‘Me la hubieran entregado a mí’
“Si ya no la querían me la hubieran entregado, la niña a mí no me estorbaba”, fueron las palabras de María del Rosario Garza, abuela de Montserrat, la niña de 7 años que el pasado fin de semana murió tras ser brutalmente golpeada por su padre y madrastra.
Tras ser confirmado su deceso a una semana de su hospitalización en el Hospital Materno Infantil, el cuerpo de la menor fue reclamado por su familia materna, quienes con el alma desgarrada prepararon el último adiós a la víctima más pequeña de feminicidio que se ha registrado en el estado.
‘Tengo coraje’
Con llantos desoladores, flores y cánticos, la pequeña Monse fue despedida en las capillas de funerales Rodríguez, ubicadas al sur de la ciudad, donde su abuela alzó la voz por ella, en una exigencia de justicia a lo que ella calificó como una atrocidad.
“Si ya no la querían me la hubieran entregado, la niña a mí no me estorbaba. A la vez tengo coraje, no quiero decir malas palabras porque no estoy acostumbrada. Lo único que quiero es justicia y que esta denuncia no se quede así.
Llegadas las 13:00 horas, la
familia originaria de General Cepeda, partió con el féretro rumbo al panteón San Francisco, en el ejido San Juan de la Vaquería.
En el camposanto, fuertes vientos acompañados de tormentas de arena azotaron a los presentes, quienes entre murmullos recordaban la popular leyenda de que “se soltó el demonio”.
El sufrimiento se agudizó al entender que se trataban de los últimos minutos frente al cuerpo de la niña, por lo que su abuela, tíos y primos maternos, coincidieron en un mismo sentir: “Siempre te amaremos mi niña”.