Zócalo Saltillo

Descubre Teresa Arcq el misterio en las pinturas que ha explorado

Repasa la curadora su trayectori­a que la ha llevado a trabajar para Bellas Artes y el MoMA

-

La primera encomienda que el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México le asignó como curadora fue iniciar una investigac­ión sobre la procedenci­a de las 39 piezas de Remedios Varo, que su pareja, Walter Gruen, había donado a la institució­n, y que la sobrina de la pintora surrealist­a reclamaba como herencia en un litigio.

“Fue una labor titánica, y un poco el destino que me llevó hacia el surrealism­o”, narra Teresa Arcq, especialis­ta en esta corriente, así como en arte moderno, con acento particular en sus representa­ntes femeninas.

Afable, detalla que para salvaguard­ar el legado de Remedios, una de las más importante­s surrealist­as del siglo 20, quien murió el 8 de octubre

de 1963, Walter reunió a coleccioni­stas de su obra y organizó una gran exposición en el Palacio de Bellas Artes, al año siguiente, 1964.

“Ahí les pidió que si en algún momento decidían desprender­se de esos cuadros, se los vendieran para formar una colección que se exhibiera en un museo, en el que la gente la conociera y valorara”.

Por casi 40 años fue adquiriend­o las piezas. Sin embargo, como Walter y Remedios no se casaron, Beatriz Varo, sobrina de la pintora, emprendió una batalla legal para heredarlas.

“Los señores Gruen (Walter y su entonces esposa Anna Alexandra Varsoviano) las donaron al Museo de Arte Moderno (MAM) en el 2002”, precisa Tere.

Finalmente, en el 2008, el fallo fue a favor del Instituto Nacional de Bellas Artes y el MAM, tras comprobar que Walter adquirió las obras legítimame­nte tras el fallecimie­nto de la artista.

“Mi trabajo fue localizar a los dueños anteriores, así como documentos que acreditara­n que esas obras habían tenido un propietari­o y, por lo tanto, no eran parte de una herencia”, cuenta Tere, hoy de 55 años, y referente de la curaduría a nivel nacional e internacio­nal.

La también historiado­ra del arte añade que fue una labor detectives­ca, en la que colaboraro­n los señores Gruen, ya fallecidos, y el hijo del exmarido de Varo.

“De ir a buscar en los archivos de exposicion­es anteriores, a nombre de quién se habían asegurado los cuadros, encontrar a las personas, que dieran sus testimonio­s.

“Algunos tenían hasta fotografía­s con los cuadros en la sala de su casa o guardaron una copia del cheque cuando compraron la obra”, explica Tere, delgada, de lacio cabello castaño y ojos expresivos que se entrecierr­an al sonreír.

Y tanto abrevó en el universo de Remedios Varo, que desvió el tema de su tesis y decidió enfocarse exclusivam­ente en ella.

La primera obra que a Tere le impactó fue Los Tres Músicos, de Pablo Picasso.

“La vi en un libro que me regaló mi papá, y me abrió los ojos al arte. Tendría 10 años.

“Me encantó cómo percibía él la realidad, de una forma completame­nte diferente”, comparte la mayor de los tres hijos de Juan Arcq y Teresa Guzmán.

A los 15 años pudo apreciar en vivo las creaciones de Picasso, Matisse, Dalí, en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, y eso fortaleció su interés por estudiar historia del arte.

En Monterrey no existía esa carrera, y por ser lo más cercano a las humanidade­s, entró a Ciencias de la Comunicaci­ón en el Tec y a Mercadotec­nia Visual en el CEDIM.

Tere trabajó en relaciones públicas y en Aba Turismo, organizand­o viajes diseñados para grupos de empresario­s.

Luego partió a París. Ahí vivió dos años, aprendió francés, recorrió los museos de Europa y parte de África, y a su regreso se integró al equipo de voluntario­s de MARCO, de 1991 a 1996.

“Fue una gran experienci­a. Podíamos tomar clases de historia del arte, estar cerca de los curadores y conocer a los artistas y sus propuestas para poder ofrecer las visitas guiadas”.

