Ejército Mexicano
“El verdadero soldado lucha no porque odie lo que está frente a él, sino porque ama lo que está detrás de él”. G. Chesterton
En el Congreso de Coahuila, como respuesta al Golpe de Estado fraguado en la embajada norteamericana, bajo los auspicios del infame Henry Lane Wilson para derrocar y asesinar al Presidente Francisco Madero, emitió el decreto 1421 que otorgó facultades extraordinarias al gobernador Venustiano Carranza para armarse y restablecer el orden constitucional, así nace hace 110 años el ejército mexicano. Desde entonces, dos características lo han acompañado; su defensa de la legalidad y su lealtad al pueblo. A diferencia de otros institutos armados del continente, el nuestro ha conservado su carácter popular, sus mandos no tienen origen en la oligarquía ni el privilegio y la tropa es pueblo uniformado.
Aún cuando es hasta 1934 causa alta, de manera oficial, la primera mujer en el servicio activo, como afanadora de primera, en la intendencia general del Ejército, al día de hoy, son enfermeras, pilotos, aviadores, médicas, ingenieras, administrativas y constituyen con sus 25 mil 495 elementos casi el 12% del Ejército y Fuerza Aérea, dónde partir del año pasado se autorizó el alta de mujeres con grado de soldado en las unidades, infantería, caballería y arma blindada. Además de esta renovada visión de género, los mandos han sabido vincular a la tropa al pueblo dónde encuentra origen y destino a través de los programas de auxilio a la población afectada por desastres, gracias al Plan estratégico Defensa Nacional III y de la Guardia Nacional que atiende el combate a la delincuencia.
También se ha consolidado como constructor al quedar a cargo de importantes obras de infraestructura como el aeropuerto internacional Felipe Ángeles y las casi tres mil sucursales del banco del bienestar.
Durante algunos momentos de la oscuridad neoliberal y por disciplina ante comandantes corruptos fue un instrumento para mantener controlados a los trabajadores, con la llegada de la transformación garantiza la independencia nacional y la defensa del bienestar que construyen la paz de nuestro pueblo.