Comisión fiscalizadora de vacunación
La larga espera del pueblo panameño por la llegada de las vacunas contra el covid-19, que el gobierno anunciara, que la primera entrega sería de 40 mil dosis, se redujeron a 12,840 dosis, dejando un sabor amargo a decepción entre la población. Sin embargo, lo más lamentable y vergonzoso es la arrebatiña que se formó entre algunos funcionarios de salud, quienes, sin estar en la lista de línea de fuego, que son realmente los que han estado al frente durante todo este periodo de lucha contra el coronavirus.
Lo que la población presentía se dio una vez más, dejando una incertidumbre y un profundo temor que este acto antiético se vuelva a repetir durante el periodo de vacunación en las siguientes faces, donde miles de panameños esperan pacientemente su turno según se ha establecido el programa de vacunación a nivel nacional.
Este acto bochornoso empaña la tan esperada llegada de este lote de vacunas, que deja la puerta abierta para que estemos anuentes a la transparencia y rendición de cuentas de este importante e histórico momento, donde lo que esta en juego es la salud y vida de un país.
Estamos al frente de uno de los más importantes momentos de los últimos siglos, donde la clase gobernante debe empinarse sobre los más altos valores cívicos y éticos que el país requiere, en un momento de guerra que ha cobrado miles de vidas en el país y un abrumante alto porcentaje de contagio en la población.
El tema de las vacunas no puede ser empañado por los actos de corrupción, donde los que tienen influencia y poder manipulen el orden y preferencias para beneficios propios y familiares.
Tenemos un profundo temor que estas vacunas terminen en manos del mercado negro, del contrabando, amiguismo y el partidismo, atentando contra la vida de los más humildes. Por lo que proponemos la creación de una comisión independiente fiscalizadora que de fe y transparencia del proceso de vacunación.