Admite la IP golpe al poder adquisitivo
Aunque elogiaron el reciente incremento al salario mínimo, miembros de la Iniciativa Privada de la Región Sureste coincidieron en que ante la creciente inflación aún hay mucho por hacer para resguardar la capacidad adquisitiva de los ciudadanos.
A partir del 2022, el salario mínimo subirá 22%, de 141, a 172 pesos, lo que beneficiará directamente a 6.3 millones de personas. En términos mensuales, esto significa un incremento de 948 pesos. En contraste, de acuerdo con expertos, se anticipa que los precios al consumidor cierren el 2021 con un aumento de 7.22 por ciento.
Guillermo Reyes Carlos, director de La Milpa, reconoció que tras la pandemia, “todos los procesos para producir se fueron para arriba, todo se volvió muy caro y la gente está percibiendo el aumento. Hay productos muy caros y no se completa para adquirirlos”.
El economista Antonio Serrano Camarena estimó que “el aumento de 22% tiene el peligro de generar una espiral inflacionaria, pero en realidad en el Norte del país ese riesgo se reduce porque menos de 10% de la poblacion lo gana”.
La mayor parte de la base trabajadora en esta zona del país percibe ingresos por encima del salario mínimo, por lo que el beneficio de este incremento no será directo, pero sí como base para las prestaciones y otros beneficios laborales.
Aunque consideró que de entrada esta una buena noticia para los trabajadores de menores ingresos, Salvador Rodríguez, líder de los comerciantes del Centro, señaló que “la medida abona a la inflación, que se ha visto reflejada prácticamente en todo; el costo de operación va a aumentar en cada empresa. Esperemos que no sea tan duro el impacto… por más que se aumente el salario, si sigue la inflación como va, aunque se gane más, alcanza para menos”.