‘Sin mujeres divididas’
El pasado miércoles 8 de marzo se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, día en el cual se recuerda el terrible suceso que se produjo en 1911, cuando en un incendio en una fábrica de Nueva York se consumieron los cuerpos con vida de más de 140 trabajadores, en su mayoría mujeres.
A partir de ahí, el movimiento feminista inicio una luchar sin tregua por la igualdad, la participación y el empoderamiento de ese sector en todos los ámbitos de la sociedad. El Día de la Mujer fue construido con diversas protestas y acciones en conjunto por parte de las feministas, hasta que en 1975, la Organización de las Naciones Unidas lo institucionalizó.
En México, este 2023 fue diferente a lo sucedido el año pasado el mismo 8 de marzo, dado que si bien hubo una marcha de mujeres, la misma fue bastante menos nutrida que la del 2022, y lo peor, a esta no le siguió ninguna gran protesta, al menos no con el ahínco que tuvieron el año pasado, por razón de los feminicidios y la violencia que sigue prevaleciendo en todo nuestro territorio mexicano.
Para quien no lo recuerda, le comento que en 2022, además de las marchas y protestas, un colectivo feminista de Veracruz denominado Brujas del Mar, convocaron con éxito a un paro nacional de mujeres, el cual gracias a la viralización de la propuesta logró por un momento que en nuestro país, ese día no hubiera una mujer en las calles, ni una mujer en los trabajos, ni una niña en las escuelas, ni una joven en las universidades, ni una mujer comprando, tal cual lo incitaba aquella convocatoria.
Por desgracia este año no fue así, ahora hubo una clara disminución en el ánimo de aquellas mujeres que lograron mover la conciencia de toda una nación por el evidente coraje que las llevó a protestar con tal tenacidad en 2022. Para quien esto escribe, el mermado ánimo de protesta por parte de las mujeres en este año, se debió a que quizás las mismas descubrieron que su esfuerzo fue bastante utilizado por actores políticos, que no perdieron la oportunidad de agrandar más la terrible polarización que ahora sufre nuestra sociedad mexicana.
El evidente enfriamiento de aquellas significativas protestas nos lleva a pensar que poco lograron su cometido original y que las mismas solo sirvieron para hacer más profunda la división de criterios de los mexicanos. Y es que, nuestro Gobierno divisor nunca ha perdido la oportunidad de salir beneficiado con la polarización. Lo anterior dado que con la división logra diluirnos como sociedad y debilitarnos como pueblo, aunque lo anterior cueste la armonía entre nosotros.
Decía el dictador romano Julio
César: “divide y domina”, y que se resumen en la estrategia que utilizan los gobernantes y quienes aspiraban a serlo, de indisponer a los unos contra los otros, con el fin de mantenerse mediante la ruptura en piezas de las concentraciones más grandes para que individualmente tengan menos energía.
Entonces, le invito a jamás permitir que ninguna protesta pueda significar otra cosa que no sea la genuina manifestación de un grupo vulnerable de nuestra sociedad que exige a los gobiernos aplicar políticas públicas que logren frenar los abusos y la violencia que les aqueja, como ha sucedido en Madrid, Barcelona, Argentina, Polonia y Estados Unidos, en donde a diferencia que en nuestro México, han logrado su cometido de escuchar a las mujeres en un día sin divisiones.