Rechazan espionaje y dicen: ‘filtraciones no son oficiales’
El Gobierno federal aseguró que como los documentos fueron expuestos cualquier persona los pudo alterar para afectar a la Sedena
Seis meses después de que se revelara el hackeo a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el Presidente Andrés Manuel López Obrador descalificó las filtraciones y las atribuyó a “agencias internacionales” vinculadas con conservadores.
Al ser cuestionado en la conferencia matutina sobre el uso del software de espionaje Pegasus, el Mandatario federal preguntó quién es Guacamaya Leaks y reprochó que se haya difundido información confidencial sobre su persona.
“¿Quién hackeó? Fue Guacamaya ¿No? Esa información que hackearon, donde aparece que tengo varios males, que estoy malo del corazón y que soy hipertenso y tomo un coctel de pastillas y todo eso ¿Quién es Guacamaya? ¿Quién hace ese espionaje?”, dijo.
“¿Por qué no hacen una investigación ustedes sobre eso? Porque sospecho que son agencias internacionales vinculadas con el grupo conservador que encabeza Claudio X. González.
Intuimos, pero qué nos vamos a meter, imagínense cuánto trabajo tenemos”.
Aunque ha defendido públicamente al creador de Wikileaks, Julian Assange, López Obrador subrayó que no se puede extraer o hackear información de ningún particular o dependencia del Gobierno.
Siete horas después, Presidencia difundió un comunicado en el que advirtió que, tras el ataque cibernético a la Sedena registrado en 2022, los formatos empleados por el Ejército se hicieron de conocimiento público, por lo que cualquiera pudo utilizarlos para alterar oficios o fabricarlos.
“Con motivo de dicho ciberataque, ciertos formatos de informes militares quedaron expuestos a la luz pública, por lo que cualquier persona ajena al instituto armado podría elaborar documentos que involucren a las Fuerzas Armadas con objeto de afectar su imagen institucional”, afirmó.