¡Da rabia el pitcheo!
Por segunda ocasión en la Sultana del Norte a Saraperos le remontaron; Rainel Rosario se vuela la canica
Hay noticias buenas y malas para el Sarape en esta pretemporada. La buena, que Rainel Rosario, en su regreso a la caja de bateo, ya se voló la barda y le da vida a la ofensiva. La mala, el pitcheo de relevo sigue haciendo agua.
Cuando parecía que el Sarape iba a salir bien librado de la perrera sultán, el Mobile Super, una vez más el pitcheo quedó a deber, al ser dejados tendidos en la Sultana del Norte por los Fantasmas Grises, al finalizar 10-9.
Tanto el relevo sultán como el del Sarape se vio endeble, ya que por Saltillo este permitió en la sexta entrada siete carreras, además de la rayita de la derrota en el noveno rollo, mientras que, por los regios, un rally de tres en la tercera y uno de cuatro en el octavo capítulo.
Sultanes abrió el marcador con una carrera en el amanecer del partido, luego el Dragón del Norte le dio la vuelta en el tercer rollo con las rayitas impulsadas por Johneshwy Fargas y Misael Rivera, además de otra que cayó por error de los regios, con el 3-1.
En la cuarta la Nave Verde
▮
ACEREROS - SARAPEROS
incrementó su cuenta con cuadrangular de dos rayitas de Max Murphy, acercándose en la baja del episodio los Fantasmas Grises con jonrón solitario de Zoilo Almonte, con el 5-2.
La ventaja no era mucha, pero al fin ventaja, hasta que en el sexto rollo se vino abajo el cuadro saltillense, al recibir un rally de siete carreras, permitidas por Mario Meza y compañía, para que los regios se colocaran ahora al frente 9-5.
La brecha a remontar ahora era del Sarape, quien no se achicó y en la fatídica séptima entrada emparejó los cartones con rally de cuatro carreras, tres de ellas con el jonrón al derecho de Rainel Rosario, poniendo las cosas 9-9, todo ante los lanzamientos del relevo Carlos Belén.
En la novena, Sara- peros metió como cerrador a Randy Gálvez, a quien macanearon en el juego pasado en el Mobile, y una vez más le volvieron a pegar, pues no pudo con el paquete y le clavaron la carrera de la derrota,