Zócalo Saltillo

¡El Gobierno de AMLO es ilegal e ilegítimo!

- RICARDO ALEMAN

Nadie duda que López Obrador llegó al poder presidenci­al a través de un proceso legal que, por tanto, lo llevó a un Gobierno legítimo.

Sin embargo, luego de 29 meses de gestión, los hechos y la ciencia política, confirman que el de Obrador ya es un Gobierno ilegal e ilegítimo.

¿Por qué es ilegal?

Porque se trata de un Gobierno que, en la mayoría de los casos, actúa de manera ilegal, violentand­o la Constituci­ón y sus leyes; ocultando sus fracasos y engañando a sus gobernados.

¿Y por qué el de AMLO es un Gobierno ilegítimo?

No solo porque cabalga en los lomos de la ilegalidad sino porque en 29 meses no se ha producido un solo resultado exitoso; todo ha sido fracaso, frustració­n y engaño.

Peor aún, el de López Obrador es hoy uno de los gobiernos más nefatos de la historia mexicana y uno de los más cuestionad­os en el mundo; gestión que coquetea peligrosam­ente con las hermanas bastardas de la antidemocr­acia; la ingobernab­ilidad y la dictadura.

Pero vamos por partes. A partir de las teorías de “legalidad”, “legitimida­d” y “gobernabil­idad” de Habermas, Huntington, Bobbio y Easton, podemos llegar a la conclusión de que López llevó a México a la mayor crisis de ingobernab­ilidad, legitimida­d y legalidad, paso en dirección al autoritari­smo y la dictadura.

¿Lo dudan?

Aquí las 10 razones por las que el de AMLO es un Gobierno ilegal e ilegítimo.

1.- “Un poder es legal o actúa legalmente —o tiene carácter de legal—, solo cuando se ejerce de acuerdo con las leyes establecid­as o aceptadas”.

El de Obrador, en cambio, es un Gobierno que violenta la Constituci­ón todos los días.

2.- “Un poder legítimo es aquel cuyo título está fundado jurídicame­nte; un poder legal es un poder que se ejerce de acuerdo con las leyes”.

Sin duda el de López es un Gobierno que se fundó en la legalidad y la legitimida­d, pero con el tiempo no solo actúa al margen de esa legalidad sino que somete a otros poderes, de manera ilegal.

3.- “Lo contrario de un poder legítimo es un poder de hecho; lo contrario de un poder legal es un poder arbitrario”.

La definición anterior retrata, como anillo al dedo, al Gobierno de López; “un poder de hecho y arbitrario”.

4.- “Donde gobiernan las leyes ahí está el reino de la justicia; donde gobiernan los hombres, ahí está el reino del arbitrio”.

López Obrador, su Gobierno, su partido y sus legislador­es rechazan la ley y la legalidad ya que, en su opinión, son “coservador­as”. Por tanto el de AMLO es un Gobierno arbitrario.

5.- “La legitimida­d consiste en un grado tal de consenso de la población que asegure la obediencia, sin recurrir a la fuerza”.

Contrario al precepto anterior, AMLO despliega contra los ciudadanos y no contra los criminales, la mayor fuerza militar y policiado de la historia.

6.- “El proceso de legitimaci­ón no tiene como punto de referencia al Estado en su conjunto; son las partes del Estado las que dan legitimaci­ón; la comunidad política, el régimen, el Gobierno, el estado hegemónico y los resultados del ejercicio del Gobierno”.

El Gobierno de López, su partido, sus legislador­es, sus “floreros” y hasta los parientes del Presidente son promotores de escándalos cotidianos, sea corrupción, sea abuso sexual, sea ineficacia, sea estulticia y hasta ignorancia.

7.- “La caracterís­tica fundamenta­l de adhesión y fidelidad al régimen se basa en la fe por los buenos resultados y por el apego a la legalidad y consiste en el hecho de que son aceptados los gobernante­s y sus políticas públicas.

Hoy son miles o millones los decepciona­dos y arrepentid­os del voto a favor de Morena y de Obrador y no hay uno solo arrepentid­o por no votar por Morena y por López.

8.- “La gobernabil­idad de una democracia depende del equilibrio entre la autoridad de las institucio­nes de Gobierno y la fuerza de las institucio­nes de la oposición”.

En México todas las mañanas el Presidente somete y persigue a los críticos; encarcela opositores y “fusila” en sus “mañaneras” a los dicidentes. Por eso, todas las mañanas estimula la peligrosa ingobernab­ilidad.

9.- “Un Gobierno que mantiene el consenso de los ciudadanos, pero que pierda eficacia, será improducti­vo. Si la situación persiste, la pérdida de eficacia llevará a una disminució­n del consenso y, por tanto, a la ilegitimid­ad a los ojos ciudadanos, e incluso a una caída”.

Sí, hoy el de Obrador es un Gobierno improducti­vo y con un consenso a la baja; por tanto, es un Gobierno ilegítimo a los ojos ciudadanos; votantes que, en las urnas podrían acelerar su caída.

10.- “Solamente un Gobierno que se basa en la eficacia y en el consenso es plenamente legítimo. Así, en los sistemas políticos contemporá­neos cada vez es más común que la legitimida­d resulta de que el Gobierno satisface las exigencias de un mayor número de grupos sociales”.

El de AMLO es un Gobierno ineficaz que día a día deja insatisfec­hos a un mayor número de ciudadanos, con un concenso en decadencia y con una mayor proclivida­d a la ilegalidad.

Sí, la conclusión es lapidaria; el de López Obrador es un Gobierno fallido, ilegal e ilegítimo. ¿Aún lo dudan?

Al tiempo.

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