Entre marchas te veas
«EN LA ARENA política mexicana, el Zócalo capitalino es acaso la plaza más preciada; un símbolo de conquistas electorales y celebraciones patrias, pero también de asedio al poder», escribe Gerardo Moyano en «Espacio 4» (713). Es por ello, advierte el periodista, «que la oposición se haya apuntado una victoria por haberlo llenado el 26 de febrero, cuando miles de ciudadanos, políticos y activistas se manifestaron, tanto en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) como de la alternancia en 2024 (“mi voto no se toca”). O, lo que pareciera lo mismo, en contra del llamado “plan B” de reforma electoral y todo lo que provenga del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
»Y SI DE SIMBOLISMOS se trata, las cifras de asistencia varían según convenga: Desde los 80 mil manifestantes que calculó el Gobierno de Ciudad de México hasta los 500 mil que presumieron los organizadores de la marcha. Entre los ciudadanos que respondieron a la convocatoria (en CDMX y otras ciudades del país y del mundo), guiados por una auténtica convicción cívica, se mezclaron intereses políticos y empresariales afectados por las políticas de la 4T.
»ENTRE ELLOS, los dirigentes de los partidos de oposición Alejandro Moreno (PRI) —y sus operadores Rubén Moreira y Carolina Viggiano—, Marko Cortés (PAN) y Jesús Zambrano (PRD). También el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Santiago Creel (PAN) y los empresarios y organizadores de la marcha, Claudio X. González y Gustavo de Hoyos, quienes se unieron a académicos, intelectuales y miembros de más de 120 organizaciones civiles. El expresidente Vicente Fox lo hizo desde León.
»LOS ORADORES fueron la exdiputada priísta Beatriz Pagés y el exministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José Ramón Cossío, cuyos discursos dejaron en claro que el llamado es a vencer a Morena en las elecciones del año próximo. “Ya huelen su derrota y preparan la estafa, buscan desaparecer al árbitro para torcer la decisión ciudadana en 2024. El ‘plan B’ de la reforma electoral es la crónica de un fraude anunciado’, hiperbolizó Pagés. AMLO ‘utilizó al INE llegar al poder’ y hoy ‘quiere matarlo’, arengó.
»SIN EMBARGO, si el tabasqueño llegó al poder no fue gracias a las autoridades electorales, sino pese a ellas, pues en las elecciones de 2006 (cuando Pagés apoyó la campaña del candidato priísta Roberto Madrazo) y 2012 avalaron las irregulares que llevaron al poder a Felipe Calderón y a Enrique Peña Nieto. En el Gobierno de Peña, la Editorial Cruzada, de Pagés, recibió contratos por más de 57 millones de pesos, según divulgó el Gobierno federal en 2019, al hacer pública una lista con 36 nombres de periodistas y sus respectivas empresas que firmaron acuerdos publicitarios con la administración federal de 2012 a 2018.
“SÉ QUE LOS ministros (de la SCJN) declararán que las normas electorales que reducen los recursos humanos y presupuestales de los órganos electorales, violan los principios de equidad y certeza», dijo por su parte Cossío. AMLO reviró en la conferencia mañanera del día siguiente. Pagés —dijo— “Es hija de José Pagés Llergo, del Siem- pre!, pero muy priísta, muy conservadora”. A Cossío lo calificó de «farsante abogado», por haber sido ministro “en pleno narcoestado, apoyado por Calderón» y de haber votado «en contra de una resolución para que se castigara a los responsables del incendio de la Guardería ABC en Hermosillo”». (…) Además, anticipó la respuesta del Gobierno y de Morena: «Nada más observen lo que va a pasar el 18 de marzo» —con motivo del 85 aniversario de la expropiación petrolera.