De Porras a Nito (5)
El PACTO DEL BICENTENARIO es un esfuerzo en ese llamado al acuerdo o al entendimiento nacional para resolver muchos de nuestros problemas comunes, pero no será suficiente para lograr que todas las propuestas se plasmen en esta dura realidad.
Pero no hay que desmayar, hay que seguir trabajando, aparte de la demagogia y la política electorera, en un PROYECTO NACIONAL que revitalice el alma panameña, que inunde al país de esperanzas realistas y de acciones puntuales en la vida nacional. El Gobierno de Nito Cortizo se irá en el 2024.
Para entonces, estoy seguro dejará resuelto dos problemas angustiantes: la salud, derrotando el COVID19 con sus muertes y heridos (contagiados) y la reactivación económica, recuperando y creando nuevas empresas que van a generar trabajos y salarios y por lo tanto comida en nuestras casas.
Pero el alma nacional, que viene padeciendo hace largo rato, necesita atención de Nito Cortizo, del Gobierno, de los partidos políticos, de las Iglesias y la sociedad en su conjunto, para sobreponerse a las peleas internas y hacer un alto y trabajar en conjunto, aprovechando EL BICENTENARIO de historias republicanas y los 500 años de panameñidad, rescatando las luchas y las esperanzas de los panameños.
Honrando a nuestros héroes y mártires. Elevando la conciencia nacional sobre nuestros autoflagelamientos históricos. Combatiendo la Leyenda Negra de nuestra existencia como nación y como patria. Levantar un monumento grande en el centro del Canal, entre la provincia de Colón y Panamá, centro vital de nuestra existencia desde los tiempos de Vasco Núñez de Balboa y Panquiaco.
Es posible. Si podemos. Y si se necesita. Ojalá Nito Cortizo, al igual que Porras, con sus problemas, inicie las primeras paladas, para despertar al alma nacional de los panameños, nos podamos unir para que todos contribuyamos a levantar centavo a centavo, dólar a dólar y que el orgullo y la dignificación de nuestra historia sea conocida por nosotros mismos y por quienes nos visitan. Esos 500 años de historia y estos 200 años de vida republicana, valen la pena conocerlos en mármol, granito o bronce para la eternidad.
Pese a las frustraciones y pesimismos, mi grito entusiasta en este BICENTENARIO: VIVA PANAMÁ!!!
CÓNSUL EN LIMA, PERÚ