Atropello no autorizado
El 6 de marzo de 1888, se publicó en el periódico Galveston News de esa ciudad texana, una noticia titulada como: “Rompe la paz un atropello no autorizado”, describiendo un evento que conmocionó a la Secretaría de Estado de Washington, donde se efectuó un enfrentamiento a tiros, enfrentamiento al que llamaron batalla, efectuado en un pueblito texano llamado Eagle Pass, ubicado cerca del Río Grande. Éste es el relato textual del Galveston News: “El 3 de marzo de 1888, cerca del mediodía, el comandante de las fuerzas mexicanas en la villa de Piedras Negras fue a Eagle Pass a solicitar permiso para que un oficial y tres hombres cruzaran la frontera para comprar caballos.
El permiso fue otorgado por oficiales de la aduana norteamericana y los cuatro soldados, conducidos por un subteniente, se internaron. Pero después de conversar con su comandante, el subteniente condujo a sus hombres hasta la estación del ferrocarril a galope tendido a través del pueblo y pronto se dieron cuenta que no iban a comprar caballos, porque en el patio trasero cerca de la estación estaba un mexicano desertor del Ejército que había llegado días antes y cuando vio al grupo de militares trató de esconderse, pero fue localizado, golpeado severamente y arrastrado. El diputado del Sheriff del condado de Maverick, Shad White, ordenó a los agresores dejar a su víctima, pero fue advertido por los militares mexicanos de disparar si intervenía.
Al oficial norteamericano no le quedó otra cosa que pedir ayuda. Mientras tanto los militares dieron por muerto al desertor, regresaron atravesando el pueblo rumbo al río Bravo, pero antes de alcanzar el límite del pueblo, los soldados esquivaron los disparos del diputado del Sheriff, ayudado por dos elementos de los Rangers de Texas, Ed y Will Van Riper y el sheriff Cook. Cuando los militares llegaron al río contestaron brevemente el fuego, resultando herido el diputado del sheriff Shad White, a quien le atravesaron su mano y muñeca izquierda de un disparo, pero continuó disparando su rifle, matando a un caballo y derribando a uno de los jinetes mexicanos. Este soldado trató de nadar para atravesar el río, pero fue muerto por un tiro de Ed Van Riper.
El oficial mexicano fue el primero en llegar a la otra orilla y disparó a la multitud que se había reunido en el lado americano, mientras los otros dos soldados mexicanos trataban de regresar, uno fue herido en el rostro y el otro en un costado. El último murió antes de llegar a la orilla. Todo este asunto tuvo que ser ventilado en la Secretaría de Estado por parte de los norteamericanos y Asuntos Exteriores por los mexicanos.” Este evento sólo pasó a la historia porque fueron militares mexicanos quienes ingresaron al país vecino y fue considerado como una agresión, situación que contrasta con las incursiones del ejército norteamericano que hicieron al suelo nacional en busca de esclavos fugitivos o de indígenas rebeldes, a los que las autoridades de Estados Unidos siempre encontraron pretextos para disculpar sus acciones. (Tomado del periódico Galveston News del 6 de marzo de 1888)