Suenan los ecos de un aplauso interminable
Celebra hoy el recinto escénico más importante de la ciudad 45 años desde su fundación
Aquí estamos, sentados en la soledad de un recinto majestuoso en el que, aún en silencio, se percibe el eco de los interminables aplausos que han hecho vibrar al Teatro de la Ciudad Fernando Soler.
Un viaje en el tiempo nos transporta 45 años atrás, a la tarde del 26 de marzo de 1979, cuando el Presidente de la República, José López Portillo, llegó con su comitiva a esta ciudad emocionada por la algarabía del protagonismo: esto era noticia nacional.
El visionario gobernador Óscar Flores Tapia, apasionado de la cultura, las artes y las letras, contempló satisfecho el impresionante edificio de arquitectura clásica griega, con su fachada de cantera y seis columnas de estilo jónico sosteniendo el frontón en el que se representa a Ceres, diosa romana de la agricultura, las cosechas y la fecundidad, rodeada de ángeles con uvas y manzanas.
“Definitivamente, somos la Atenas de México”, murmuró al oído de su esposa Isabel Amalia Dávila, reafirmando la fama que ya el Ateneo Fuente le había dado; y ella, inocente, compartió el comentario a Carmen Romano de López Portillo, quien se limitó a decir “está bonito”.
El escritor Armando Fuentes Aguirre “Catón”, quien en aquel momento tenía 40 años y ya se había consolidado como cronista de la ciudad, fue el encargado de ofrecer las palabras de bienvenida que dieron paso a la presentación de la obra Los Empeños de una Casa, escrita por sor Juana Inés de la Cruz, “la Décima Musa”, quizá para ir a tono con las nueve musas griegas originales que están pintadas en el lobby del Teatro: Clío, musa de la historia; Euterpe, de la música; Talía, de la comedia; Melpómene, de la tragedia; Terpsícore, de la danza; Erato, de la elegía; Polimnia, de la lírica; Urania, de la astronomía, y Calíope, de la retórica.
Ahí, entre las musas hijas de Zeus, y los murales del artista saltillense Pablo Valero Herrera, se han presentado incontables obras de teatro, conciertos, óperas, danzas folclóricas y de ballet; artistas de talla mundial y otros incipientes que se han visto intimidados por la grandeza del Teatro, con capacidad para mil 143 personas, que sobre el escenario tipo italiano de 12 metros, han dado al público lo mejor de sí.
Este día se celebra anualmente con la ceremonia de encendido del cirio que en esta ocasión se adelantoótres días, realizándose el sábado con la presencia de la secretaria de Cultura, Esther Quintana.
Nombre homenajeado
Miembro de una importante familia de actores y músicos, Fernando Soler fue actor, guionista, productor teatral y director de cine mexicano de la llamada Época de Oro. Nació en Saltillo el 24 de mayo de 1896, y murió siete meses después de que inaugurado el teatro que lleva su nombre.
Aunque su fimlografía incluye más de 100 películas, a Soler se le recuerda por su increíble actuación en la saga La Oveja Negra y No Desearás a la Mujer de tu Hijo, el inolvidable Cruz Treviño Martínez de la Garza, en donde compartió créditos con Pedro Infante.