Pasta de Conchos, el fracaso: Radiografía de cuerpo entero a la 4T
Luego de 17 años, Pasta de Conchos como tema de interés público se ha vaciado de contenido: cada vez obtiene menos espacios en la agenda y, cuando los ocupa, no genera audiencia ni conmociona la opinión. La sobreexposición mediática, la distancia temporal y territorial, aunada a la no resolución del caso y sobretodo la escasa empatía colectiva, ha transformado la indignación inicial en tedio.
Como causa social, sin embargo, permanece activo. Pero como símbolo concentra y representa lo que ha sido el Gobierno de ‘la cuarta transformación’ hasta el momento: un completo desastre.
En el proceso de rescate de los cuerpos de los mineros atrapados en 2006 en la Región Carbonífera de Coahuila literalmente han tirado el dinero a un pozo sin fondo: mil 540 millones 229 mil pesos entre 18 contratos, el primero del 28 de diciembre de 2020, y el último del 14 de febrero de 2023, por conceptos que van desde “asistencia técnica” y “procesamiento de datos”, hasta “vigilancia” y “agua”.
Pues de nada sirvieron. El jueves pasado, desde Nueva Rosita, y luego de abandonar por espacio de seis meses los trabajos, la secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde, acompañada por el director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett, y Laura Velázquez, coordinadora nacional de Protección Civil, han propuesto un par de fechas tentativas para reiniciarlos que, justo es decirlo, ‘coinciden’ con el periodo de proselitismo electoral en el estado: el 14 de abril y el 1 de mayo. Es decir, los días 13 y 30 de la campaña que dura dos meses.
El proyecto ya fracasó. Ahora sólo queda la necropolítica. O sea lucrar con los muertos. La sobada estrategia del régimen al desnudo: generar expectativas a futuro; nunca aterrizar en el presente; culpar al pasado.
En este caso bajo la justificación de “cambiar” proveedor debido a “retrasos e incumplimientos”. No obstante hay un detalle: ellos asignaron las obras por adjudicación directa, como en la mayoría de las contrataciones del Gobierno Federal.
En este caso un contrato por mil 164 millones de pesos para excavaciones -el de mayor cuantía entre todos los involucrados en el tema- a una triada de sociedades mercantiles tamaleadas por anticipado: la mezcla de dos foráneos con supuesta capacidad técnica, Proacon y ADM, ambos de la Ciudad de México, y un contratista regional con presunta capacidad operativa: KYA, de Sabinas.
A su vez, el 3 de febrero de 2022, CFE adjudicó directamente labores en Pasta de Conchos a Desarrollo de Terracerías-nge, S.A.P.I. de C.V. (constituida el 9 de julio de 2020 en la Ciudad de México, en plena emergencia sanitaria) por 308 millones 909 mil pesos.
Eso es tener ‘suerte’. Máxime cuando la contratación inició vía un procedimiento de licitación pública que fue declarado desierto por CFE para descalificar competidores y, por consecuencia, favorecer sin tapujos a la mencionada persona moral en un segundo momento.
No obstante ninguna de las dos acciones ha servido para remediar algo y luego de dos años ha resultado un fiasco que proyectaban finalizar el 23 de diciembre de 2023.
El objeto social principal de Desarrollo de Terracerías-nge, S.A.P.I. de C.V., es decir, la razón de su existencia, es por demás revelador: “ser titular de cualquier contrato de obra o servicios para el proyecto de refinería de Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco”. Dicho de otra forma, el beneficiado nació con una intención particular: hacer negocios con la autodenominada cuarta transformación. Los que sean, como sean, pero que salpique presupuesto.
A lo mejor usted no se enteró que, previamente, CFE adjudicó 32 millones 828 mil pesos el 18 de marzo de 2021 a Compañía Minera Zapalinamé, sociedad mercantil vinculada con el precandidato de Morena a la gubernatura de Coahuila, Armando Guadiana Tijerina, para la “perforación de pozos para pruebas de bombeo, obtención de núcleos, instalación de piezómetros y apoyo en maniobras para pruebas in situ en el proyecto Pasta de Conchos”.
Si bien el Senador con licencia no es socio de la razón social beneficiaria (la cual pertenece a su sobrino, César Ariel Rodríguez Guadiana), sí forma ésta parte del consorcio Minsa (Materiales Industrializados, S.A. de C.V.), del cual es dueño y presidente de la asamblea de socios.
El caso es que ahora pretenden borrón y cuenta nueva. No habrá sanciones a las empresas por incumplimiento de contrato ni se resarcirá el daño por el tiempo perdido, tampoco indemnizaciones. De regresar los recursos ni hablamos.
Se trata de la misma CFE que adjudicó millones injustificados a un testaferro de ‘Tony’ Flores y empleado de su hermana Tania, Alcaldesa de Morena en Múzquiz, en diciembre pasado (985 millones de pesos), o al ‘cónsul honorario’ de Nicaragua en Saltillo (950 millones de pesos, sin IVA, vía 37 contratos entre 2019 y 2022).
¿Qué está financiando en realidad? ¿De qué se tratan sus adjudicaciones directas? ¿A dónde están yendo los millones destinados en el papel a reparar un supuesto daño icónico?
Cortita y al pie
Pasta de Conchos es un caso abstracto. Aunque otros también pueden ejemplificar a la 4T: la huelga permanente de Notimex que deliberadamente dejó sin agencia informativa del estado mexicano todo el sexenio; el Tren Maya que conduce a ninguna parte y en su camino generó un ecocidio en la selva; el Aeropuerto “Internacional” Felipe Ángeles como elefante blanco; el sistema de salud casi como en Dinamarca; el desabasto de medicinas que “ya casi se resuelve” desde hace 4 años; el récord de muertos por Covid-19 durante la pandemia; la vacuna ‘Patria’ que nunca se logró; los ventiladores (respiradores) Ehécatl del Conacyt que nunca sirvieron; el metro de la Ciudad de México como culmen de la negligencia; el avión presidencial que jamás se vendió y a estas alturas no se sabe ya qué simboliza; las ‘rifas’ públicas sin ganadores ni premios rifados; el juicio a los expresidentes sin juicio a expresidentes; el gas Bienestar que pretendía ser un remedio contra la escasez y existió solo para la fotografía como programa piloto en colonias de la CDMX; la guerra contra el huachicol que nunca se libró ni se ganó pese a la parafernalia inicial; la nacionalización del Litio que un día es nacionalista y al siguiente permite la explotación extranjera, mañana quién sabe; la compra de una aerolínea sin aviones (Mexicana) para operar en un aeropuerto sin vuelos (AIFA); la refinería que no refina gasolina; la estrategia de seguridad que terminará el sexenio como el más mortífero de la historia…
La última y nos vamos
Cuando una de las personas presentes en la referida reunión con Bartlett del pasado jueves criticó que la espera ha sido tan grande que cinco viudas de los mineros han muerto ya desde que inició el rescate, el director de CFE comentó en tono de burla: “esas ya no van a venir”.
Tras la comparecencia, una de las viudas (Rosa María Mejía, 66 años) sufrió un infarto, “del coraje”, como ella misma manifestó fuera del recinto donde se celebró la audiencia cuando era trasladada a recibir atención hospitalaria. La “crisis cardíaca”, como se informó de manera oficial, en realidad le mantiene en estado de coma en terapia intensiva, y tuvo que ser trasladada de Nueva Rosita a Monterrey debido a la gravedad y urgencia.
Ese es el “humanismo mexicano”. La doctrina de la 4T.
Y como colofón, el rescate sin rescate. Una joya más del sexenio kafkiano y surrealista que vivimos.