Vive entre problemas y recuerdos
Doña Alicia apela a la bondad saltillense para adquirir una silla que le haga la vida más fácil
En la soledad de un domicilio de la colonia Hidalgo habita doña Alicia Contreras, una mujer de 89 años, a quien la vida dejó sin familia desde hace más de 20, por lo que actualmente vive rodeada de recuerdos en su hogar.
Disfrutando del aire fresco que corre por su jardín, es como la mujer pasa sus días sentada en una silla de ruedas, recordando el día que su vida cambió para siempre, pues una caída la dejó con fractura de cadera.
Tras ser intervenida quirúrgicamente hace más de un año, le fue mal colocada una placa que ahora le impide ponerse en pie y seguir con sus actividades cotidianas, causando hinchazón en sus piernas y dolores insoportables.
“Me dijo una doctora que necesito una silla de ruedas reclinable para tener mis pies extendidos, porque se me hinchan mucho e incluso ya se me reventaron, me escurrió mucha agüita.
“Para sentarme me duele, me cala la plaquita. Mi viejito me dejó sin seguro, sin pensión y sin familia, y pues yo no puedo ir a ver a un doctor porque cobran muy caro, cada que mi hermano me lleva con un doctor son mil pesos de la consulta y para la receta ya no nos alcanza”, detalló.
Ya son 20 años…
Recordó que su soledad inició desde aquel 7 de abril de 2002, cuando su único hijo murió a los 25 años, por lo que ella y su esposo, don Manuel Ramón, entraron en una profunda depresión, de la cual Alicia logró salir, pero su marido no.
“Mi hijo tiene 22 años que falleció. Mi esposo y yo entramos en depresión, a mí me hicieron la lucha mis hermanos y me salvaron, pero mi viejito no. Al año que murió mi hijo, murió mi esposo y me dejó aquí”.