Camina Stephen Crane otra vez en pasillos de FIL Guadalajara
Publica una biografía del influyente autor estadunidense en la que muestra su carrera y obsesiones
A lo largo de la biografía literaria de Stephen Crane (18711900), autor de La Roja Insignia del Valor, el novelista Paul Auster presenta a un joven en llamas, en una época de enorme desigualdad en los Estados Unidos, de gran polarización, que no dista mucho de la actual.
En la presentación virtual de La Llama Inmortal de Stephen Crane, Auster expuso que el escritor y periodista pudo escribir sin prejuicios sobre la enorme polarización en los Estados Unidos y el problema racial con el cual su país nunca ha podido lidiar por completo.
“Crane habló de todo esto a pesar de no ser un activista po
lítico, pero era una persona que observaba cuidadosamente lo que pasaba y miraba sin prejuicios lo que pasaba, no como Fitzgerald, Crane no tenía preconcepciones. Tenía un buen ojo, el ojo de un periodista. ¿Qué está pasando y cómo podemos describirlo sin moralizar? ¿Sin siquiera prescribir cómo mejorar
las cosas?”, resaltó.
Crane entendió que su tarea era decir la verdad y la verdad puede ser muy difícil de soportar.
“Por eso creo que su obra fue tan radical, además de eso, estilísticamente estaba muy por encima de los demás. Tenía ojo para percibir el mundo real de una manera muy exacta y lo combinó con el don de la metáfora y el símil y lo hacía todo vívido y tangible”, señaló el autor de la Trilogía de Nueva York.
Como poseía una gran habilidad para meterse en la mente de los personajes, rastrear sus pensamientos dispersos y aleatorios. En su novela La Roja Insignia del Valor, que desde su publicación en 1895 nunca ha dejado de imprimirse, escribió sobre la Guerra Civil en Estados Unidos desde los ojos de un chico de 16 o 17 años y sin haber tenido la experiencia del combate.
Crane se encargó de quitar todas las convenciones de la novela del siglo 19, cada oración de su prosa es un martillo.
En La Roja Insignia del Valor nunca menciona el nombre de la guerra, ni la esclavitud, ni el nombre de Abraham Lincoln ni los bandos en disputa. Auster aseguró que era todo un nuevo modo de pensar en cómo contar una historia ambientada en el pasado.
“Así que es un nuevo estilo de narrativa y creo que eso abrió la puerta al siglo 20. Y sin Crane creo que no habría Hemingway, ni ninguno de los grandes autores estadunidenses del siglo 20”, expuso Auster en diálogo con Ricardo Raphael.
Crane tuvo una vida de película, cubrió dos guerras como periodista, sobrevivió a un naufragio cuando se dirigía a Cuba y murió a los 28 años. La idea de que no viviría muchos años lo impulsó a tomar riesgos de maneras extraordinarias: le apasionaba apostar, no por el dinero ni por el poder sino por el curso que podría tomar la partida.
Con esta biografía literaria de más de mil páginas en su traducción al español, publicada por Seix Barral, se propone “reavivar la llama” de Crane.
“No sé si mi libro sobre Crane lo resucitará o no. Eso espero. Fue uno de los motivos principales por los cuales decidí escribirlo, pero aún es muy pronto para saber. No sé si tendré éxito o si fracasaré”.