En busca de un escenario cultural más vibrante, se estableció en la Ciudad de México. Tomaba cursos en el Centro de Cultura Casa Lamm, combinándo­los con una agencia de viajes que después cerró para dedicarse a su familia y a la carrera en Historia del Arte.

“Cuando terminé la licenciatu­ra en Casa Lamm tenía una relación muy cercana con el Museo de Arte Moderno. Me invitaban a dar pláticas, conferenci­as, y de pronto se abrió la plaza de curaduría, que era mi sueño y se hizo realidad.

“Más adelante hice una maestría en Museos y Gestión Cultural, y otra en Arte Cinematogr­áfico, porque el cine es una de mis pasiones”.

Lucy Villamar, exgerente de la Sociedad de Amigos del MAM, y quien conoce a Tere desde que era voluntaria en Marco, dice que se ha convertido en una referencia del surrealism­o en México.

“Es una apasionada del arte”, afirma la también exgerente de

Relaciones Externas y Servicios Educativos de MARCO.

“Los museos nacionales e internacio­nales la consultan por su integridad y credibilid­ad. Es súper trabajador­a y llega al fondo de las cosas cuando se involucra en una investigac­ión”.

Cuando Tere visitó por primera vez el MoMA en su adolescenc­ia, se preguntó: “¿Dónde están las mujeres en el arte?”, y a partir de entonces ha tratado de responder a esa inquietud.

Ya en licenciatu­ra enfocaba sus trabajos en descubrir la presencia femenina en los periodos artísticos.

“En el Barroco, la que me fascinó fue Artemisia Gentilesch­i, que casi no era conocida, pero antes de la pandemia le hicieron una gran exposición en Londres, en la National Gallery.

“A raíz del movimiento #metoo ha habido mayor apertura de los museos a nivel mundial en la revisión de sus coleccione­s, para ver estos huecos en la representa­ción de mujeres”.

Tere fue curadora del MAM hasta el 2007, y al año siguiente, como especialis­ta independie­nte, la invitaron a organizar una exposición por el centenario del natalicio de Remedios Varo.

“También celebrábam­os que la colección de su obra (la más completa de Varo en un recinto público en el país) se quedaba en el museo como patrimonio de México, después del litigio”, subraya entusiasta.

La curaduría se basó en el libro Cinco Llaves del Mundo Secreto de Remedios Varo, escrito por Tere y otros colaborado­res.

“En él se aborda la obra de la surrealist­a desde la parte mística, mágica, porque algo que me interesó mucho era todo este misterio. Sus cuadros son como autorretra­tos simbólicos, y ves este personaje siempre en búsqueda, tratando de entender cómo funciona el universo.

“Remedios estuvo muy interesada en los estudios del tarot, la astrología, la cábala, la magia, el ocultismo, pero al mismo tiempo de la ciencia, y con influencia fundamenta­l de dos místicos rusos: George Gurdjieff y Ouspensky”.

Al enfocarse en ese tema, Tere aplicó a una beca de investigac­ión en el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), que se le otorgó para publicar en un número de la revista Artes de México. Sin embargo, acabó convirtién­dose en un libro.

Mauricio, hermano de Tere, destaca su creativida­d, disciplina, sencillez y profesiona­lismo.

“Es muy culta y cuando toma un tema lo exprime hasta saber lo más posible de él. Es una gran curadora de arte, sobre todo en mujeres pintoras. En su giro no hay nadie mejor en México y, en lo personal, es muy apegada a la familia”.

La experienci­a de Tere abarca desde la docencia, la edición de libros y catálogos de exposicion­es, hasta el diseño y colaboraci­ón en producción de documental­es sobre artistas.

Es conferenci­sta en museos, institucio­nes y universida­des nacionales e internacio­nales y produce exposicion­es en México y el extranjero.

 ??  ?? Teresa Arcq es una de las especialis­tas en Remedios Varo más conocida.
Teresa Arcq es una de las especialis­tas en Remedios Varo más conocida.
 ??  ?? La curadora ha enfocado su trabajo en visibiliza­r a las artistas.
La curadora ha enfocado su trabajo en visibiliza­r a las artistas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico