Cumple Miley Cyrus sus 30 primaveras
Vive su libertad personal y artística
La cantante, que dio vida a Hannah Montana en el pasado, ha roto los lazos con su padre y reivindicado su libertad y autenticidad mientras celebra su 30 cumpleaños.
“Mi misión siempre ha sido ser yo misma sin pedir perdón”. Son palabras de Miley Cyrus en entrevista con Vogue. Una misión que no siempre pudo cumplir, puesto que “hubo una época en la que me sentí muy insegura, pero mientras tanto reflejaba una imagen de lo que mucha gente creía que era una persona segura de sí misma”. A raíz de esto, la cantante confesó: “terminé sintiéndome como un fraude”. Sin embargo hoy, mientras cumple 30 años, Cyrus parece haber conseguido su propósito.
Miley, nació con una afección cardíaca, creció a varios kilómetros de Tennessee, donde estudiaba, y recibió una educación cristiana bautizada en una iglesia bautista sureña. De hecho, acudía con frecuencia a la iglesia de pequeña. Por supuesto, ya desde niña demostró sus aptitudes para las artes escénicas que luego fue desarrollando. Toca el piano y la guitarra, compone y escribe sus propias canciones, canta y actúa. Y empezó a hacerlo muy temprano, ya que a los 8 años, en 2001, su familia se trasladó a Toronto, Canadá, para que Billy Ray trabajase en la serie Doc, donde ella hizo su primer papel.
Más allá de Hannah
El papel que hizo saltar a la fama internacional como estrella juvenil a Miley Cyrus es el de protagonista en la archiconocida serie Hannah Montana, donde daba vida a Miley Stewart, una chica adolescente como otra cualquiera que llevaba una doble vida como cantante famosa (Hannah Montana).
La serie fue un éxito rotundo para Disney Channel, y Cyrus se convirtió en un ídolo de masas entre los jóvenes, dando conciertos en los que interpretaba tanto sus propios temas como los de su personaje; vendiendo merchandising, sacando películas, un libro autobiográfico y cosechando fans. La última temporada de Hannah Montana terminó en 2011 y Miley abandonó Disney, al hacerlo, rompió del todo con su imagen de “chica disney” e inocente, que ya venía salpicada por varias polémicas, adquiriendo un estilo rebelde y desenfadado.
Años después, Miley, que en su momento se había disculpado por publicar una foto de un semidesnudo, posteó en las “stories” de Instagram la publicación de prensa y escribió: “no lo siento”. Un ejemplo más de esa misión, entonces fallida, por la que la artista se sintió un fraude. Así, años después, Cyrus habló sobre su motivación para abandonar la serie y el personaje que le dieron la fama: “tenía la constante sensación de ‘no puedo ponerme la maldita peluca otra vez’. Empezó a resultarme extraño, era como si hubiese crecido y madurado”.
Así, a la imagen de la tierna muchacha de peluca rubia le sustituyó la rompedora Miley desnuda sobre una bola de demolición, batiendo récords con su Wrecking Ball en 2013. Y, aun así continuó siendo un icono juvenil, pero de rebeldía y liberación de esa misma generación que había crecido con ella, “No puedo ponerme de nuevo la maldita peluca”, dijo Miley Cyrus a Elle sobre dejar de ser Hannah Montana.