Que deja huellas profundas
Alos 14 años, Dayane iba en un bus de camino al colegio. Eran las 5:00 de la mañana, se sentó en un puesto de tres personas, ella quedó en el centro, en medio de dos hombres adultos.
Se recostó en el asiento de adelante y se durmió. De repente en el trayecto, comenzó a sentir una caricia en una de sus piernas, y al abrir los ojos vio como el hombre que estaba sentado a su derecha la estaba tocando.
Su cuerpo se congeló, no supo como reaccionar, sus ojos se comenzaron a humedecer, y la voz no le salía.
Por suerte el otro hombre sentado a su mano izquierda notó lo que ocurría y de un grito logró que el otro ciudadano dejara de tocarla.
Ella seguía inmovil sin entender porque le ocurría esto, pero está no fue la única vez que Dayane sufrió de acoso.
Ya en su edad adulta a Dayane, le han gritado muchos improperios en las calles.
La gente que lo ha presenciado a su alrededor solo observan, pero nadie hace nada, nadie dice nada, lo han normalizado.
Normalizado
De acuerdo a la abogada Haydée Méndez Illueca solo un 10% de las víctimas de acoso callejero denuncian, el 21% se han acostumbrado, y ven normal el hecho de que les griten atrocidades en las calles, mientras que un 90% ha dicho que nadie las ayuda.
La abogada señaló que el acoso callejero es una violación de los derechos humanos de las mujeres y es una forma de violencia contra las mujeres, porque limita su movilidad.
“El acoso callejero tiene una carga intimidatoria muy fuerte y en general tienen un impacto negativo psicológico en la mujer”, sostuvo.
La exdiputada Ana Matilde Gómez en su momento presentó la iniciativa de la Ley 7 de 2018, fue aprobada, pero los diputados la tildaron de "Ley del Piropo", y eliminaron el acoso callejero y el favoritismo como actos discriminatorios.
Méndez Illueca dijo que desde entonces no se ha vuelto a presentar otra iniciativa al respecto, porque están luchando para que se debatan otras leyes contra otros tipos de violencia, que hasta ahora no han tenido
apoyo.
VÍCTIMAS
La psicológa Geraldine Emiliani dijo que la afectación a nivel psicológico de una mujer, depende del nivel de tolerancia que tenga ésta, ante éstos hechos.
Por su parte Claudia Figueroa, especialista en comunicación y derechos humanos, enfatizó en que el acoso callejero debe ser un delito. “En otros países lo es, y esto ha ayudado a disminuir la violencia contra las mujeres”, sostuvo.
Agregó que el Estado debe cumplir con las campañas a través de los medios de comunicación de manera permanente, para educar a toda la población de la violencia contra las mujeres y el acoso callejero es una
En 2021 un 92% de mujeres sufrieron acoso en espacios públicos, según encuesta realizada en 15 países
Machismo
forma de violencia hacia las mujeres y las niñas.
“La parte de la educación a través de la comunicación es fundamental, para poder neutralizar o transformar estas ideas sexistas que hay de algunos hombres, frente a qué somos las mujeres”, indicó.
Por último recalcó que el acoso callejero es una violación de los derechos y una violación a nuestra intregridad.
Estadísticas
De acuerdo a la Encuesta Internacional sobre Acoso Sexual en Espacios Públicos realizado en 15 países en 2021, el 92% de las mujeres ha sufrido acoso sexual en espacios públicos.
La encuesta indica que el 75% ha sufrido de miradas fijas o lascivas, gestos inapropiados e indeseados, un 70% silbidos, groserías, gestos labiales, y ruidos animales. Un 66% de humillación pública, refiriéndose a ellas como "muñeca", "nena", "bombón", un 60% de comentarios de insinuación sexual/burlas acerca de su cuerpo, un 57% de preguntas intrusivas repetitivas acerca de su vida sexual, un 56% ha sufrido de presión para tener una cita, facilitar el número de teléfono u otra información personal, un 43% de toqueteos, abrazos, besos no correspondidos, un 42% ha sufrido un acoso persecutorio, un 39 % de descripciones gráficas de pornografía e imágenes de contenido sexual explícito, un 37% de exhibicionismo y un 24% de solicitud de favores o servicios sexuales.
¿Cómo detectar si es acoso?
El acoso callejero no siempre es fácil de identificar, pero cuando se trata de conductas indeseadas de naturaleza sexual, ya sean verbales, no verbales o físicas, es acoso.
Otro tipo de acosos serían rozar "accidentalmente", pedir "una sonrisa", piropear de manera malintencionada, manosear, invadir el espacio personal, hacer presión o frotarse contra el cuerpo de la otra persona, abuso sexual a escondidas, burlas sexistas, insinuaciones sexuales, relatos de abusos sexuales y grafitis sexistas o groseros.