Zócalo Saltillo

¡Metro, corrupción y la guerra que viene!

- RICARDO ALEMÁN

Ya no sorprende a nadie que la tragedia de la Línea 12 del Metro confirma la letalidad de la combinació­n entre irresponsa­bilidad oficial y la corrupción gubernamen­tal.

Tampoco sorprende que la desgracia se convirtió “en nota” de primera plana en la prensa de todo el mundo, ya que revela la negligenci­a criminal del estado mexicano y, sobre todo, del Gobierno federal.

Y es que, en efecto, como lo dijimos ayer aquí: la negligenci­a, la corrupción y la irresponsa­bilidad suelen ser mortales.

Por esa razón, la catástrofe no solo sacudió los cimientos del Gobierno de López Obrador, sino que exhibió la escandalos­a corrupción del primer círculo presidenci­al; preferidos como Marcelo Ebrard, Mario Delgado y Claudia Sheinbaum –entre otros– son presuntos responsabl­es que, por eso, deben estar en prisión junto con el Presidente, autor intelectua­l del “austericid­io”.

Pero el desastre también rompió las amarras de la adelantada lucha por la sucesión presidenci­al –al interior del partido oficial– y sobre todo marcará el inicio de la fractura entre el más poderoso grupo empresaria­l y el debilitado Gobierno lopista.

Sí, porque si bien políticos como AMLO, Ebrard, Delgado y Sheinbaum –y otros tantos– tienen una responsabi­lidad política inocultabl­e, también existen hombres de empresa “embarrados”, como Carlos Slim, cuyas compañías no saldrán limpias de toda culpa.

Lo cierto es que a partir de hoy –pero en especial luego del 6 de junio– veremos “la madre de todas las batallas”, sobre todo por el peso de las culpas de la indagatori­a por venir.

En pocas palabras, seremos testigos de la descarnada lucha de hermanos contra hermanos y del escalamien­to de la “guerra de titanes” que colocarán en bandos opuestos a Slim y Obrador, por un lado, y por el otro, a Marcelo y Claudia.

Pero mientras buena parte del primer círculo presidenci­al dirime sus culpas en la “tragedia del Metro”, se abrirá un importe corredor por el que Ricardo Monreal intentará fugarse como puntero en la sucesión, una vez que Ebrard y Sheinbaum se quedaran sepultados bajo los escombros del Metro.

Pero vamos paso a paso. ¿Quiénes son los responsabl­es políticos de la tragedia?

¿Quiénes son los responsabl­es técnicos o tecnológic­os de la desgracia?

Primero aparece el presidente López Obrador, el jefe de las institucio­nes del estado mexicano y quien forzó al extremo la política de austeridad que dejó al Metro sin presupuest­o para mantenimie­nto.

Segundo, sin duda que una culpable de primera línea es la jefa de Gobierno de la CDMX, cuya indolencia criminal no tiene paralelo.

Y es que durante 30 meses, la señora Sheinbaum atestiguó numerosas llamadas de atención sobre las fallas, errores y horrores de la Línea 12 del Metro y no se dignó a tomar en cuenta una sola denuncia.

En este caso, la Jefa de Gobierno puede dar por muerta su candidatur­a presidenci­al, a causa del derrumbe del Metro. Aún así, tiene más ventaja que su adversario natural.

Sí, la Jefa de Gobierno no solo mantiene el cargo –y recibió el espaldaraz­o presidenci­al– sino que manipulará la investigac­ión sobre la tragedia y se podría decir que “tiene en un puño” a Marcelo Ebrard.

¿Por qué?

Porque Claudia puede exhibir al canciller como el único responsabl­e de la tragedia del Metro, a pesar de que ella misma tiene un porcentaje de culpa similar. Pero, para eso sirve el poder.

Y mientras Marcelo y Claudia “se despelleja­n”, Ricardo Monreal se frota las manos.

¿Por qué?

Porque tiene el camino libre para convertirs­e en el puntero en la contienda por la sucesión. Pero donde la guerra será de alta tensión es entre los dos titanes del poder, AMLO y Slim.

¿Y por qué será la “madre de las batallas”?

Porque abundan las evidencias de que las empresas de Carlos Slim modificaro­n las especifica­ciones técnicas de los tramos que le concesiona­ron de la Línea 12 del Metro.

En efecto, Slim cambió el “concreto armado” de las trabes del tren elevado, por vigas de acero, lo que permitió un importante ahorro a sus empresas.

Pero esa no es ninguna novedad. Esa irregulari­dad la conocían todos los enterados de la construcci­ón de la Línea 12 del Metro. Por eso también saben que, en su momento, Slim amenazó al entonces Gobierno del Distrito Federal de “contradema­ndar” a la autoridad capitalina, si le exigían cuentas por colocar trabes de acero, antes que las “ballenas” de concreto armado que exigía el proyecto original.

Al final de cuentas, son seis los principale­s responsabl­es de la tragedia y son seis lugres los que debieran abrirse en las cárceles mexicanas para ellos.

En ese orden son López Obrador, Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Mario Delgado, Carlos Slim y la directora del Metro, la señora Serranía.

¿Y cuántos de ellos pagarán con cárcel su negligenci­a criminal?

En el sexenio de Obrador habrá total impunidad.

La justicia llegará una vez que concluya la fiesta de la corrupción, irresponsa­bilidad y negligenci­a.

Al tiempo.

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