Restringen a maestros hablar sobre racismo
Busca Abbott que docentes no emitan opiniones en el salón de clases
Una ley más restrictiva diseñada para mantener la Teoría Crítica de la Raza fuera de las escuelas públicas de Texas, se convirtió en ley ayer.
Según la nueva ley, “un maestro no puede ser obligado a discutir un tema ampliamente debatido y actualmente controvertido de política pública o asuntos sociales”.
La ley no define qué es un tema controvertido. Si un maestro discute estos temas, debe “explorar ese tema de manera objetiva y sin prejuicios políticos”.
También requiere que al menos un maestro y un administrador del campus en cada distrito escolar asistan a un programa de capacitación cívica que enseñará a los educadores cómo se debe enseñar la raza y el racismo en las escuelas de Texas.
Hay más de mil 200 distritos escolares en Texas. El costo para desarrollar e implementar el programa de capacitación sería de aproximadamente 14.6 millones de dólares anuales, según la Junta de Presupuesto Legislativo.
El Proyecto de Ley del Senado, aprobado durante la segunda sesión especial de la Legislatura de Texas, reemplaza el Proyecto de Ley 3979 de la Cámara de Representantes, que el gobernador Greg Abbott firmó durante el verano.
En ese momento, Abbott dijo que se necesitaba hacer más para “abolir” la Teoría Crítica de la Raza en las aulas de Texas y los legisladores se abocaron a elaborar una medida más restrictiva.
“No se trata solo de lo que un maestro puede o no decir”, comentó Chloe Latham Sikes, subdirectora de políticas de la Asociación de Investigación para el Desarrollo
Intercultural.
“También se trata de cómo van con su clase, cómo diseñan la clase, cómo podrían abordar cuestiones realmente delicadas de raza, género e identidad y sexismo en sus aulas”.
La Teoría Crítica de la Raza es la idea de que el racismo está arraigado en los sistemas legales y no se limita a los individuos. Es una disciplina académica que se enseña a nivel universitario.
Pero se ha convertido en una frase común utilizada por los conservadores para incluir cualquier cosa sobre raza que se enseñe o se discuta en las escuelas secundarias públicas.
“Todo esto realmente se trata de eliminar cualquier reconocimiento de la relevancia del sexo, la raza, el género y silenciar esas conversaciones, que, al final, lastiman a los estudiantes de color y a los estudiantes de la comunidad LGBTQ”, señaló Sikes.