Más que vencedoras en Cristo
HAY ESPERANZA “¿Cuál es la crisis que enfrentas hoy? Tal vez sea un problema personal o familiar sin solución humana posible, la muerte de un ser querido, alguna enfermedad o la economía. Quizá sea la inseguridad social que nos abruma día a día o el peligro latente de los desastres naturales…
Antes de que caigamos bajo el peso de nuestros acumulados temores, haríamos bien en mirar atrás a una mujer que soportó con gracia la tristeza, el dolor y la pena.
Corrie ten Boom experimentó la vida infernal de los campos de concentración nazis -lugares donde la esperanza estaba perdida para la mayoría de la gente- y sobrevivió para contar su historia de una fe firme y una gran confianza en Dios.
Ella vio el rostro del mal de cerca y los actos más inhumanos que el hombre puede llevar a cabo.
Después de esto, dijo lo siguiente:
“Si miras al mundo te sentirás perturbado. Si miras dentro de ti, te sentirás deprimido. Pero si miras a Cristo te sentirás descansado”
¿Dónde estás mirando? ¿Te estás concentrando en el mundo y sus peligros? ¿Te estás contemplando a ti mismo en espera de encontrar tus propias respuestas? ¿O estás mirando a Jesús, el autor y consumador de nuestra fe? (Hebreos 12:1-2)
En un mundo incierto, debemos seguir mirándole a Él”. (NPD)
¿Tienes fe? Todos decimos tener fe:
Fe en Dios, en la ciencia médica, en el hombre, los horóscopos, etc.
El objeto de nuestra fe determina la manera en que vivimos y cómo somos.
¿Qué es la fe? La fe es algo que hacemos, más bien que algo que tenemos.
La Biblia: “Es pues, la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, (Hebreos 1:1,6).
Nadie pone en duda la existencia de Dios, pero la creencia verdadera es algo más profundo que el asentimiento de que una cosa es cierta.
La persona que practica su fe es alguien que vive a la luz de algo o de alguien y refleja en su carácter y su manera de vivir lo que cree.
¿Cómo somos? ¿Cómo vivimos?
Jesucristo dijo en Lucas 6:45: “Por sus frutos los conoceréis. El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.”
La fe abarca el conocimiento, la voluntad, el sentimiento y la acción.
¿Conoces a Dios?
Conocer a Dios es tener una relación personal con El.
Es buscarle en oración y a través de su palabra, es amarle, servirle y obedecer sus mandamientos.
El mayor galardón que recibimos cuando tenemos una fe activa en Dios, es la vida eterna.
Dice en Juan 17:3 “Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste.
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.”
La fe en Jesucristo asegura la salvación de nuestra alma. Cuando tu mundo se esté derrumbando, confía en que él lo va a sostener.
¡Hasta pronto!