Sumisión o golpiza
¿Hasta dónde estará dispuesta la 4T, o dicho sin ambigüedades, Andrés Manuel, a llegar para someter a todos los gobernadores y alcaldes, a todos los poderes fácticos, económicos y/o políticos, a su santa, buena y muy honesta voluntad?
Pues por los hechos parece que hasta los golpes, sin importar si éstos afectan, en primera instancia, a los más necesitados, a esos que en la retórica se supone que defiende a capa y espada de los fifís, conservadores, corruptos, que son todos aquellos que no piensan exactamente como él.
Lo que está sucediendo hoy en Coahuila, con la cancelación arbitraria de todos los contratos vigentes para la compra de carbón por parte de la CFE es claro ejemplo de ello.
De repente, de un día para otro, el mineral de la Carbonífera resultaba caro y de baja calidad, pese a que durante años se utilizó ese mismo carbón y más o menos a los mismos precios.
No, no hay ninguna justificación técnica o económica y mucho menos social, para el arrebato de la CFE. Fue una decisión política, de esas golpeadoras.
Se castiga a Coahuila por haber cometido el pecado de alzar la voz para demandar, junto con otras entidades federativas, un pacto fiscal más justo y equitativo. Se castiga a Coahuila por protestar ante el hecho de que se reduzcan participaciones cuando el Estado, junto con otro puñado, es de los que más aporta a las arcas federales.
Se protesta porque en los hechos se está castigando el progreso, el desarrollo y la visión emprendedora, para subsidiar a entidades con niveles de desarrollo mucho más bajos, y, también, los grandes proyectos de la 4T, como el mentado Tren Maya.
El gobernador Riquelme dice que, y cito: “lo que no se entiende es cómo no se tantean para que esto sea paulatino y no desmadren una región”. Y con total independencia de lo que usted piense del Gobernador, en esto tiene razón.
No se entiende, agregaría, que en la lógica de exigir sumisión, bajo amenaza de propinar verdaderas golpizas, se lleve la 4T entre las patas a regiones enteras, a miles de familias, y eso es precisamente lo que está sucediendo hoy en Coahuila.