAN prefirió nadar de a muertito en vez de exponerse a nuevos fiascos.
La 4T ha ahorcado financieramente a los estados y aplicará todos los recursos a su alcance para hacerse con los últimos baluartes del PRI. Morena es la segunda fuerza electoral en Coahuila y Estado de México, lugar que antes ocupaba el PAN. Empero, el PRI más duro y disciplinado es justamente el que dirigen Miguel Riquelme y Alfredo del Mazo. No se puede decir lo mismo de Morena. La candidatura de Delfina Gómez en Edomex no generó conflicto, pero la de Armando Guadiana, en Coahuila, escindió a Morena y anticipa su derrota.
Gómez es la favorita de AMLO, mas para los medios de comunicación no pasa desapercibido el protagonismo de Horacio Duarte, quien también aspiró a la gubernatura. Morena no puede cambiar de candidato, pues la reforma constitucional de paridad, aprobada en 2019, lo impide. En Coahuila la postulación de Guadiana ha sido impugnada y la nominación de Ricardo Mejía, por el Partido del Trabajo, ensombrece aún más el horizonte. El periodo de precampaña terminará el 12 de febrero. La promoción de los candidatos en spots y anuncios espectaculares preludia el bombardeo que vendrá a partir del 2 de abril cuando inicien las campañas.
Manolo Jiménez, de la coalición Va por México, ha mantenido el tono moderado del continuismo. Su deslinde del moreirato será retórico mientras no asuma compromisos que lo demuestren, como investigar la megadeuda y otros desmanes del clan. El discurso de Guadiana es insustancial y está lleno de lugares comunes. Evaristo Lenin Pérez, de la coalición Partido Verde-udc, no será el Ricardo Gallardo de San Luis Potosí y por tanto podría declinar por otro candidato. Ricardo Mejía es visto como la opción antisistema. Las denuncias del exfuncionario federal contra los Moreira generan entusiasmo en sectores que prefieren la alternancia. El PT es aliado del presidente López Obrador, y como tal, Morena podría inclinarse a su favor como pasó en Morelos y San Luis Potosí donde los candidatos del Partido Encuentro Social y del Verde Ecologista ganaron las gubernaturas.
La ventaja del PRI no es garantía de triunfo y por tanto prefiere no confiarse a pesar de las declaraciones triunfalistas del presidente del comité estatal, Rodrigo Fuentes, quien anticipa carro completo en los 16 distritos electorales. Morena movilizará a sus operadores a Coahuila, único estado del norte que celebrará elecciones este año. La participación del exsubsecretario de Seguridad Pública en la contienda revivirá la rivalidad política entre la Comarca Lagunera y la capital del estado. En los comicios de 2017 la gubernatura la disputaron dos exalcaldes de Torreón, Miguel Riquelme y Guillermo Anaya, pero ahora el PRI y el PAN nominaron a Manolo Jiménez, cuya presencia en La Laguna es permanente. No de balde, pues la región concentra la segunda votación más alta del estado.