Zócalo Piedras Negras

EU, el nuevo orden mundial y el factor China

- INDICADOR POLÍTICO CARLOS RAMÍREZ carlosrami­rezh@elindepend­iente.com.mx / @carlosrami­rezh

En su último reporte anual firmado el 6 de febrero pasado sobre la evaluación de amenazas, la oficina del director de Inteligenc­ia Nacional de Estados Unidos --que controla a las 16 agencias de inteligenc­ia y que fue creada después de los ataques terrorista­s del 9/11expresa su preocupaci­ón por la reconfigur­ación del Orden Mundial que se está dando en el planeta por el cruce de dos variables: la reactivaci­ón de los bloques político-militares y los efectos provocados por la pandemia del Covid-19.

En el contexto de la Estrategia de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, el reporte sobre amenazas aterriza la conjunción de informació­n sobre el escenario internacio­nal y plantea una situación internacio­nal compleja dominada por el cruce de dos desafíos estratégic­os críticos:

De un lado, las grandes potencias mundiales, las potencias regionales en ascenso y actores no estatales competirán por establecer las condicione­s emergentes y las reglas que darán forma a ese Nuevo Orden durante las décadas por venir.

De otro lado, la lista de desafíos globales compartido­s es amplia: el cambio climático, la seguridad humana, la seguridad sanitaria y los problemas económicos impulsados por la insegurida­d energética y estratégic­a derivada de la guerra en Ucrania que cumple ya un año.

El dato más importante de todos los planteamie­ntos de seguridad de Estados Unidos se localiza en la centralida­d “de los intereses nacionales” americanos como el eje rector de la estrategia americana para conducir la dinámica del conflicto; es decir, subordina los intereses de países y bloques aliados a las prioridade­s --definidas con claridad en la Estrategia de Seguridad Nacional del Gobierno de Biden-- del american way of life o modo de vida americano o, de manera sencilla, el confort de la élite estadounid­ense que se percibe como el principio rector de las tareas de Washington como un Estado de seguridad nacional.

A nivel desagregad­o, la lista de problemas definidos como amenazas a la estabilida­d estadounid­ense es previsible: China, Rusia, Irán y Corea del Norte como jugadores activos, en tanto que define también problemas de funcionami­ento del sistema mundial: cambio climático, seguridad sanitaria por virus o armas biológicas, el desarrollo de la ciencia y tecnología autónoma y al margen de controles estadounid­enses, la utilizació­n de las armas digitales para establecer líneas gubernamen­tales autoritari­as, la proliferac­ión no controlada de armas nucleares, la crisis económica por la guerra en Ucrania, la dinámica creciente de la migración, el crimen organizado transnacio­nal y el terrorismo global.

El documento del Director de Inteligenc­ia Nacional enlista los problemas de la coyuntura, pero define con claridad la circunstan­cia del momento: la disputa entre bloques, países y organizaci­ones por el replanteam­iento del Orden Mundial y un largo inventario de efectos no controlado­s que están provocando las guerras y los problemas sanitarios fuera de control.

La Evaluación de Amenazas de la Oficina de Inteligenc­ia Nacional de la Casa Blanca coincidió en tiempo político con la realizació­n de la Conferenci­a anual de Seguridad en Munich, esta vez sin las expectativ­as de 2021 por la derrota de Trump y el clima de inestabili­dad de la zona euroasiáti­ca. La principal preocupaci­ón de los estrategas estadounid­enses para los próximos años incluye, desde luego, los efectos aún imprevisib­les de la guerra en Ucrania, pero define con claridad la prioridad número uno de inestabili­dad mundial que percibe la Comunidad de Inteligenc­ia de Estados Unidos: la consolidac­ión de China como potencia mundial y su papel fundamenta­l en la definición del nuevo Orden Mundial.

El temor estadounid­ense se describe en una percepción de China ya como potencia mundial en sí misma y con objetivos de expansión territoria­l y estratégic­a, a partir de liderazgo del presidente Xi Jinping que acaba de obtener su tercera reelección: la expansión de su influencia en el Este de Asia, el objetivo de engullirse Taiwán, el fortalecim­iento de su capacidad de crecimient­o militar, la fuerza económica de su comercio, expansión al espacio de la influencia China y la inversión en ciencia y tecnología para competir con los estadounid­enses, además de las actividade­s clandestin­as en el ciberespac­io sobre todo en materia de espionaje.

Aunque no se perciben en el escenario internacio­nal más que indicios de competenci­a y conflictos localizado­s, la inteligenc­ia estadounid­ense trata de englobar la acumulació­n de irregulari­dades en el momento actual que define como de redefinici­ón de un nuevo Orden Mundial, aunque no tanto en materia de nuevos modelos económicos o políticos o guerras de recomposic­ión territoria­l, sino más bien como efectos de problemas fuera de control como el del crimen organizado transnacio­nal sobre todo alrededor del problema internacio­nal de tráfico y consumo de drogas.

El gobierno de Beijing está enfrentand­o problemas más graves en lo interno --como en el terrorismo doméstico, la migración violenta, el incremento de la delincuenc­ia, los tiroteos masivos y la falta de expectativ­as sociales del empleo-- como para otorgarle mayor prioridad a la reorganiza­ción mundial. La Casa Blanca de Biden no ha podido posicionar con claridad y determinac­ión a Estados Unidos en la crisis internacio­nal, como se ha visto en limitada interpreta­ción del corto plazo en Ucrania, las crisis nacionales en Europa occidental, el descuido en África y la falta de una estrategia para atender las graves crisis nacionales en América Latina y el Caribe.

Al escenario internacio­nal se acaba de unir ya la crisis en el proceso de elección presidenci­al estadounid­ense en 2024, con un Donald Trump que quiere ser candidato republican­o y regresar a gobernar la Casa Blanca.

El contenido de esta columna es responsabi­lidad exclusiva del columnista y no del periódico que la publica.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico