¿Conocerán quiénes fueron los patrocinadores reales de la expropiación petrolera?
Hoy es 18 de marzo. Allá por los tiempos cuando cursábamos la instrucción primaria, era un dia en que el nacionalismo se exacerbaba y a los chamacos de entonces nos narraban historias que terminaban por hacernos sentir orgullosísimos de lo que, nos decían, había sido una hazaña del presidente Lázaro Cárdenas Del Río. Se nos presentaba al personaje en modo tal que hasta lo imaginábamos empuñando la espada flamígera para expulsar a los malvados petroleros estadounidenses e ingleses quienes no quisieron entender que, o se alineaban por la izquierda, o se iban mucho al nombre que hoy lleva el “ranchito” de cierto personaje muy admirado por los poco dados al análisis documentado. Por supuesto, no faltaban los festejos conmemorativos en las escuelas en donde un infante acababa disfrazado del personaje principal del evento, además de que poesías, peroratas y discursos se daban para dar y llevar. Todo eso venia desde 1938, cuando se suscitó el evento. Hemos revisado fotografías de aquellos tiempos, entonces doña Estela cursaba la instrucción secundaria, y se observa como los niños-adolescentes mostraban en cartelones cuan orgullosos estaban de la “proeza” que aquello implicaba, nada sabían sobre lo que vendría durante los dos años siguientes
A nosotros, desde la infancia, por alguna razón que no llegábamos a comprender del todo, algo nos impedía identificarnos con el presidente Cárdenas como personaje histórico. Cuando cursábamos la instrucción escolar a nivel preparatoria, leímos sus memorias y encontramos una explicación primera de porque no podíamos sentir predilección hacia él. Uno era el discurso político que vendía y otra la forma en que desarrollaba su accionar. Entonces, los asuntos históricos los tomábamos como parte de la cultura general, estábamos más preocupados por prepararnos para irnos a ocupar en las tareas de cómo aprender Economía.
Cuando arribamos a la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), nos encontramos que, para ellos, los tres demonios del panteón histórico nacional eran los estadistas Benito Pablo Juárez García y Plutarco Elías Calles Campuzano, así como el presidente Cárdenas. La reacción que tuvimos fue distinta para cada personaje. En el caso del primero, era, es y será, con todas las virtudes y defectos que se le quieran colgar, nuestro héroe patrio por antonomasia, algo que nace del análisis y estudio sobre su accionar, así que ninguna mella nos hizo lo que despotricaran. Por lo que concierne al segundo, teníamos una versión muy poco positiva sobre él. Habíamos crecido con la opinión negativa que al respecto tenía nuestro abuelo materno, don Rafael Ríos Lozano, misma que se derivaba de motivos muy personales y entendibles. Dado que la historia patria se ocupaba poco del estadista Elías Calles, salvo para demonizarlo, no teníamos más información sobre él. Sin embargo, al escuchar los embates de que era objeto en la UAG, se nos despertó la curiosidad y empezamos a adentrarnos en el estudio del personaje, pero no fuimos muy lejos pues estábamos ocupados en como aprender a utilizar la estadística y la econometría para intentar predecir el comportamiento futuro de la economía y sus variables. Años después, ya dedicados a la historia, pudimos dimensionar la estatura del personaje y lo que significó como constructor del edificio que albergaria al Estado Mexicano Moderno. Por lo que concierne al tercero, lo oído aumentaba nuestras dudas sobre el michoacano. Pasarían muchísimos años para que estuviéramos en posibilidades de contar con información objetiva al respecto.
Dado que nuestra especialidad como historiadores son las relaciones México-eua, enfocadas en el periodo 1919-1929, dedicamos muchísimas horas a estudiar los eventos y personajes de ese periodo. Así, pudimos percatarnos del tamaño de gobernante, ningun ser perfecto, por cierto, que fue el estadista Elías Calles. Sin embargo, es fecha que los historiadores mexicanos no se atreven a reconocer la magnitud de su obra por temor a que los vayan a tachar de enemigos del Tata o les incrementen la penitencia dominical. Nosotros que no pertenecemos a cofradía alguna y no buscamos quedar bien con nadie, somos de los escasísimos que osan dar una versión distinta a la narrativa oficialista.
Quien concretó el diseño elaborado por el estadista Venustiano
Carranza Garza fue el tercer estadista de nuestra historia, Plutarco Elías Calles Campuzano. A él, se debe la instauración de instituciones que dieron forma al Estado Mexicano Moderno, una entidad en donde se miraba hacia el futuro y todos tuvieron cabida. Si alguien duda esto último, revisen los nombres de quienes colaboraron en el proceso. Lo del Maximato es para discutirse en otro escrito ya que requiere un análisis extenso que no es el objetivo de este artículo. Si algún error hay que achacarle fue haberse dejado engatusar por las zalamerías del “Chamaco” quien en todos los escritos le prometía lealtad. Si gusta comprobar esto, lo invitamos a revisar “Cárdenas le escribía a Elías Calles.” Zócalo. 24-08-2013). Con toda la fuerza política que poseía, Elías Calles optó por apoyar a Cárdenas en lugar de respaldar al coahuilense más ilustre del México posrevolucionario, Manuel Pérez Treviño, quien sí tenia una visión hacia adelante y no andaba en busca de replicar modelos del pasado para tratar de convertirlos en el motor del crecimiento y desarrollo del país. Cara, muy cara, pagaría su equivocación.