Reapertura de iglesias es un gran reto: vicario
La nueva normalidad para la Iglesia representa un reto muy grande, y es que un alto porcentaje de la feligresía son adultos mayores que forman parte del grupo vulnerable al Covid-19, a quienes no se les permitirá la entrada a los templos, sin embargo, estos son de los más fervientes practicantes de la religión y quienes menos familiaridad tienen con las nuevas tecnologías para acceder a las misas en línea, por lo que hay quienes incluso llorando han suplicado para que se hagan misas en horarios especiales, señaló uno de los siete vicarios de la Diócesis, el padre Ignacio Flores.
“Me ha tocado gente que llora, he sabido de gente que está muy triste, pero estamos tratando de concientizar, esta etapa para nosotros es de sensibilización, estamos viendo la manera de que no se sientan solos, por supuesto que habrá visitas a enfermos con las debidas precauciones”, señaló el párroco, quien aconsejó a los jóvenes a que ayuden a sus abuelos a entrar a internet para que vean las celebraciones.
Además, cerca del 25% de los presbíteros estarían en duda para celebrar misas, pues de los 135 que conforman el directorio de la Diócesis, 35 son adultos mayores a 60 años, por lo que no se sabe si podrán oficiar la Eucaristía, pues dependerá de su estado de salud y de lo que decidan junto con el Obispo.
“Lo cierto es que don Raúl ha pedido que en su caso, ellos se sientan con la libertad de decir que pertenecen a ese grupo vulnerable y que no quieran celebrar, no hay ningún problema, pero los que vayan a celebrar que solamente oficien la misa y ya que no se queden a otras actividades”, dijo Flores Ramos.
Los gastos extras, que signi
fican prepararse para la nueva normalidad, representan al menos 7 mil pesos por templo, ya que se requiere comprar termómetros infrarrojo e insumos para la desinfección, así como cubrebocas y caretas, por lo que una parroquia que tenga cuatro capillas requerirá cerca de 35 mil pesos para abrir, cantidad difícil de reunir tomando en cuenta que llevan meses sin recibir la ofrenda dominical.